Economía calificó como “muy positiva” la reunión con Yellen, pero hay dudas
Pese a los avances, EE.UU. no ratificó aún el apoyo político en la negociación de la Argentina con el FMI
Tras el paso del ministro de Economía, Martín Guzmán, por la reunión del G-20 en Venecia, en el Palacio de Hacienda consideraron “muy positiva” la primera reunión presencial con la secretaria del Tesoro de los EE.UU., Janet Yellen, aunque no confirmaron que, tras la misma, el país con mayor peso dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI) haya dado su apoyo al sentido que el Gobierno de Alberto Fernández busca darle al proceso de renegociación de la deuda por US$45.000 millones.
“Fue muy positiva”, contaron desde el Ministerio de Economía. “Fue una reunión en la que charlamos en detalle sobre qué propone [la Argentina] y cuáles son los problemas que enfrenta. Buscamos cosechar ese apoyo también”, destacaron sobre ese encuentro. Lo mismo señalaron de la bilateral –la primera también– con Japón, uno de los grandes acreedores de la Argentina en el Club de París.
“Todos los países a los que vimos cara a cara terminaron apoyando en el FMI lo que veníamos proponiendo. Es importante hablar. Es la primera bilateral. Veremos cómo sigue”, completaron sobre la cita con Yellen. Guzmán mantuvo bilaterales además con México, Rusia, Alemania, Francia, España, Italia y Corea del Sur, entre otros países.
El ministro de Economía había visitado el Tesoro durante su última visita a Washington –nunca dijo quién lo recibió–, y había además hablado por teléfono el mes pasado con el número dos de Yellen, Wally Adeyemo. Semanas atrás, el gobierno de Joe Biden había remarcado que un eventual respaldo de EE.UU. a la Argentina en el Fondo y el Club de París dependía de un plan económico “sólido” del Gobierno.
Ya con Guzmán en el país, fue hisopado y hace teletrabajo por 24 horas, en el Ministerio de Economía celebraron que haya habido algunos avances en cuestiones que la Argentina empuja dentro del G-20. En las mismas incluyen los sobrecargos de tasa de interés que pagan los países con acceso excepcional (la Argentina pidió 187,5% de su cuota y por eso paga 200 puntos básicos más), la constitución de un fondo de resiliencia y sostenibilidad con una inyección de aportes de derechos especiales de giro (DEG) que no sean utilizados por países desarrollados y que puedan engrosar las reservas de naciones de ingresos bajos y medios (hubo un encuentro de países emergentes el sábado con Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI, en el que hubo avances en la constitución del mecanismo), y la nueva tributación global acordada previamente en el marco de la OCDE. “Fueron resultados muy positivos”, consideraron.
Sin embargo, dos de los obstáculos que Guzmán había marcado como claves a la hora de cerrar un nuevo programa con el FMI todavía no habían sido despejados pese a que se registraron avances: la posibilidad de que aparezcan nuevas líneas de crédito con mayores plazos a las actuales en el menú del Fondo surgieron en el horizonte del G-20; también la idea de debatir en el organismo la suspensión de los sobrecargos. Esto, incluso, entró en el comunicado final. No obstante, en Economía reconocieron que ambos procesos avanzan, pero no estarían cerrados durante este año. Allí no quisieron confirmar si igualmente puede cerrarse un programa con el Fondo sin esas definiciones. El Gobierno debe acordar un programa con el organismo antes de fines de marzo de 2022, según se comprometió semanas atrás con los integrantes del Club de París (los mismos acreedores que se sientan en el board del FMI) para poder refinanciar la deuda pendiente.
“Se ha hecho mucho trabajo con la gente de legales. No está confirmado. Pero lo vemos encaminado. Es posible”, señalaron con relación a la cláusula que pide el Gobierno al Fondo para saltar del Programa de Facilidades Extendidas a un posible programa con más beneficios a futuro. “Venimos dando estos pasos. Esperamos que el directorio del FMI trate este asunto. Buscamos cosechar los apoyos necesarios”, dijeron de la sobretasa que le cuesta al país casi US$1000 millones al año. “Queremos avanzar con todo esto lo más rápido que se pueda. Pero primero buscamos que sea un programa que tenga un sentido. Buscamos un programa que impida un shock desestabilizante”, dijeron.
Guzmán encabezó las reuniones con Julie Kozack y Luis Cubeddu. En comunicados de Economía y el FMI se afirmó que hubo avances en el desarrollo del mercado de capitales, la administración tributaria y el desarrollo de exportaciones.