el salto de calidad de un éxito
El nuevo Renault Duster Iconic 4x4 coloca la doble tracción al alcance de muchos usuarios con una oferta que incluye una mecánica muy eficiente, más tecnología, habitabilidad y gran solidez
Parece igual, pero no lo es. Esta segunda generación del Renault Duster es íntegramente nueva, más allá que los diseñadores se cuidaron muy bien de mantener una continuidad estética con el anterior, que llegó a nuestro mercado en 2011 y es un éxito con más de 130.000 unidades vendidas.
En el caso del Duster, segundas partes son mejores que las primeras: pero solo porque se adapta al gran cambio tecnológico, de confort y seguridad de la última década. Así, el salto de calidad en el nuevo Duster es grande, aunque sin perder la esencia del modelo desde el diseño, lo funcional y la solidez. Probamos la versión Iconic 4WD, única de la gama con doble tracción, que resulta el 4x4 más accesible del mercado y protagonista entre los B-SUV.
La nueva carrocería desde el diseño muestra el frontal actual que identifica a los productos del rombo, con parrilla cromada, paragolpes renovado y la firma lumínica en forma de C de las luces DRL de LED. El lateral, si bien es similar, muestra la cintura algo más alta y, en especial, la mayor inclinación del pilar A (y por lo tanto del parabrisas) para incrementar la aerodinámica y evitar ruidos por rozamiento del aire en ruta (algo que mejoró notoriamente respecto del Duster I). Atrás, también se modificaron casi todos los elementos estéticos, pero sin salir de la herencia original.
Desde lo estructural, este Duster que se fabrica en Envigado, Colombia, incorpora refuerzos que incrementan un 12,5% la rigidez torsional, algo vital para la robustez de un vehículo que puede salir fuera del asfalto. Como la plataforma no cambió, las medidas del nuevo Duster prácticamente no han cambiado, sigue siendo uno de los B-SUV más grandes (4,376 m de largo; 1,832 de ancho; 1,693 de alto y 2,673 de distancia entre ejes). Estas medidas hacen que el Duster mantenga su excelente habitabilidad interior, que incluye un baúl de 400 litros en esta versión 4x4 (475 L en la 4x2) debido al uso de una suspensión trasera del tipo independiente multibrazo y un auxilio con llanta de chapa, pero acertadamente de medida original.
El diseño interior es radicalmente nuevo: simple, pero muy funcional, en el que se destaca la pantalla táctil de 8” y el nuevo tablero, que combina instrumental analógico (velocímetro y tacómetro) y un display digital monocromo, pero que gracias a la computadora de viaje despliega gran cantidad de información. Otro paso al frente es en la ergonomía para el conductor y su postura de manejo (muy buena) que se debe a las nuevas butacas, mucho más cómodas, con mejor soporte lateral y regulables en altura, que se suma al ajuste doble del también nuevo volante (40 mm en altura y 50 mm en profundidad). El espacio trasero está justo para dos adultos o tres chicos, por el túnel de transmisión de la tracción 4x4, que limita la quinta plaza. Otras mejoras que aportó el nuevo diseño es el incremento del espacio para guardar objetos (ahora es de 20,3 L) y la insonorización. El equipamiento incluye climatizador automático, alerta de punto ciego y un buen sistema multimedia (con varias funciones y de uso intuitivo). Eso sí, solo tiene dos airbags.
De avanzada
La gran novedad de los Duster full (tanto éste como el Outsider 4x2) es el reemplazo del motor 2.0 L aspirado de 143 CV por el moderno TCE de 4 cilindros desarrollado por Nissanrenault y Daimler que, con 1.3 L, inyección directa y turbocompresor, desarrolla una potencia de 155 CV a 4000 rpm y un gran torque de 250 Nm (25,5 kgm) a solo 1800 rpm. En el caso de esta versión 4x4, está acoplado a una nueva caja de velocidades manual de 6 marchas (con palanca de recorrido muy cortos y precisos, pero no muy suaves), que está muy bien relacionada: cortas las primera marchas y más largas las altas, en especial la sexta, que ayuda a bajar el consumo en ruta/autopista. El conjunto está muy bien diagramado tanto para responder en el asfalto como en el off-road.
Para esto último, esta versión Iconic cuenta con un sistema de tracción (de origen Nissan) que cumple sobradamente su papel en trepadas –tiene excelentes ángulos de ataque (30°) y salida (32,5°), más un despeje de 216 mm–, barro, ripio y sobre todo la arena (la playa es un lugar ideal para ir con este B-SUV). En las pruebas se comportó muy bien, lo que garantiza, sin exagerar porque no es un todoteterreno, hacer frente a cualquiera de esas superficies. El sistema dispone de un dial con tres modos:
2WD (simple delantera), Auto (4x4 inteligente, ideal también para asfalto resbaladizo) y Lock (4x4 con bloqueo de transmisión de torque 50% a cada eje), que se complementa con el asistente de arranque en pendiente y un control electrónico de descenso muy eficiente, que se activa con un botón. Toda la gama incorporó por fin control electrónico de estabilidad (ESP), que en el off-road actúa muy rápido y quizá hay que desconectarlo, pero en el asfalto es vital.
Así, este Duster (en modo 2WD) acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 s; de 0 a 400 m en 16,6 s, de 0 a 1000 m en 30,8 s y recupera de 80 a 120 km/h en 5ta. 8 s y en 6ta. en 10,3 s. Los consumos son de 10 L/100 km en ciudad y 9 L/100 km a 120/130 km/h. Este Duster mantiene el muy buen andar del anterior, tanto en el confort de marcha (suspensiones bastante mullidas) como en el comportamiento dinámico (aplomado y firme). Para destacar: la nueva dirección eléctrica (suave, precisa y rápida), que lo hace muy ágil para maniobrar y estacionar, y la notable mejora en el frenado (100 km/h a 0 en 40 metros). En suma, todo mejor a un precio de $2.831.000.