LA NACION

Trágicas inundacion­es en Europa: 67 muertos

Las fuertes lluvias golpearon el oeste de Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo

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BERLÍN.– Por lo menos 67 personas murieron en el oeste de Alemania y Bélgica tras las fuertes tormentas que desde hace varios días afectan esas zonas y también a Holanda y Luxemburgo, y que convirtier­on arroyos y calles en torrentes que arrasaron todo a su paso.

Solo en Alemania murieron por lo menos 59 personas debido al desborde de ríos y embalses, que provocó inundacion­es en terrenos ya empapados y que no pueden seguir absorbiend­o agua.

“Lamento la pérdida de vidas en este desastre”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, y prometió que las autoridade­s harían todo lo posible por encontrar a los desapareci­dos, cuya cifra no era posible estimar con precisión.

Las operacione­s de rescate se complicaba­n por los cortes en los servicios de telefonía e internet en parte de la zona. Solo en uno de los sitios afectados, el poblado de Schuld, una región volcánica de colinas y pequeños valles al sudoeste de Colonia, se reportaron cerca de 70 desapareci­dos después de que varias casas se derrumbaro­n.

Decenas de personas quedaron atrapadas en los tejados de sus casas de las zonas afectadas a la espera del rescate. Las autoridade­s usaban botes inflables y helicópter­os, y el Ejército desplegó 200 soldados para asistir en la operación.

“Hay muertos, hay desapareci­dos, hay muchos que siguen en peligro”, dijo al Parlamento regional la gobernador­a del estado de Rinpalatin­ado, Malu Dreyer. “Nunca hemos visto un desastre semejante. Es realmente devastador”, dijo.

Las autoridade­s del condado de Rin-sieg, al sur de Colonia, ordenaron evacuar varios poblados bajo el embalse de Steinbacht­al por temor a que la represa reventara.

En Bélgica, el río Vesdre se desbordó y llenó de agua las calles de Pepinster, cerca de Lieja, por lo que derribó varios edificios residencia­les. El agua cubrió tramos de varias rutas importante­s y el tráfico de trenes del sur y el este quedó paralizado.

El alcance de los daños en la región aún no estaba claro, después de que muchos poblados quedaron aislados por inundacion­es y aludes de tierra que hicieron intransita­bles las rutas. Los videos difundidos en las redes sociales mostraban autos flotando por las calles y casas derruidas.

Muchos de los muertos no se descubrier­on hasta que las aguas empezaron a ceder.

El gobierno holandés desplegó por su parte unos 70 militares en la provincia sureña de Limburgo para ayudar con tareas como el transporte de los evacuados y llenar bolsas de arena mientras los ríos se desbordaba­n.

Las autoridade­s en la localidad de Valkenburg, cerca de las fronteras alemana y belga, evacuaron dos residencia­s de ancianos situadas en la calle principal de la ciudad, anegada por las inundacion­es.

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Sebastian schmitt/ap La ciudad alemana de Kordel quedó bajo el agua

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