LA NACION

Los vecinos de un barrio platense viven aterroriza­dos por una ola de robos violentos

En Villa Castells afirman que los asaltos en la zona norte de la capital bonaerense son cada vez más frecuentes; piden mayor presencia policial y una reunión con autoridade­s

- Sebastián Poleri

La insegurida­d golpea casi en todos los barrios. Sin embargo, en algunos territorio­s la actividad de delincuent­es parece algo permanente. En esos lugares los vecinos sienten temor hasta del menor movimiento en la cuadra. De a poco buscan refugio en sus viviendas, y con rejas, alambres y alarmas intentan dejar a los ladrones afuera. Viven con temor. Eso pasa en Villa Castells, una residencia­l zona del norte de la ciudad de La Plata donde los vecinos reclaman mayor presencia policial.

“Estaba en mi casa durmiendo y escuché tiros en la noche; un vecino disparó al aire para ahuyentar a los ladrones que intentaban robarle. La gente ya no sale a la calle ni a pasear el perro; ni luces tenemos en el barrio, están todas quemadas, la policía no controla los accesos y no patrulla”, dijo uno de los habitantes de ese barrio, que en sus palabras resumió el pensamient­o dominante entre sus vecinos: “No podemos vivir más así, ya no se aguanta”.

Jorge es otro de los habitantes de Villa Castells que hablaron con

la nacion. Expuso también el problema de insegurida­d que se siente en los alrededore­s de su vivienda: “A mí en enero me quisieron asaltar en la puerta de mi casa. Hice la denuncia. En marzo pasó otra vez, cuando le estaba abriendo a mi cuñado saltaron el paredón; hubo otro episodio con un muchacho a mitad de cuadra. Hace una semana, a la vuelta de aquí, se quisieron meter en una casa, un vecino salió y disparó al aire. Esto es así todo el tiempo, es permanente”.

El hombre agregó con impotencia que la actividad en el barrio queda prácticame­nte reducida a una vida puertas adentro apenas anochece por el temor que experiment­an los vecinos a ser abordados por delincuent­es que deambulan constantem­ente por la zona.

“Después de las 17.30, si estás en la calle y ves que viene una moto, fuiste, te afanan. Por acá pasó hasta uno en bicicleta con un cuchillo; además, te tocan timbre, salís y no hay nadie, después tocan de nuevo. Están constantem­ente marcando casas para robar”, se lamentó.

En este sentido, ese vecino aseguró que su barrio “hoy está peor que nunca”, y atribuyó la situación a la escasa presencial policial: en Villa Castells funciona un único destacamen­to, más como oficina que como eje de un sistema de prevención del delito, y la comisaría más cercana se encuentra en la lindera localidad de Gonnet. “Llamás a la policía y por ahí vienen media hora después. A veces llegan más rápido, en diez minutos, pero igual no sirve porque ya te robaron”, afirmó Jorge.

“Para mí el problema en este momento son cinco pibes de 10, 12 o 14 años. Rompen los vidrios de los autos y aprovechan para robar a mujeres que caminan solas. Uno se queja de la policía, pero cuando los atrapan, como son menores, el juez libera continuame­nte a estos chorros”, contó Carlos, que desde hace muchos años tiene su casa en Villa Castells.

El mismo vecino narró que, pocos días atrás, hubo dos intentos de robo en viviendas cercanas a la suya y que se activaron los dispositiv­os de seguridad colocados por los propios habitantes del lugar.

“A las 23 se escuchaban gritos en la calle: un taxista se había detenido para que bajara una pasajera y unos motochorro­s les quisieron robar. Hicimos sonar la alarma vecinal, se asustaron y se fueron”, recordó.

Al igual que en otros lugares golpeados por el delito, los vecinos de Villa Castells se acercaron entre sí para autoproteg­erse con esas acciones de reaccionar ante un robo y hacer sonar la alarma del barrio. Están en contacto en grupos de Whatsapp y Facebook para reportarse entre sí cada evento de insegurida­d.

Estaban esperanzad­os en tener un contacto con funcionari­os provincial­es, ya que, según afirman, tenían un compromiso del Ministerio de Seguridad bonaerense para tener una reunión, pero ese encuentro fue finalmente postergado sin fecha por las autoridade­s. Mientras, los problemas relativos al delito no cesan.

Los vecinos relataron otros hechos de violencia vividos en las últimas semanas. “Hace un tiempo se detectó que había una banda organizada; venían de fuera del barrio. Ya es una situación que está desbordada, no se puede caminar por la calle ni con un celular, vienen de a tres y te roban o vas a hacer un mandado a la vuelta y te roban. A veces están armados. A mis hijos no los dejo que salgan solos a la calle, voy a pasear al perro sin nada encima”, expresó Marcela, también vecina de Villa Castells.

La mujer señaló que en 2014 se firmó, con las autoridade­s provincial­es, un compromiso para diseñar un plan de seguridad especial para ese barrio. Sin embargo, nada avanzó. Es más, la situación empeoró. “Ahora el termómetro está ya muy caliente. No cumplieron los compromiso­s asumidos. Muchos ya no denuncian, por miedo o porque no pasa nada: ¿para qué voy a denunciar si son menores que después quedan libres y se paran frente a tu casa a tirar piedras”, dijo Marcela, resignada.

“Vivo acá hace casi 50 años. Siempre hubo robos, pero nada grave. Desde hace cinco años esto está totalmente desbordado. Hicimos ahora una nueva propuesta para focalizarn­os en una solución concreta por la ola de delincuenc­ia que sufrimos en el barrio. Hace dos semanas le robaron a mi vecino dos chicos que parecían ser menores, en una motito. Les entregó todo y le pegaron un culatazo en la nuca con el arma. La diferencia con los robos de antes es que ahora son más violentos”, indicó Lisandro, otro residente de Villa Castells que conversó con la nacion.

Explicó las precaucion­es adicionale­s que tomó en los últimos meses: “Tengo mucho control, salgo siempre con la alarma y sumé otro perro más a la casa para disuadir a los intrusos”.

Agregó que ya es tan habitual la presencia de ladrones que los vecinos reconocen sus movimiento­s apenas aparecen por el barrio: “Observé frente a mi casa a los ladrones que habían asaltado a un vecino poco antes. Tres minutos más tarde llegó el mensaje al grupo vecinal: le habían robado al hijo de otro vecino. Llama la atención la libertad con la que se están manejando”, aseveró Lisandro.

Cambios sociales

El legislador provincial Daniel Lipovetzky se hizo eco a través de sus redes sociales de una brutal agresión y asalto que sufrió una joven en Villa Castells. “No podemos tolerar que nos roben a cualquier hora del día”, tuiteó, al tiempo que reclamó que el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se ocupe de este problema.

En diálogo con la nacion, el diputado bonaerense coincidió con los vecinos en que hay “una ola de insegurida­d muy fuerte” en La Plata. “Pasa en Villa Castells, La Loma, City Bell, y tiene que ver sobre todo con que la policía hoy no patrulla. O no tiene móviles o son escasos para lo que es La Plata; Castells tiene 30.000 habitantes y lo único que hay es un destacamen­to, que es una oficina”, expresó.

Lipovetzky expuso que el delito provocó cambios sociales: “Los comercios se quejan de que las ventas bajaron muchísimo porque después de las 18 las personas no salen a hacer compras”. Así, los vecinos de Villa Castells sienten que el delito los tiene encerrados.

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Captura de video Un ataque de motochorro­s a una mujer en Villa Castells registrado este mes

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