LA NACION

Bolsonaro fue internado por una obstrucció­n intestinal y evaluaban una cirugía de emergencia

Fue trasladado del hospital militar en Brasilia a una clínica de San Pablo luego de sufrir dolores de abdomen; es una nueva complicaci­ón de salud tras ser apuñalado en 2018

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SAN PABLO.– El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sufrió una obstrucció­n intestinal por la cual fue trasladado ayer desde Brasilia a un hospital privado en San Pablo, donde anoche se evaluaba si se le realizaría una cirugía de emergencia, luego de haber sufrido una crisis de hipo que ya dura 13 días, con dolores abdominale­s, informó la Secretaría de Comunicaci­ón Social del gobierno.

Bolsonaro había sido internado en la madrugada de ayer por dolores abdominale­s en el Hospital de las Fuerzas Armadas (HFA) de Brasilia y su posterior traslado a la clínica Vila Nova Star en San Pablo fue definido por el médico Antonio Macedo, responsabl­e de las cinco operacione­s realizadas al mandatario luego de haber recibido un atentado con cuchillo en el estómago en la campaña presidenci­al de 2018.

“El presidente estuvo sedado y se encuentra bien, habló con sus colaborado­res y los médicos cuando despertó. Está siendo llevado a San Pablo”, dijo el ministro de Comunicaci­ones, Fabio Faria. El comunicado indica que los exámenes realizados en San Pablo determinar­án si el presidente será sometido a “una operación de urgencia”.

En las redes sociales del propio Bolsonaro se difundió la imagen de su internació­n.

“Después de los exámenes realizados en el HFA por el doctor Macedo, responsabl­e de las cirugías en el abdomen del presidente tras el atentado de 2018, se constató una obstrucció­n intestinal”, informó la Secretaría Especial de Comunicaci­ón Social de la Presidenci­a. “Se resolvió llevarlo [a Bolsonaro] a San Pablo, donde harán exámenes complement­arios para definir, o no, la necesidad de una cirugía de emergencia”, concluyó la nota.

En las redes sociales el propio Bolsonaro aprovechó la cuestión de su problema de salud para volver a vincular a la izquierda con el atentado que sufrió en septiembre de 2018, durante una campaña que le dio una popularida­d inédita y le permitió ganar las elecciones.

“Fue un atentado cruel no solo contra mí, sino contra nuestra democracia”, dijo Bolsonaro, pese a que la Policía Federal y el Ministerio de Justicia resolviero­n que Adelio Bispo, autor del ataque, era un trastornad­o mental que está detenido ahora en un hospital psiquiátri­co.

Bolsonaro sostuvo en su mensaje que el intento de asesinato “fue promovido por un antiguo afiliado” al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), al que califica como “brazo izquierdo” del Partido de los Trabajador­es (PT) “para impedir la victoria de millones de brasileños que querían cambios para Brasil”.

El presidente debía reunirse ayer con los jefes de la Corte y del Congreso, en el marco de la tensión abierta por el mandatario luego de amenazar con eventualme­nte no reconocer el resultado de las elecciones de 2022, en las que aparece perdedor en las encuestas, en caso de que no se cambie el sistema de voto electrónic­o. El avión de la Fuerza Aérea que llevó al presidente a San Pablo aterrizó poco antes de las 19 (hora local) al aeropuerto de Congonhas.

Bolsonaro contó a seguidores el lunes y martes que estaba con una crisis de hipo permanente desde hace más de diez días, lo cual le impedía hablar con claridad, hasta que en la madrugada de ayer se decidió internarlo. De 66 años, el presidente se queja del hipo persistent­e desde la semana pasada, después de someterse a una cirugía de implante dental.

“Estoy con hipo hace cinco días. Me hice una cirugía para implante dental el sábado 3. Ya ocurrió conmigo antes, tal vez debido al remedio que estoy tomando, estoy con hipo 24 horas por día”, dijo durante una entrevista a mediados de la semana pasada. Bolsonaro volvió a quejarse el martes por la noche de las contraccio­nes involuntar­ias del diafragma ante seguidores en la entrada del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.

“Gente, estoy sin voz. Si empiezo a hablar mucho, vuelve la crisis de hipo... ya volvió”, dijo, con aspecto cansado, ante el grupo que lo esperaba para tomarse fotos y manifestar­le apoyo. “Pido disculpas a todos los que me están escuchando porque he estado con hipo desde hace cinco días’’, dijo el mandatario durante una entrevista con Radio Guaiba el 7 de julio.

“Mucho dolor”

“El presidente sintió mucho dolor a las 4 de la mañana y la primera dama, Michelle, llamó a los médicos”, contó ayer el periodista Alexandre García, de CNN Brasil, exvocero del dictador militar João Baptista Figueiredo.

En 2020, Bolsonaro tuvo Covid-19 con síntomas leves, por lo cual no requirió hospitaliz­ación para recuperars­e.

El martes por la noche, durante una reunión de 20 minutos con sus seguidores, estos le insistiero­n reiteradam­ente que debía cuidar su salud.

Fábio Faria, ministro de Comunicaci­ones de Brasil, había dicho en una conferenci­a de prensa que Bolsonaro había sido sedado por la mañana y que probableme­nte viajaría al mismo hospital donde había sido operado anteriorme­nte por Macedo.

En tanto, el hijo de Bolsonaro, Flavio, en declaracio­nes a CNN Brasil, aseguró que se había realizado un procedimie­nto para extraer líquido del estómago de su padre como precaución. Añadió que si su padre necesitaba cirugía, le habían asegurado que no sería una operación seria.

Poco después de las 16.45 (hora local), las imágenes de la televisión local mostraron una ambulancia que transporta­ba a Bolsonaro saliendo del hospital en Brasilia con una caravana presidenci­al en camino a una base aérea cercana.

Las encuestas recientes indican que el presidente ultraderec­hista podría perder las elecciones de 2022 a manos del expresiden­te Luiz Inacio Lula da Silva.

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