Los contagios, a un ritmo sin precedente en Francia
En las últimas 24 horas se registraron 18.000 casos; temen el comienzo de la cuarta ola
PARÍS.– Francia registró 18.000 nuevos casos positivos de Covid-19 en las últimas 24 horas. Un número inédito y desconcertante, provocado por la variante delta, que puso en alerta máxima a las autoridades políticas y sanitarias.
“Jamás vimos algo parecido. Ni con el Covid [original], ni con la variante inglesa, sudafricana o brasileña”, reconoció ayer el ministro de Salud Pública, Olivier Véran, ante los diputados franceses.
“Esto quiere decir que se produjo un aumento de la circulación del virus del orden de 150% en una semana”, agregó el ministro, durante una sesión de preguntas al gobierno de Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional.
El número cotidiano de nuevos casos de infección diagnosticados en el país se situaba en 4151 el lunes por la noche, después de haber superado los 10.000 los tres días precedentes, el nivel más alto desde fines de mayo, según cifras de Salud Pública Francia (SPF).
Como el resto de los países europeos, Francia enfrenta en este momento una reactivación de la epidemia debido a la variante delta, descubierta en la India, particularmente contagiosa y ya responsable de la mayoría de los nuevos casos. Por suerte, contrariamente a las olas precedentes, la vacunación de cerca del 65% de la población –sobre todo de las personas más vulnerables al virus– ha limitado los casos graves y, sobre todo, las hospitalizaciones.
Alerta del gobierno
El domingo, cuando las manifestaciones de unos 140.000 antivacunas ocupaban la atención de la opinión pública, Véran había lanzado una primera alerta sobre el avance del virus.
“La dinámica epidémica es claramente más fuerte que durante las olas precedentes, aun cuando ahora partamos de muy abajo”, dijo en una entrevista con el Journal du Dimanche. A su juicio la tasa de reproducción del virus (el número de personas infectadas por cada caso positivo) “podría alcanzar 2”.
“Resultado: el número de nuevos casos se duplica cada cinco días”, precisó.
¿Quiere decir esto que la temida cuarta ola de la epidemia ya llegó a Francia? Muchos lo temen. Para algunos especialistas, antes de que termine el verano boreal el país podría registrar entre 60.000 y 120.000 nuevos casos diarios de coronavirus.
“La estimación no es exagerada. Es lo que sucede en este momento en Gran Bretaña, país que está 15 días adelantado con relación a Francia en la evolución de la pandemia”, precisa el especialista Damien Mascret.
Más vacunas
Consciente de esa perspectiva, el gobierno francés intenta acelerar la campaña de vacunación. Aplicando la política del incentivo y la coerción, el presidente Emmanuel Macron anunció hace una semana una serie de medidas que van desde la obligación de vacunarse para el personal sanitario hasta la extensión del pase sanitario para acceder a la mayoría de los sitios públicos, pasando por el fin de la gratuidad de los hisopados.
La mayoría de esas medidas deben entrar en vigor este miércoles y fueron bien recibidas por el 75% de los franceses. Tanto, que pocas horas después de la alocución presidencial, los centros de vacunación se vieron saturados por los llamados de casi cinco millones de personas que solicitaban cita para aplicarse la primera dosis y poder así circular libremente durante las vacaciones de verano.
“Si todos estuviéramos vacunados, el virus no encontraría a nadie para infectar. Pero aún no lo estamos”, se lamentó el ministro. Según los especialistas, con la primera variante del Covid, era necesario vacunar al 60% de la población para detener la circulación del virus. Con el subtipo delta, ese porcentaje se eleva al 90%.
Es una cifra muy difícil de alcanzar, a menos de imponer la vacunación obligatoria. Una medida que tanto el gobierno francés como el resto de los responsables de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) estudian con seriedad.