LA NACION

Jeff Bezos marcó otro hito en los viajes turísticos al espacio

ee.uu. El multimillo­nario completó su vuelo suborbital de poco más de 10 minutos junto a tres acompañant­es

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN Ee.uu.

La emergente industria del turismo espacial se anotó un nuevo éxito: el multimillo­nario dueño de Amazon, Jeff Bezos, hizo el primer viaje de su empresa Blue Origin, con otros tres pasajeros, a bordo del New Shepard.

WASHINGTON.– El hombre más rico del mundo tocó el espacio. Jeff Bezos, fundador de Amazon y dueño de The Washington Post, completó su vuelo suborbital de poco más de 10 minutos a las puertas del espacio exterior en el cohete New Shepard, diseñado por otra de sus compañías, Blue Origin.

Bezos, fanático de la serie Star Trek y de las misiones Apolo que llevaron al hombre a la Luna, es el segundo multimillo­nario en llegar al espacio después del británico Richard Brandson.

El viaje de la nave New Shepard, bautizada en nombre de Alan Shepard, el primer norteameri­cano en volar al espacio, en 1961, estableció dos nuevos registros históricos: junto a Bezos viajaron su hermano, Mark; un estudiante de 18 años de Holanda, Oliver Daemen, quien se convirtió en la persona más joven en viajar al espacio, y Wally Funk, una aviadora de 82 años, desde ayer la persona más longeva en dejar la Tierra.

El cohete New Shepard, al que iba a adosada una cápsula que transporta­ba a los cuatro tripulante­s, despegó a las 8.11 (hora local) desde un remoto desierto en el oeste de Texas, a unos 40 kilómetros de Van Horn, un pueblo de menos de 2000 habitantes.

El New Shepard ascendió a una velocidad superior a Mach 3 en la escala supersónic­a impulsado por un combustibl­e a base de hidrógeno y oxígeno líquidos, sin producir emisiones de carbono.

La nave ascendió a unos 106 kilómetros, por encima de la denominada línea de Karman, a unos 100 kilómetros de la superficie, el límite entre la atmósfera y el espacio exterior.

Descenso controlado

Tras el ascenso, la cápsula se separó de su propulsor y los astronauta­s pasaron unos minutos por encima. Luego de pasar unos minutos en el espacio, la cápsula descendió en caída libre antes de desplegar tres paracaídas gigantes que frenaron el descenso antes de que un retropropu­lsor permitiera un aterrizaje suave en el desierto texano.

El primer vuelo de Blue Origin marcó un nuevo hito en la carrera espacial privada que llevan adelante Bezos, Virgin Galactic, de Brandson, y Spacex, de Elon Musk.

El último vuelo terminó de abrir una nueva puerta en la era del “turismo espacial”. pero en lo que respecta a viajes al espacio, el primer viaje de Bezos fue un modesto vuelo suborbital que tocó la puerta del espacio. con todo, el fundador de Amazon llegó más lejos que Brandson, quien no llegó a cruzar la línea de Karman al volar a una altura de menos de 90 kilómetros sobre el desierto de Nuevo México. Brandson calificó su viaje como “simplement­e mágico”.

Los viajes de Bezos y Brandson marcaron la llegada de civiles al espacio sin la intervenci­ón de un gobierno, poniendo una experienci­a hasta ahora reservada a miembros de las Fuerzas Armadas o científico­s al alcance de las billeteras de los multimillo­narios del mundo. Ni Bezos ni Brandson quieren hablar de una competenci­a entre sus empresas, que además buscarán participar de las próximas misiones que planea Estados unidos para llegar a la Luna y, después, a Marte.

Bezos mostró el mismo entusiasmo luego de flotar durante unos minutos arriba de la atmósfera terrestre. Al regresar a la Tierra, Bezos dijo en una conferenci­a de prensa acompañado por el resto de los tripulante­s que quedó “atónito” por la belleza del planeta y también por su fragilidad.

“Todos los que han estado en el espacio han dicho que los cambió y se quedaron asombrados, atónitos, por la Tierra y su belleza, pero también por su fragilidad, y yo no podría estar más de acuerdo”, dijo Bezos. El creador de Amazon agregó que flotar en el espacio le pareció “un estado natural”.

“Vivimos en este hermoso planeta. No puedes imaginar lo delgada que es la atmósfera cuando la ves desde el espacio”, agregó el multimillo­nario.

Marca en la historia

Dos acompañant­es de Bezos con historias de vida antagónica­s dejaron una marca en la historia. Wally Funk es una pionera de la aviación que cumplió un sueño.

Funk llegó a integrar un grupo de 13 mujeres que fueron candidatas a convertirs­e en astronauta­s del programa Mercury, el primero de la NASA.

Nacida en Las Vegas, en 1939, Mary Wallace “Wally” se incorporó en 1961 al proyecto que llevaba adelante el médico William Lovelace con el que planeaba convertir a un grupo de 13 mujeres en las primeras en llegar al espacio. Nunca ocurrió por un simple motivo: eran mujeres.

Décadas después, a sus 82 años y con casi 20.000 horas de vuelo sobre sus espaldas, Funk se convirtió en la persona más vieja en viajar al espacio. “Nadie ha esperado tanto tiempo”, escribió Bezos en un video publicado sobre Funk publicado en Instagram.

La historia de Oliver Daemen es más sencilla: es el hijo de un multimillo­nario que pagó por el lugar en la nave de Bezos, y después, por un problema de agenda, decidió que viajaría en un vuelo posterior de Blue Origin.

A sus 18 años, Daemen se convirtió en la persona más joven en llegar al espacio.

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Ap El New Shepard despegó ayer en las cercanías de Van Horn, Texas
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Afp Oliver Daemen, Jeff Bezos, Wally Funk y Mark Bezos, tras finalizar el vuelo

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