Independiente tiene obstáculos: lesiones, castigos, deudas y... Santos
El equipo dirigido por Falcioni retoma la Copa Sudamericana con antiguos problemas; hoy, a las 19.15, juega en Brasil
Independiente arranca la nueva temporada volviendo “al lugar del hecho”. O, en realidad, más o menos cerca. Fue en Brasil, aunque en Salvador de Bahía, donde el Rojo se hizo fuerte para superar una situación impensada. La pandemia, la prohibición de ingreso y repatriación de varios jugadores, la obligación de afrontar un partido clave en inferioridad de condiciones, sin entrenador y con muchos suplentes endureció al plantel, el 2-2 final fue un empujón anímico y el envión duró lo suficiente como para llevarlo a ganar su grupo en la Copa Sudamericana y alcanzar las semifinales en la Copa de la Liga Profesional.
Aquello ocurrió a principios de mayo, y hoy, dos meses y medio más tarde, Brasil será otra vez el escenario, en este caso frente al Santos en Vila Belmiro (19.15, ESPN, con arbitraje del colombiano William Rol- dán), donde el equipo dirigido por Julio César Falcioni deberá demostrar fortaleza física, mental y futbolística para arrancar con buen pie un semestre con obstáculos.
Hace ya bastante tiempo que nada le resulta apacible al Rey de Copas. Los octavos de final de la Sudamericana no son la excepción. El sorteo le deparó un rival complicado, más allá de su marcha a los tumbos en el Brasileirao, pero a la desventaja de la falta de ritmo competitivo que abarca a todos los equipos argentinos en esta época del año, hay que sumar los déficits propios.
Independiente viajó a San Pablo sin más caras nuevas que un par de chicos de la reserva. Inhibido de inscribir nuevos jugadores por antiguas deudas (al Torino por el pase de Gastón Silva y al chileno Francisco Silva, a las que mañana podría sumarse otra del América de México por el pase de Cecilio Domínguez), el entrenador no podrá contar con Joaquín Laso, única incorporación invernal hasta la fecha.
Desde su llegada al club, Falcioni insistió en reforzar el centro de la defensa, más aún tras las partidas de Alexander Barboza y Alan Franco a principios de 2021. Pero pese al buen resultado que le dio el fichaje de José Manuel Insaurralde, la zona le sigue dando dolores de cabeza. Sergio Barreto debe cumplir ante Santos un partido de sanción por acumulación de amarillas y el ansiado debut de Ezequiel Muñoz sigue retrasándose, ya que el ex Lanús sufrió un desgarro en la pretemporada. Así las cosas y sin el concurso de Laso, el Emperador deberá recurrir nuevamente a Ayrton Costa y Patricio Ostachuk, los pibes que tuvieron que crecer de golpe en los últimos meses.
La falta de recursos para reforzar un plantel que además vio partir en este receso a Jonathan Menéndez, Pablo Hernández, Adrián Arregui, Nicolás Messiniti y Marcos Landaburu, le quitarían el optimismo a cualquiera. No a Falcioni: “Para sorpresa de muchos hicimos una buena campaña el semestre pasado. La idea era sumar a alguien con experiencia para dar un salto de calidad, pero lo intentaremos con los juveniles, que también son el futuro del club”, decía el técnico en la charla previa al viaje a Brasil, y agregaba: “Tenemos más consistencia que antes y eso ayudará a los chicos que vayamos lanzando cuando haga falta”.
En Vila Belmiro espera Santos, que ya no es el equipo que perdió la Libertadores 2020 sobre la hora. El Peixe lleva un año ajetreado. Se fueron Lucas Veríssimo, Soteldo y Diego Pituca, los sustitutos no alcanzaron su nivel y la irregularidad es su sello. La rápida debacle en el torneo paulista se llevó por delante en apenas dos meses el ciclo de Ariel Holan; ganó y perdió durante la primera etapa de la Libertadores hasta ser superado por el Barcelona de Guayaquil y “caer” a la Sudamericana; y la actual marcha en el Brasileirao continúa la misma senda: 4 victorias, 3 empates y 4 derrotas en 11 partidos, aunque con el detalle de mantenerse invicto en su estadio.
Así llega Independiente al estreno de la segunda mitad del año. Con tantas expectativas como incertidumbres, con deudas y promesas. También con las ganas intactas de que Brasil vuelva a darle un envión.