Juntos por el Cambio busca pactar una interna bonaerense sin golpes bajos
Se confirmó la pulseada entre Manes, Santilli y Posse; intentan evitar fracturas
La mesa de Juntos por el Cambio confirmó ayer que habrá puja interna en la provincia de Buenos Aires, pero, al mismo tiempo, buscó avanzar en el acuerdo de “reglas básicas” para evitar que la confrontación genere una fractura traumática dentro de la coalición. Las PASO serán protagonizadas por Diego Santilli, impulsado por Horacio Rodríguez Larreta, y Facundo Manes, respaldado por la conducción de la UCR. Intentará terciar Gustavo Posse, con una lista propia. Los líderes de la coalición coinciden en la necesidad de evitar que la interna se convierta en una “batalla cruenta”.
Fue una reunión breve, con aplausos vía Zoom para los “promotores” del cierre de alianzas: Patricia Bullrich (Pro), Alfredo Cornejo (UCR) y Maximiliano Ferraro (CC-ARI). Pero en el último cónclave de Juntos por el Cambio antes del cierre de listas quedó definido que habrá internas en la provincia de Buenos Aires, hasta hoy con tres boletas, encabezadas por el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli (Pro), el neurocientífico Facundo Manes (UCR y aliados) y el intendente de San Isidro, el radical Gustavo Posse.
Más allá de esos nombres propios, de los que no se habló, la idea que sobrevoló la cumbre es evitar “internas sangrientas” como las que se prevén en la provincia de Buenos Aires entre Manes y Santilli.
Con la presencia de los titulares partidarios y también de Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri, Martín Lousteau y el diputado de la CC-ARI Juan Manuel López, entre otros, la cúpula opositora hizo un repaso distrito por distrito. Pero el foco estuvo puesto en Buenos Aires.
“Si la hacemos bien, podemos sumar más votos. Seguramente serán las únicas primarias importantes y eso nos puede ayudar para las generales”, afirmaron cerca del vicejefe de gobierno porteño. “Vamos a ver más tackles en esa interna que en los partidos de los Pumas”, bromeó una de las espadas opositoras que participaron de la reunión.
La particularidad de esta intención de evitar desbordes en la interna es que Bullrich y Cornejo presentarán a sus pares, en la próxima reunión, un “código de buenas prácticas”, a modo de reglamento interno para evitar acciones o dichos que, luego de las primarias, se conviertan en obstáculos para la unidad.
Este decálogo será, en la práctica, la letra de un pacto de no agresión, después de las públicas diferencias que asomaron en la discusión de cierre de listas en la oposición.
El equipo de Santilli tiene todo listo para lanzarse formalmente el próximo jueves. “Estamos buscando la foto ‘grande’ con Rodríguez Larreta, Elisa Carrió, Patricia Bullrich, Jorge Macri y los intendentes, para mostrar que Santilli no está solo, sino apoyado por todos”, anticipó a un dirigente al tanto la nacion de las conversaciones. Además de mostrar fortaleza, la idea es exhibir que no quedaron heridas tras la puja entre María Eugenia Vidal y Bullrich, en la ciudad, y entre Santilli y Jorge Macri, en la provincia.
Será, de todos modos, una imagen más que una realidad en una fuerza donde todavía crujen las diferencias internas frente a una electorado que en los sondeos compromete su apoyo, pero también está dispuesto a castigar los divismos y la falta de visión de conjunto en las fuerzas de la oposición.
Códigos y tensiones
La pulseada que protagonizaron Mauricio Macri y Rodríguez Larreta dejó enseñanzas. Bullrich quedó en trabajar en un manual de “buenas prácticas” que compartiría esta semana o el lunes próximo con Cornejo y Ferraro, antes de presentarlo a la mesa nacional.
Son por ahora solo ideas, pero se proponen una meta más que ambiciosa: garantizar una disputa electoral limpia. Después de todo –razonan en la oposición–, de lo que se trata es de dirimir una interna primero, para luego trabajar todos juntos contra el kirchnerismo.
La propuesta de Bullrich enfrentará la tónica enérgica que la UCR imprimió a su discurso desde las internas partidarias de marzo. Cornejo es precisamente uno de los abanderados de esa narrativa, que reclama un mayor protagonismo de los radicales en la alianza opositora y cuestiona el trato que Pro dedicó a sus socios desde 2015 en adelante.
Lo planteó también Martín Lousteau cuando presentó a Martín Tetaz como candidato a diputado por la ciudad. El senador radical explicó que su fuerza es la que tiene que liderar la transformación del país y competir con vocación de poder.
Ese impulso de los radicales se aúpa en la provincia sobre la figura de Manes, que enfrenta el desafío de hacer pie en el conurbano.
Durante el repaso distrital de la mesa nacional se elogiaron los cierres “tranquilos” en la mayoría de las provincias, salvo en San Luis (peleas entre los radicales y Claudio Poggi) y Neuquén, donde Carrió ordenó ir por separado.
En Buenos Aires, la alianza se inscribió con el nombre Juntos, y no Juntos por el Cambio, a instancias de Joaquín de la Torre, lo que motivó alguna queja de los “halcones”, que se intentará “subsanar” antes de la confección de las boletas.
Otro de los asistentes a la reunión virtual destacó que si bien ya quedaron confirmadas dos listas en la ciudad, encabezadas por la exgobernadora bonaerense Vidal y el exministro Ricardo López Murphy, aún se aguarda la decisión final de un grupo de radicales porteños que sostiene la eventual postulación del actor Luis Brandoni, que analiza plegarse a la boleta de López Murphy o ir con lista propia a las PASO.