Notre Dame, la catedral que vuelve a vivir
RECONSTRUCCIÓN _ Las autoridades francesas esperan que Notre Dame se pueda reabrir al culto en 2024
El reloj marca las horas y el calendario tiene fecha señalada: 26 de julio de 2024. Ese día se inaugurarán los Juegos Olímpicos en París, y la ciudad aspira hacerlo con una medalla ya ganada: la reapertura al culto de la Catedral de Notre de Dame. De momento las obras, delicadas en extremo cuando se trata de monumentos de semejante dimensión histórica, avanzan a buen paso.
En la última Nochebuena, enfundados en trajes de seguridad y bajo cascos reglamentarios, ocho integrantes del coro de la catedral ingresaron a las instalaciones arrasadas y realizaron el primer concierto después del catastrófico incendio de 2019. Luego, a fin de año y con patrocinio de la Unesco, Jean-michel Jarre presentó
Welcome to the Other Side, un recital virtual inmersivo que permitió recrear digitalmente los interiores de la catedral dañada. Ambos eventos tuvieron una fuerte carga simbólica. Cerraban un año asediado por la aparición del Covid-19 y anunciaban que, tras veinte meses dedicados a las tareas de limpieza y remoción de escombros, se daría inicio, ahora sí, a la reconstrucción. Por eso, para los parisinos el mes de julio no solo trae los preparativos para seguir los Juegos en Tokio; es el permiso para proyectarse a un futuro cercano y quizás mejor, sin la condena del virus, con la sede Olímpica en casa y uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad otra vez abierto al público.
Ese es el sueño de las autoridades y de los franceses de a pie; mientras tanto, los especialistas consideran que para la reconstrucción completa posiblemente haya que esperar más de una década. Carpinteros, andamistas, técnicos de acceso por cuerda, gruistas, organeros, maestros vidrieros, pintores, escultores, arqueólogos, investigadores: hay toda una comunidad de saber y de hacer unida en el desafío. El siglo XXI se mira en el siglo XII y, como siempre, la apuesta es a seguir adelante.