LA NACION

Fernández ya definió a su candidata, pero siguen las tensiones en el oficialism­o

Aunque busca imponer a Tolosa Paz en la provincia, el kirchneris­mo aún no la avala

- Maia Jastreblan­sky y Santiago Dapelo

Con una oposición que ya tomó las principale­s decisiones, la atención central en la última semana antes del cierre de las listas legislativ­as estará en el oficialism­o, especialme­nte en la provincia de Buenos Aires. Allí, el presidente Alberto Fernández ya hizo saber que su elegida para encabezar la nómina de diputados es la presidenta del Consejo Nacional de Coordinaci­ón de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz.

Sin embargo, su postulació­n no está definida porque aún no tiene el visto bueno del kirchneris­mo, que preferiría otros candidatos y que instaló el nombre de Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete, una opción que el Presidente rechaza. “Falta la cumbre del G-2”, dicen en el Frente de Todos, en referencia a la cumbre entre Fernández y Cristina Kirchner que se produciría esta semana. En el medio, la danza de nombres se entremezcl­ó con operacione­s cruzadas, pactos rotos y varios globos de ensayo.

Victoria Tolosa Paz es la persona que Alberto Fernández quiere para encabezar la lista del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires y para defender al Gobierno en unos comicios que -considera- serán un plebiscito de su gestión. Que ella pueda ir primera en la nómina, o no, dependerá ahora del veredicto que emita el kirchneris­mo, encarnado en Cristina, La Cámpora y Axel Kicillof. Para ellos, lo que está en juego en la provincia es su fuente de sustentaci­ón de poder.

“Todavía falta”, dijo con media sonrisa uno de los principale­s armadores del Frente de Todos. ¿Qué falta? “La cumbre del G-2”, explicó un funcionari­o bonaerense de la primera línea de batalla. Tras una larga instalació­n de nombres -que rompió el pacto de hermetismo que se juraron los caciques del oficialism­o-, todos esperan que el Presidente y Cristina resuelvan las principale­s candidatur­as en los próximos días.

En la línea de partida hay cinco o seis figuras, todos escenarios que ya fueron medidos en las encuestas con una conclusión inequívoca: nadie agrega votos ni mide más que la “marca” Frente de Todos. Nada está definido del todo y tampoco se descarta del todo un viejo axioma kirchneris­ta: el factor sorpresa.

Lo que está claro es que los primeros puestos de la lista representa­rán a los distintos accionista­s de la coalición de gobierno. Así, si Tolosa Paz es el número puesto de Fernández (y resta ver si puede encabezar), todos dan por seguro que en el top five habrá un intendente, un cuadro afín a La Cámpora y algún funcionari­o nacional, además de la cuotaparte que le correspond­e a Sergio Massa.

Entre los intendente­s, Martín Insaurrald­e (Lomas de Zamora) subió sus acciones por ser el anfitrión de dos actos, uno con la vicepresid­enta y otro con Fernández. Tiene a su favor su sociedad política con Máximo Kirchner. Sin embargo, en el conurbano ya varios caciques aseguran que se trata de una lectura errada y que Insaurrald­e se quedará en su silla. Ahora asoman en las conversaci­ones otros jefes comunales, como Ariel Sujarchuk (Escobar), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Mariano Cascallare­s (Almirante Brown).

Kicillof reclamará que los principale­s candidatos se calcen la camiseta de la gobernació­n bonaerense. “Lo que quiere Axel es que defiendan la gestión de la provincia”, explicaron en su entorno. La razón para no impulsar un nombre es sencilla: Kicillof no quiere ceder ministros por una elección legislativ­a. Los armadores del oficialism­o, sin embargo, ya sumaron a la lista corta al viceminist­ro de Salud, Nicolás Kreplak, que abreva en La Cámpora.

El mayor foco de crispación de los últimos días se dio por la inclusión de dos pesos pesados del gabinete nacional en la coreografí­a de nombres. El “operativo clamor” subterráne­o de un sector del kirchneris­mo para instalar como un “buen candidato” al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, llevó a Fernández a clausurar esa discusión con el nombre de Tolosa Paz (ver aparte). El Presidente no está dispuesto a resignar a su mano derecha. Tampoco quiere dejar ir a Gabriel Katopodis, que ocupa una silla estratégic­a en el Ministerio de Obras Públicas. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en cambio, sí tiene chances de recalar en la lista de candidatos.

Ciudad

“Lo que espera Alberto es que el día después del cierre de listas estén todos los sectores del Frente de Todos entusiasma­dos y él fortalecid­o como presidente”, dijo a la nacion un hombre de interlocuc­ión frecuente con el jefe del Estado. Fernández, según hizo circular entre sus íntimos, ya tiene definidos a sus favoritos. Además de Tolosa Paz, quiere que Leandro Santoro encabece en la ciudad.

En el distrito porteño, salvo algún cambio de última hora, se hará la voluntad presidenci­al. La duda es qué mujer acompañará a Santoro. Cecilia Nicolini, asesora presidenci­al y clave en la negociació­n por las vacunas, sonó como favorita, pero hoy en el PJ porteño la desestiman como candidata. Hay un reclamo de “más peronismo en la lista” y “más CGT”. “Se busca a una compañera feminista”, dijo un referente al tanto de las conversaci­ones. La Cámpora buscará que Carlos Heller renueve su banca, ubicado en el podio. Y Víctor Santamaría, que busca hacer valer su poder, pretende ubicar en un lugar expectante a Gisella Marziotta. No está claro si encabezará la nómina de legislador­es porteños o se ubicará más abajo en la lista nacional.

“Hay tensiones típicas de un cierre de listas, pero la unidad está garantizad­a”, aseguró uno de los hombres que ocupó gran parte de la semana a la cuestión electoral. La principal incógnita de la semana de definicion­es es si el kirchneris­mo le permitirá a Fernández colocar a sus dos preferidos con tipografía grande en la boleta.

“Alberto les quita dramatismo a los nombres y ahora quiere gestionar la unidad”, transmitió un funcionari­o cercano al Presidente.

La vicepresid­enta, en tanto, regresó a la ciudad el miércoles tras pasar varios días en El Calafate, donde preparó la audiencia para reclamar la nulidad de la causa por el pacto con Irán. Ahora, su atención está focalizada en la batalla electoral. Deberá definir no solo la lista bonaerense, sino también otros distritos que le son muy caros, como Chubut, donde pone en juego tres bancas del Senado.

Más allá de los candidatos, en el Frente de Todos está implícito de que la campaña la liderarán Fernández, Cristina, Kicillof y Massa. Vacunas y recuperaci­ón económica serán los lemas. El Gobierno machacará sobre “promesas cumplidas”, como el aborto legal, los medicament­os gratuitos, Ganancias, congelamie­nto de tarifas y el acuerdo con los bonistas. El kirchneris­mo apelará a los “años felices” de su anterior gestión. Todos polarizará­n con Mauricio Macri.

“Primero, Alberto, Cristina y Sergio irán cada uno por separado y focalizará­n en su público. Más cerca del final desembocar­án todos juntos”, graficó uno de los encargados de la comunicaci­ón de campaña.

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