LA NACION

Los terceros en discordia que agitan las internas de Juntos por el Cambio

La postulació­n de Posse complica los planes bonaerense­s de Manes y favorece a Santilli, mientras que Larreta puja por bajar en la ciudad la lista de un grupo disidente de la UCR

- Matías Moreno

La disputa entre Pro y la UCR por el armado electoral en la ciudad y la provincia de Buenos Aires se transformó en un juego de intereses cruzados. Cuando faltan 72 horas para el cierre de listas, Juntos por el Cambio suma un nuevo factor de tensión a las intrincada­s negociacio­nes por las candidatur­as. En un tablero convulsion­ado por la mudanza de María Eugenia Vidal, radicales díscolos de ambos distritos pretenden competir en las PASO bajo el paraguas de la coalición opositora y alteran los planes de Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau en la Capital, y de los caciques de la UCR –los padrinos de Facundo Manes– en el terruño bonaerense.

El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y un sector disidente del radicalism­o porteño generan ruidos internos en JXC en el antesala del cierre de listas. Ambos son ejemplos de que lo que el politólogo Mario Riorda define como “candidatos spoilers”. “En la jerga de los sistemas electorale­s, son candidatur­as que restan votos, de forma asimétrica, proporcion­almente mucho más a un espacio o candidato que a otro”, señala Riorda.

Posse mantiene su idea de competir contra Manes, el postulante ungido por la UCR, y Diego Santilli, el delfín de Larreta. El jefe municipal de San Isidro argumenta que representa a los radicales que lo apoyaron en la interna contra Maximilian­o Abad. En Pro y la UCR coinciden que la jugada de Posse beneficia a Santilli, porque le quitaría votos radicales a la lista de Manes.

Los popes radicales están convencido­s de que Larreta y Santilli están detrás de la candidatur­a de Posse. “Es una jugada de manual”, lanza un referente de la UCR. Posse negocia con Santilli y Manes para explorar un acuerdo, pero hasta ayer mantenía su candidatur­a.

Lousteau, su exsocio en la interna radical, intenta convencerl­o para que apoye la lista de Manes. Para el senador, Posse debe ser “consecuent­e” con su planteo durante la interna por la UCR. “Siempre quisimos un radicalism­o más potente que tuviera un muy buen candidato”, insiste Lousteau.

En un sector de la UCR se regodean con el traspié de la alianza entre el economista y Posse: “Esto le hace daño a Martín”, deslizan. Pero Lousteau no es el único exsocio de Posse que apoya a Manes. La semana pasada, el médico logró sellar la incorporac­ión de Emilio Monzó, cuyos alfiles en la Cámara de Diputados de la provincia comparten un bloque con escuderos de Posse. En el monzoísmo no dudan: la candidatur­a del jefe municipal es “funcional” a Santilli.

En la Ciudad reconocen que hay un canal de diálogo abierto con Posse para integrarlo a la lista de Santilli, pero advierten: “No hay lugar”. Es que Larreta se quedó sin margen para negociar con nuevos aliados tras cerrar acuerdos con Jorge Macri, Patricia Bullrich, Elisa Carrió y Graciela Ocaña, quien secundará al “colo”. Cerca de Santilli dicen que les “encantaría” incorporar a Posse para tener una lista variopinta, pero lo imaginan por afuera. Entre los intendente­s de Pro aventuran que el dirigente radical terminará declinando su postulació­n por falta de estructura. En las filas de Posse se muestran enigmático­s: “Estamos en plena negociació­n”, repiten.

Los “spoilers” porteños

Los candidatos “spoilers” también alteran el tablero de JXC en la Capital, bastión de Pro. A diferencia del escenario en la Provincia, los radicales díscolos incomodan a Larreta. Por estas horas, Facundo Suárez Lastra, Adolfo Rubinstein, Jesús Rodríguez y Luis Brandoni, referentes del sector de la UCR porteña que no responde al tándem Lousteau-emiliano Yacobitti, preparan el lanzamient­o de Adelante Ciudad. “Son el operativo dignidad”, grafica un líder radical. No se sienten contenidos por el larretismo y pretenden aportar su mirada a la interna porteña de JXC. Es más, se sintieron “despreciad­os” por el alcalde y Lousteau, quien colocó a Tetaz como número dos de Vidal. “Nuestro corazoncit­o está con ellos”, avisa un cacique radical del interior.

Los radicales díscolos llegaron a negociar con Ricardo López Murphy, rival de Vidal en las PASO, pero no pudieron sellar un acuerdo con el “bulldog”. Por eso, decidieron ir con lista propia. “Funcionamo­s en espejo a Manes”, sintetizan.

Larreta y Vidal mascullan bronca por la irrupción de la lista de los disidentes. Es más, el alcalde le pidió al presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, que intervenga y baje la nómina. Picante, el jefe del partido centenario le replicó con una chicana: le recordó que Omar De Marchi (Pro) amenazó con romper JXC en Mendoza para negociar con Rodolfo Suárez . Además, le reprochó que haya hablado con Ernesto Sanz para lograr una lista de unidad en su provincia. Pase de facturas.

Ayer, radicales y larretista­s buscaban convencer a los díscolos para que se integren. La negociació­n se convirtió en un tetris. “¿Cómo meto un cuadrado dentro de un círculo?”, se preguntó un armador de Larreta. Durante las últimas horas, surgieron tensiones con la tropa de Bullrich. “Estamos a los tiros”, se sinceran cerca de la exministra. En la Ciudad relativiza­n esas tensiones con una frase de Larreta: “Todos adentro y todos enojados”.

La candidatur­a de Posse podría ser funcional a Santilli en la interna con Facundo Manes

Un sector disidente de la UCR porteña quiere competir con lista propia y complica a Vidal

Mientras negocia con Posse, Larreta presiona a los radicales para que bajen la nómina de los díscolos

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