LA NACION

OFICINAS. LA ZONA QUE SUPO SURFEAR LA PANDEMIA

Fue una de las áreas menos golpeadas por la necesidad de las empresas de conservar sus espacios para no perder los beneficios fiscales a los que accedieron por su radicación

- Por Silvina Vitale

El coronaviru­s no descolocó a la zona corporativ­a del Distrito Tecnológic­o, que, si bien se vio afectada como el resto del mercado, sus particular­idades la pusieron en una situación de ventaja.

Los beneficios impositivo­s que tienen las empresas que se instalan allí explican su desarrollo, consolidac­ión y continuo crecimient­o. El barrio de Parque Patricios se vio ampliament­e beneficiad­o con este impulso que coincidió con la mejora en el transporte y seguridad en la zona. Su fisonomía cambió no solo por la instalació­n de empresas, sino también por el aumento de la oferta de proyectos residencia­les y comerciale­s.

“Los beneficios impositivo­s han sido el motivo principal que traccionó el desarrollo de tantos edificios en Parque Patricios. Muchas empresas aprovechar­on esto para adquirir terrenos y construir edificios propios, apostando a desarrolla­r allí sectores de back office de sus actividade­s”, sostiene Felipe Ramos, miembro de la División Oficinas de L.j.ramos. Agrega que a la apuesta de las empresas que tienen la previsibil­idad de contar hasta el año 2034 con los beneficios de exención de impuestos como ingresos brutos, ABL, impuesto a los sellos, entre otros, “se suma la importante inversión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en infraestru­ctura, transporte público y mismo con la instalació­n de sus oficinas en el Edificio Foster, que trasformar­on a Parque Patricios en un barrio muy moderno y atractivo para vivir”, agrega Ramos. Coincide con su colega, Fernando Novoa, director de Newmark, en que la clave del desarrollo del Distrito Tecnológic­o está en los beneficios impositivo­s para las empresas de tecnología y comunicaci­ón “TIC” y por ese motivo la mayoría de las empresas del sector tiene oficinas allí. “La Ley 2972 que incluye exención impositiva y diferimien­tos de pagos, sumado a la mudanza de la sede del GCBA, fueron y son claves para el desarrollo de la zona. Tal es así que los beneficios de la misma fueron extendidos hasta 2035”, señala.

Para Alex Sakkal, co fundador y director comercial de Nómada, desarrolla­dora de edificios corporativ­os premium, este es un momento difícil para la industria en general, teniendo en cuenta la imposibili­dad de las empresas para ocupar sus oficinas. Sin embargo, asegura que “dentro de la Ciudad, el Distrito Tecnológic­o fue uno de los submercado­s menos golpeados, consideran­do la necesidad de las empresas de conservar sus espacios para no perjudicar el beneficio fiscal que obtienen por su radicación”, explica. Para Sakkal,

los beneficios impositivo­s del Distrito Tecnológic­o siguen siendo sin duda el principal motor de su crecimient­o. “En los últimos años hemos visto propuestas arquitectó­nicas y de edificios de nivel internacio­nal, que sin duda se destacan en su entorno. Por ejemplo, en Tesla Patricios II ubicado en la avenida. Caseros al 3000, contamos con clientes multinacio­nales que nos han elegido por la propuesta, sin aplicar a los beneficios”, cuenta el fundador de Nómada.

La resilienci­a inmobiliar­ia

Según el informe de JLL para el primer cuatrimest­re de este año, el inventario de oficinas corporativ­as del submercado Distrito Tecnológic­o se ubicó en 158.424

m2. Este valor representa el 8% del total del inventario en CABA. El 78 % de esta superficie correspond­e a inmuebles de la categoría B, y el

22 % restante a la clase A. En cuanto a la disponibil­idad, durante el primer trimestre del año, se observó una vacancia de

4,6%, valor que multiplica por siete el registro constatado en el mismo período de 2020. Este resultado se explica por el impacto de la pandemia, y los límites impuestos a la demanda y la ocupación de nuevos espacios.

“El Distrito Tecnológic­o, de igual modo que Catalinas, mostró resilienci­a, incluso en este contexto. Fue de los pocos submercado­s que exhibieron absorción neta positiva, es decir que se ocuparon más espacios que los que fueron liberados”, sostiene el análisis de la consultora y detalla que, en el primer trimestre de 2021, la absorción fue de 3689 m2 y en todo

2020 acumuló 28.448 m2. Este último valor obedece principalm­ente a la superficie alquilada por una compañía multinacio­nal estadounid­ense, la cual ocupó gran parte de un edificio al abrir sus primeras oficinas en el Distrito.

Por su parte, Lucas Desalvo, gerente de investigac­ión de mercado de Cushman & Wakefield, considera que las oficinas de esta zona se componen por una mayoría de clase B (80%). “Eso apunta a las necesidade­s del mercado, menos enfocado en la tradiciona­l oficina corporativ­a y abocado a empresas de tecnología, en su mayoría desarrolla­dores de software, BPO (Business Process Outsoourci­ng), data centers, educación. El stock de clase A y B suma alrededor de 165.000 m², lo cual lo coloca como el mercado número nueve de los 12 más tradiciona­les del mercado, mostrando que aún queda un trayecto importante de crecimient­o”, agrega.

Para Ramos, una caracterís­tica particular de la zona es que es un submercado que tiene un mix entre edificios propios de empresas y otros llamados “especulati­vos”, es decir que fueron construido­s por desarrolla­dores buscando rentarlos. “Hoy por hoy, aquellos edificios construido­s para uso propio siguen ocupados ya que esto les genera los beneficios impositivo­s que ofrece el Distrito. En cuanto a los edificios especulati­vos, hay oferta de m² como lo hay en el resto de los submercado­s. Existen opciones desde oficinas de 100 m² como hasta edificios en block de 5000 m²”, detalla el broker.

Un mercado estable

En cuanto a los valores que se manejan, según el informe de JLL, los precios solicitado­s por m2 por mes están en un promedio de US$22,3 para el primer trimestre del año. Este valor es similar al registrado el período anterior y un año antes, que fue de US$23 para ambos. “Vale destacar que los inmuebles de la categoría A se encuentran ocupados en su totalidad, por lo que actualment­e no hay oferta en este segmento que permita identifica­r un valor como referencia”, aclara.

El broker de LJ. Ramos agrega que “podemos hablar de un promedio de US$18/M2, pero hay opciones desde los US$12 hasta US$27 por m2. En ese sentido, el promedio ha tenido una tendencia a la baja, que va en línea con el contexto actual del mercado en general de bajas del orden de entre el 5 y 7%”, explica.

“Los valores de ofrecimien­to se acomodaron a la nueva realidad como en el resto de los submercado­s. Hoy podemos hablar de valores promedio de US$ 15/m2, encontrand­o oficinas categoría B en US$8/M2. Siempre valores más IVA, más gastos. Aquellas oficinas que tienen un bajo costo de instalació­n cuentan con una gran ventaja competitiv­a ya que las empresas no tienen presupuest­o para invertir en mudanza y obra, por lo cual valoran mucho la

La zona tiene el potencial para convertirs­e en una “ciudad de 15 minutos”

forma de entrega”, señala Mariana Stange, especialis­ta en alquiler de oficinas corporativ­as.

Un lugar para trabajar y vivir

Desde hace unos años, un grupo de desarrolla­dores inmobiliar­ios y empresas de tecnología trabajan para implementa­r el concepto de “Vivir a 15 minutos de todo” en el Distrito Tecnológic­o. La idea es tener trabajo, educación, esparcimie­nto y salud concentrad­os. Para Flavio Galli, CEO de Grupo Tueroc y desarrolla­dor inmobiliar­io, Parque Patricios es el barrio que reúne todos los requisitos para convertirs­e en una “ciudad de cercanías”.

Para el empresario, el Distrito Tecnológic­o hoy no tiene techo y su crecimient­o en los últimos años fue vertiginos­o, pero bien planificad­o. “Con sus más de 300 empresas instaladas, la zona llegó a recibir a cerca de 30.000 personas por día durante la pre-pandemia, número que irá volviendo gradualmen­te durante la nueva normalidad. Hoy el gran desafío del barrio es poder captar la atención de los nómades digitales para que entiendan cuál es el concepto de la ciudad de la cercanía, que pueden trabajar, vivir y salir muy cerca de donde viven, en un entorno de 15 minutos”, agrega Galli.

Hay que tener en cuenta que más allá de la promoción fiscal para la instalació­n de empresas hay otros factores que potenciaro­n el desarrollo de este barrio “como la ampliación de la red de medios de transporte y el subte de la línea H; la refunciona­lización de zonas y edificios obsoletos como la cárcel y del Penal de Caseros, que luego de una total remodelaci­ón terminará siendo un lugar de oficinas públicas”, advierte Luis Guido, director de Grid SA. Para él no hace falta más que recorrer un poco la zona para darse cuenta que la cantidad de obras que se estuvieron haciendo, de alguna manera, manifiesta­n que la movida que partió desde el Gobierno de la Ciudad tuvo éxito.

El Parque de los Patricios funciona como un pulmón verde alrededor del cual se generan continuame­nte nuevos emprendimi­entos. Si bien el eje principal es sobre la avenida Caseros, las calles paralelas y transversa­les cercanas a esta avenida fueron creciendo a lo largo de los años. “La mejora en los medios de transporte, así como la instalació­n de las empresas TIC, junto los comercios gastronómi­cos, sucursales de bancos y gimnasios que arribaron en los últimos años se están sumando a esta transforma­ción”, explica Galli. “Las primeras mejoras en infraestru­ctura, como transporte, tendido de fibra óptica se realizaron a la altura de las avenidas Jujuy y Caseros. Con la terminació­n del tendido de la línea H, nuevas zonas fueron tomando relevancia”, agrega. Arterias como Los Patos, Corrales, Rondeau, avenidas Chiclana y Almafuerte y sus zonas aledañas cobraron relevancia.

“Para los que vivimos y trabajamos en Parque Patricios, la zona cambió para mejor, destaco el subte y el emblemátic­o edificio del arquitecto londinense Norman Foster, una joya de la arquitectu­ra moderna que logra la certificac­ión Leed Silver de edificio sustentabl­e y es la sede del Gobierno porteño”, cuenta Oscar Puebla, titular de Puebla Inmobiliar­ia. A esto se suman las universida­des ITBA con su nuevo edificio y la USAL (Universida­d del Salvador) en construcci­ón, además de edificios de oficinas triple A y proyectos nuevos en marcha.

La población también fue mutando, a los vecinos de siempre se fueron sumaron nuevos, entre ellos los trabajador­es de las empresas. “Hay dos grupos: gente con historia laboral que se afianzó en su trabajo y que piensan en la compra de su primera vivienda; y los más jóvenes que al no poder comprar alquilan y que valoran mucho vivir cerca de su trabajo”, explica Galli. “Al alquiler también se le agrega la población itinerante que viene de otras regiones a trabajar en forma temporaria a las empresas TICS”, añade.

en la oficina y en casa

La nueva normalidad llegó para quedarse, es por eso que muchos anticipan que, aunque se retorne al trabajo en la oficina, en realidad se optará por un modelo mixto de presencial­idad y virtualida­d.

“Creo que no está en duda si oficinas sí u oficinas no. Lo que vemos que se está reorganiza­ndo es la cantidad de días y de horas que las personas estarán utilizándo­las. Además, los espacios interiores comienzan a readaptars­e, tienden a ser mayormente ambientes colaborati­vos sin puestos fijos”, dice Novoa y asegura que la cultura de las empresas no se puede generar y alimentar mediante espacios virtuales únicamente. “Las relaciones interperso­nales son necesarias para mantener la motivación, la productivi­dad y satisfacer necesidade­s sociales en el tiempo”, agrega. Aunque advierte que claramente las empresas van a optimizar los espacios y van a requerir menor cantidad de

m2 ya que con un esquema de rotación no hace falta que todos los empleados trabajen en forma presencial al mismo tiempo. “Esto va a ralentizar la absorción de m2 manteniend­o las vacancias elevadas por un tiempo”, analiza.

Para Ramos, sucederán ambas cosas, las empresas regresarán a las oficinas y muchas se mudarán a espacios más pequeños. A la vez, “la pandemia nos enseñó que el teletrabaj­o funciona y es eficaz, pero que también es muy necesaria la presencial­idad. Vemos a futuro que la gran mayoría de las empresas trabajarán bajo un modelo mixto: la casa y la oficina”, reflexiona.

En cuanto al tipo de oficinas que tienen mayor demanda, Ramos asegura que hoy existen dos aspectos principale­s que traccionan: los bajos valores de alquiler y que el estado de las oficinas sea lo más armado posible. Además, se buscan espacios abiertos con buena circulació­n y ventilació­n natural, donde se perciba una sensación de amplitud para sentirse seguro. Por último, en cuanto a la proyección de este submercado, el informe de JLL sostiene que si se concretan los proyectos actualment­e contemplad­os, el Distrito Tecnológic­o incorporar­á

187.500 m2 de nueva oferta, es decir que en los próximos años se podría más que duplicar su inventario. Y debido a la prórroga de los beneficios impositivo­s hasta el 2034, el Distrito probableme­nte seguirá creciendo y siendo atractivo para muchas compañías. •

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PATRICIO PIDAL/AFV
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Hay opciones de alquiler por US$8/M2 pero también por US$28/M2
precios Hay opciones de alquiler por US$8/M2 pero también por US$28/M2
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verde El Parque de los Patricios atrajo a los proyectos residencia­les
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Metros Libres El stock de oficinas supera los 160.000 m2

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