Cae el empleo asalariado en el país y aumenta el trabajo precarizado
Según datos oficiales del primer trimestre del año, bajó el número de trabajadores con salario registrado e informal; creció el cuentapropismo
En una Argentina atravesada por la recesión económica y por la pandemia de coronavirus uno de los grandes afectados es el empleo, que no solo cayó, sino que muestra una precarización cada vez mayor: mientras que se redujo tanto el número de trabajadores asalariados registrados como el de no registrados, aumentaron levemente los puestos de trabajo no asalariados.
Según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el primer trimestre del año los puestos de trabajo totales exhiben un descenso de 1,6% con relación al mismo trimestre del año pasado, en un mix que reflejó una caída de los puestos de trabajo asalariados (-2,4%) y un aumento de los puestos no asalariados (0,5%).
Asimismo, dentro de los trabajadores registrados se puede discriminar entre los registrados y los no registrados: mientras que en el primer caso la retracción fue de 1,3%, en el segundo alcanzó un 4,6%.
Jorge Colina, director de la consultora Idesa, comentó que se observa una tendencia a la caída del empleo asalariado no registrado, con mayor énfasis en el asalariado formal, al tiempo que se produce un aumento del cuentapropismo. “Estos datos son anteriores al Covid, pero con la pandemia la tendencia se profundizó. Hoy, el único tipo de empleo que creció por encima del nivel prepandemia es el cuentapropismo. El asalariado registrado sigue abajo, aunque levemente, mientras que el empleo asalariado no registrado está muy por debajo del nivel prepandemia”, explicó.
Por su parte, Agustín Salvia, jefe del Observatorio de la Deuda Social de la universidad católica argentina (UCA), remarcó que ha habido una caída en el empleo asalariado, pero que esta ha sido más significativa en el caso del no registrado, es decir, de los trabajadores más precarizados. “Estos son los que más se han tenido que precarizar, porque son los que mayor caída de ingreso real tuvieron. Y obviamente, hay una mayor competencia en el trabajo cuenta propia no registrado, que también se precarizó, no solo porque perdió ingresos sino porque cayó su nivel de actividad”, señaló el sociólogo.
Los asalariados que pierden su trabajo, tanto registrado como no registrado, se vuelcan a actividades “de refugio”, y empiezan a llevar a cabo tareas más precarias con menores ingresos reales, respecto de 2020. “Eso se refleja también en la estadística de las horas trabajadas: mientras que caen las de los asalariados [en mayor magnitud que la pérdida de empleos], aumentan las de los no asalariados. Y eso se da porque crece el número de trabajadores por cuenta propia, que a su vez, deben trabajar más que antes para no perder más ingresos en un contexto inflacionario y de caída del nivel de actividad general”, destacó Salvia.