Comedias negras de seres marginales
teatro. El género que cultiva Claudio Gotbeter, de regreso con Los últimos suicidas
Le interesa investigar las conductas de personajes que escapan de cierta normalidad y no aceptan las reglas sociales dominantes. Desde hace varios años el autor y director Claudio Gotbeter lleva a escena unas comedias negras que escribe en bares y cuyos argumentos se alimentan no sólo de su provocadora imaginación sino que, además, muchas veces incluye a seres que observa desde la mesa de un café.
El autor de obras como Desquiciadas, La prudencia, Los irreverentes, Coprófagos en su tinta o Maldita nada de nada estrenó una nueva producción en el Picadilly. Se trata de Los últimos suicidas, con un elenco conformado por Ana Margarita Wright, Julia Fiks y María Otilia Plastine.
El mundo que expone en escena está compuesto por tres mujeres que se juntan semanalmente. Integran un grupo de autoayuda para pesimistas que no logra encontrar un facilitador que las contenga. En una especie de eterna espera comienzan a mostrar quiénes son, cómo piensan, qué desean.
La pieza fue concebida a principios de 2019. Un buen día Gotbeter se encontró leyendo diversos materiales del filósofo coreano Byung-chul Han y en ellos descubrió muchas referencias ligadas con su trabajo personal. “Coincido exactamente con lo que él plantea –explica el dramaturgo–. Habla de una sociedad paliativa que necesita eliminar el dolor, las frustraciones. En ella se impone un positivismo a ultranza que no da pie a un crecimiento y a una elaboración de las cosas. Todo apunta a ser más productivo pero no más pensante. Dice que lo que está ocurriendo es que necesitamos quedarnos en la superficie y así nos convertimos en una especie de muertos vivos. Lo ideal sería ser lo más feliz posible porque así producís más”.
Los últimos suicidas se ensayó durante un año. Claudio Gotbeter explica que no puede montar una obra en dos meses o tres. Necesita un tiempo de elaboración mayor que le posibilite investigar junto a sus actores (en este caso actrices). Al creador tampoco le interesa crear junto a un elenco, prefiere los grupos consolidados. Con las intérpretes con las que encaró esta nueva producción comparte el trabajo desde hace varios años.
“Prefiero los procesos de trabajo antes que obtener resultados. En general la gente está todo el tiempo mirando y buscando ese resultado que tiene que derivar en el éxito. Y además con un agravante, tiene que ser ya”, aclara. En tiempos de pandemia el autor y director estuvo bastante parado. Decidió no embarcarse en proyectos de streaming o teatro filmado, decidió esperar a que se den las posibilidades para concretar su estreno de manera presencial. Tenía prevista una gira internacional que lo llevaría a La Habana, México, España, Varsovia, pero no pudo concretarse. Sus obras se representan en 27 países y en su mayoría son divulgadas por diferentes universidades. Esto hace que anualmente sea convocado para dictar seminarios y él aprovecha para presentar alguna obra.
Ni bien se produzca el estreno de Los últimos suicidas comenzará a ensayar un nuevo texto. Se trata de Mordida de nosocomio. Los personajes están internados en un hospital en el que desaparecieron los médicos y las enfermeras. Solo quedaron los enfermos. “En realidad se produce un acto de canibalismo. Ellos se los comieron. Van a creer que la escribí en tiempos de pandemia porque se habla de una epidemia, pero es anterior. Vuelvo a referirme a gente a la que las cosas no le salen bien. Esos seres siempre me interesaron más que los exitosos. Siempre necesito ir más profundo y siento que no llegué a la mitad de lo que quería. Necesito meter la mano más a fondo, eliminar lo máximo posible la mentira. Soy impiadoso a la hora de exigirme encontrar la verdad. Se que hay una capa más atrás y esto de elegir las comedias negras es eso: busco poder reírme de lo más trágico. los últimos suicidas Picadilly, Corrientes 1524 Jueves, a las 20