Murió uno de los curas condenados por abuso de menores
Nicola Corradi tenía 85 años y había sido beneficiado con la prisión domiciliaria luego de la sentencia a 42 años de prisión
MENDOZA.– A los 85 años, murió ayer Nicola Corradi, el cura condenado por los abusos sexuales de niños sordos en el Instituto Antonio Próvolo. El hombre, que padecía varias enfermedades, se encontraba en prisión domiciliaria en un hogar de ancianos y su muerte fue confirmada por el Ministerio Público Fiscal de la provincia.
Nicola Bruno Corradi Soliman, quien llegó al país desde Italia, y luego a Mendoza, desde La Plata, fue el director del establecimiento durante décadas y en el primer juicio, realizado en noviembre de 2019, fue sentenciando a 42 años de cárcel por 20 de casos de vejámenes y corrupción de menores en tierra cuyana ocurridos entre 2007 y 2016. En ese proceso, el cura Horacio Corbacho, de 60, recibió la pena de 45 años de cárcel, y el jardinero Armando Gómez, de 18 años.
Por estos días se realiza en la provincia el segundo debate que tiene en el banquillo de los acusados a 9 mujeres, imputadas de ser colaboradas de los abusadores. Podrían recibir penas similares a las impuestas a los religiosos, quienes además quedaron inhabilitados de por vida para ejercer el sacerdocio.
El caso Próvolo salió a la luz pública en Mendoza el 25 de noviembre de 2016, tras una serie de allanamientos en el instituto de Luján de Cuyo. Se detuvo a los sacerdotes y a un grupo de empleados de la institución educativa religiosa para chicos hipoacúsicos, quienes en su mayoría residían en el lugar. Los abusos sistemáticos de los menores durante años, desde fines de la década del 90, no se limitaron a la provincia cuyana, sino que tuvieron su repetición en La Plata, donde se encuentra otra sede de la entidad italiana. Allí también quedó en la mira el cura Corradi, aunque en la capital bonaerense la Justicia declaró prescripta la causa, por hechos cometidos en la década del 80.
De todas maneras, la fiscalía platense dejó en claro que Corradi fue la máxima autoridad del instituto de 1970 a 1997 y que estaba acusado de los delitos de “abuso sexual simple agravado por su condición de ministro del culto católico y encargado de la guarda por el grave daño en la salud de la víctima y reiterado cuanto menos en tres hechos, y abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado por lo menos en cinco hechos en su calidad de partícipe necesario”.
Corradi, nacido en Verona el 16 de enero de 1936, estuvo hasta 1969 en el Instituto Próvolo de esa ciudad del norte italiano. Allí se registraron las primeras denuncias de abusos. Tras esos casos, Corradi cruzó el océano Atlántico. Según consta en la causa, pisó suelo argentino el 31 de enero de 1970. Estuvo en la sede del instituto platense hasta marzo de 1997. En esa fecha fue trasladado a la flamante sede Mendoza del Próvolo, donde fue el jefe máximo y, según definió la Justicia, responsable del abuso de menores.