DE LOS LECTORES
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Solo un número
¿Cuándo dejamos de ser nación para ser solo un número que es utilizado para cálculos mezquinos? Afectados por la actual pandemia, somos un número de contagios y un número de decesos. El pasado 9 de julio, un número de concurrentes a las diferentes marchas. A diario, y desde que estamos en pleno deterioro económico, un número de pobres, un número de analfabetos.
Es en la frialdad del número donde perdemos noción de la gravedad de la situación en la que la nación está sumergida. Una ironía. La mayoría de los jóvenes que cursan su etapa escolar consideran al número y las materias con él relacionadas una verdadera pesadilla. Por ello es desafío urgente revisar la enseñanza de las matemáticas. Será un impulso sustancial en el proceso de reconstrucción nacional.
Gabriela Peisajovich
DNI 17.801.625
Dignidad violentada
No hay vocablo que responda mejor a su etimología que “burocracia”, el gobierno de los escritorios. Desde algún sitial oscuro, un funcionario puesto allí vaya a saber por qué vinculación familiar o política adopta una decisión que considera “genial”, sin estar preparado para ello ni para medir sus consecuencias. Así ocurrió con la decisión de dejar varados a los argentinos en el exterior, sin haber previsto el drama que significa para cada uno de ellos: las reservas hoteleras caducan, el dinero se acaba, la medicación prevista para el viaje se agota y los trabajos que esperaban en nuestro país se pierden. En mi caso particular, no vine a Madrid de vacaciones, como ironiza algún que otro funcionario, ni se me hubiese ocurrido hacerlo en el verano europeo. Simplemente viajé para visitar a mis hijos y mis nietos, aquí radicados, porque estoy en una altura de mi vida en la que el tiempo que pierdo de disfrutar de mis afectos no lo recuperaré. Como abogado podría decir que impedir mi retorno vulnera mis garantías constitucionales, pero, lo que es peor, es que violenta mi dignidad.
Diego Norberto Quirno
DNI 8.490.006
Bloqueo
El Presidente dice no saber qué pasa en Cuba y pide levantar el bloqueo a la isla, que no existe, mientras miles de argentinos están bloqueados en el exterior por el Gobierno.
Señor Presidente, con todo respeto, mas coherencia y menos cinismo.
Juan Bautista Garona ganix.garona1952@gmail.com
Una sola razón
Señor Presidente, le pregunto a usted si puede dar a la ciudadanía una sola razón por no haber comprado la vacuna de Pfizer. Una sola que justifique haber dejado morir muchas personas que no hubieran muerto si hubieran sido vacunadas. En este período de varios meses todos hemos conocido a muchas de ellas. No queremos hablar de otro tema. Estamos muy enojados, desilusionados, sentimos una gran impotencia, no lo podemos creer. Queremos una respuesta. Nos cuesta mucho creer que no se haya comprado esta vacuna por factores políticos o por luchas de poder o por cuestiones ideológicas o intereses personales. No he podido encontrar una sola razón que justifique este sufrimiento que podría haberse mitigado y no se hizo.
Señor Presidente, usted ha sido elegido por la ciudadanía para liderar y tomar las decisiones más importantes de la nación, usted es empleado y su jefe es la ciudadanía. En este momento necesitamos su respuesta. Quizás no se ha podido distinguir cuál era y es aún la prioridad en un momento de pandemia de conseguir lo antes posible las vacunas para salvar vidas. El líder es elegido para distinguir las prioridades y tomar acciones. Señor Presidente, para entender cómo toma usted las decisiones necesitamos una sola razón que haya hecho que usted no haya comprado las vacunas
de Pfizer desde hace ya varios meses.
Guillermo Simone
DNI 13.211.899
Abandono en Rauch
Después de observar el castillo San Francisco, ubicado en la ciudad bonaerense de Rauch, constaté su alarmante grado de deterioro. Mi decepción fue mayúscula porque se trata de una excelente pieza histórica y arquitectónica. Las autoridades municipales deberían despojarse del desinterés que evidencian y encarar su restauración sin más dilaciones. Un impacto similar recibí luego de desplazarme por la parada ferroviaria local. Desde hace varios años el servicio de pasajeros que la beneficiaba, entre Plaza Constitución y Tandil, es nulo y trae aparejado un considerable perjuicio social y económico. Nadie pisa los baldosones gastados de la estación. Ningún viajero transita el andén. Todo es silencio. Razones presupuestarias les pusieron candado a convoyes que fueron necesarios y de los cuales, alguna vez, la ciudad debió depender forzosamente, cuando el transporte de micros de larga distancia no existía o era incipiente. Hoy, el paso del tren, por ese lugar cuasi abandonado, ya no se justifica. Por lo menos es lo que algunos obstinados creen. Dejó de ser rentable, afirman. Mientras tanto, las instalaciones se mantienen completas y aseadas. Como esperando el trajinar renovado de pasajeros con sus valijas. Deseando que, de nuevo, un tren atronador los sobresalte con su concierto de hierros y silbatos. Queda una mirada final, húmeda por culpa de una lágrima que inevitablemente se escapa.
Alejandro De Muro
demuroalejandro4@gmail.com
Perros abandonados
Ayer pude ver cómo un pobre perro era atropellado por un automóvil. El animal abandonado corría por la calle Arroyo; asustado y desorientado intentaba cruzar la avenida 9 de Julio. Buenos Aires está llena de animales vagabundos que viven miserablemente y son maltratados. El gobierno de CABA debería implementar –como en otras ciudades del mundo– un equipo de rescatistas profesionales y un refugio donde los animales puedan ser atendidos y cuidados a la espera de una posible adopción y una vida digna.
Daniel Echeveste Arteaga
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