Sinatra, atrapado en un hit
Esta es la historia de un hombre encadenado a una canción, o de cómo Frank Sinatra odió a “Extraños en la noche” desde la primera vez que la escuchó, pero cuando la grabó jamás pudo dejar de cantarla. Sinatra fundó su propio sello musical para poder elegir a sus propios músicos y arreglistas y decidir su repertorio.
En 1966 le acercaron una canción compuesta por Bert Kaempfert con letra de Charles Singleton y Eddie Snyder. “No quiero cantar esto. Es una mierda”, dijo Frank, pero terminó aceptándola para que no cayera en manos de Tom Jones. Nadie esperaba que se convirtiera en un hit: el 9 de julio de 1966 alcanzó el número 1 en el ranking de Billboard, superando a “Paperback Writer”, de los Beatles. Ganó ese año varios Grammy. “Hay una canción que no soporto. Y por supuesto, ha llegado el momento tortuoso, no para ustedes, sino para mí”, dijo ante el público de Las Vegas. La cantó una vez más, porque odiaba a “Extraños en la noche”, pero más odiaba ser pobre. Una canción puede salvarte, pero también puede perseguirte, atraparte y convertirte en su esclavo.
Algo más...
Son muchos los artistas pop que detestaron sus éxitos. Nombremos a Madonna y “Like a Virgin”, a Robert Plant y “Escalera al Cielo”. Entre nosotros, a Nebbia, con “La balsa”, y a Spinetta, con “Muchacha ojos de papel” (que, entre amigos, llamaba con desprecio “Mucama ojos de papel”).