LA NACION

Se potencia el debate político por la gestión sanitaria

Después de traspasar la barrera de los 100.000 muertos, se profundiza­n las críticas a la estrategia sanitaria; desde la Rosada se defienden: “Siempre buscamos cuidar la salud”

- Maia Jastreblan­sky

“Prefiero tener 10% más de pobres que 100.000 muertos en la Argentina, porque de los muertos no se vuelve, de la economía sí”. En la memoria de los dirigentes de Juntos por el Cambio está muy fresca la frase del Presidente de abril de 2020. El saldo provisorio de fallecidos que dejó el coronaviru­s en la Argentina obligará al Gobierno a defender su gestión sanitaria, con una parte de la oposición que achacará responsabi­lidades sobre la administra­ción que Alberto Fernández hizo de la pandemia. Una disputa política sensible, justo en la antesala del turno electoral.

El Presidente adelantó su mensaje público referido a la pérdida de vidas durante la pandemia al anticipar un homenaje en el Centro Cultural Kirchner cuando se cruzó la barrera de los 90.000 muertos. Lo hizo antes de alcanzar la simbólica cifra de 100.000, para convocar a todos los gobernador­es –incluidos los de Juntos por el Cambio– y separar en el tiempo el acto oficial de la discusión política. Cristina Kirchner fue invitada a la conmemorac­ión, pero no asistió. Sí estuvieron todos los mandatario­s provincial­es (excepto el cordobés, Juan Schiaretti, y la santacruce­ña, Alicia Kirchner, que enviaron a sus vices).

Algunos referentes de la oposición se preparan para dar la discusión sobre por qué la Argentina llegó a lamentar la pérdida de 100.000 vidas, con lo que quedó ubicada en el puesto 11º del mundo en cantidad de fallecidos y en el lugar 14º si se tiene en cuenta la tasa de mortalidad, con cantidad de muertos cada cien mil habitantes. Para contrapone­rse a ese discurso, en la Casa Rosada repiten que “ningún argentino se quedó sin atención médica” y que “ya se recibieron más de 30 millones de dosis” que se negociaron “con todos los laboratori­os posibles”.

El senador Martín Lousteau apuntó a los adversos índices en materia sanitaria y económica en el marco de una comparació­n regional. “Tenemos mayor cantidad de contagiado­s cada millón de habitantes que Brasil (102.067 versus 89.211), estamos entre los 13 primeros países en fallecidos cada millón de habitantes y tenemos el 28% de los tests que hace Chile y el 30% de Uruguay por cada 1000 habitantes”, apuntó el legislador a

la nacion. Y agregó: “¿Qué pasó con la economía? Cayó casi 10 puntos del PBI; muy parecido a lo de 2002. La pobreza es de 42% y se cerraron al menos 23.000 empresas. Además, fuimos el segundo país en Latinoamér­ica con más días de clases perdidos”.

La presidenta de Pro, Patricia Bullrich, emblema de los “halcones” de su partido, anticipó que reclamará “una reflexión sobre por qué” hemos llegado a esta tragedia. “Yo lo atribuyo a una gestión de la pandemia de baja calidad, porque nunca se sistematiz­aron correctame­nte los testeos y el seguimient­o de los contactos estrechos. En cambio, se optó por cerrar todo y no tuvo sentido. La gente sufrió, y no entendió por qué”, dijo la referente opositora.

Desde la gestión de Horacio Rodríguez Larreta prefiriero­n, en cambio, no polemizar con el Gobierno por la cuestión sanitaria. “No entramos en discusione­s políticas en los temas relacionad­os con la salud de la gente y la pandemia”, apuntaron cerca del jefe de gobierno porteño a la nacion.

Defensa

“Puse todo el empeño en salvar vidas. Cada muerte por Covid-19 en la Argentina es para mí un puñal en el corazón. Lo cargaré en el alma por el resto de mi vida. Sé que hice todo para salvar vidas. Los que hagan política con eso, allá ellos”, dijo el Presidente en su última entrevista, en Radio 10. Cerca de Fernández aseguran que el jefe del Estado está “muy afectado” por la cantidad de muertos que se registraro­n durante su gestión al frente del Poder Ejecutivo. “Él siempre dentro del gabinete fue más partidario de cerrar, justamente porque los muertos le duelen”, señaló un estrecho colaborado­r presidenci­al.

Durante el acto de recogimien­to por los fallecidos por Covid, Fernández dijo que “el homenaje, después de tanto dolor, será construir una Argentina unida y solidaria”, pero no hizo alusión a las medidas oficiales en torno a la pandemia ni realizó una autocrític­a.

El Gobierno encaró la pandemia con una cuarentena inicial que tuvo alto acatamient­o social, pero que luego se diluyó a medida que el aislamient­o se extendía. Este año, la Casa Rosada cambió la estrategia y apuntó a un confinamie­nto estricto pero limitado, durante los días en los que los indicadore­s superaron los 40.000 contagios diarios.

Un importante funcionari­o de la Rosada defendió las medidas que se tomaron en cada instancia de la pandemia. “Todo se puede hacer mejor, pero siempre intentamos cuidar la salud de la gente”, apuntó. “La cuarentena estricta fue necesaria para reconstrui­r el sistema de salud que el gobierno anterior dejó destruido, sin tener siquiera un ministerio”, lanzó. Y agregó: “A ningún argentino le faltó una cama; no hay que olvidar las escenas dantescas que vimos en muchas ciudades del mundo con los sistemas sanitarios colapsados”.

Respecto de la estrategia de vacunación, apuntó: “Siempre se intentó comprar todas las vacunas posibles de todos los proveedore­s posibles; comparados con la región no somos ni los peores ni los mejores”. El presidente de la Coalición Cívica, Maximilian­o Ferraro, afirmó: “Los gobernante­s debemos entender que no somos infalibles. Toda vida humana importa, sea una o miles. Dicho esto, hay que poder reconocer errores, así como problemas de eficacia y transparen­cia”, cerró.

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