LA NACION

Escándalo en Brasil. La pesadilla de Boca no terminó al retornar a la Argentina

El Gobierno entendió que se rompió la burbuja xeneize en Brasil y le exigió al plantel un aislamient­o de 7 días; el club buscará postergar los duelos con Banfield y San Lorenzo

- Alberto Cantore

La noche bochornosa en Belo Horizonte derivó en una pesadilla continuada para el plantel de Boca Juniors. Los jugadores llegaron al país después de la polémica eliminació­n de la Copa Libertador­es ante Atlético Mineiro y recibieron la noticia de que deberán aislarse durante siete días y no podrán afrontar en las fechas previstas los próximos desafíos del club.

Lo decidió el Ministerio de Salud tras juzgar que se había roto la burbuja sanitaria a raíz de los incidentes en los vestuarios del estadio Mineirao. El plantel pasó la noche en dos micros, frente a una comisaría, antes de volver. Falta resolver si le permitirán postergar los próximos dos partidos de la Liga o si deberá jugar con juveniles.

Un comunicado institucio­nal que delata un perjuicio alevoso por la tecnología del VAR en la serie de octavos de final, con Atlético Mineiro, de la Copa Libertador­es. Un raid mediático que empezó el vicepresid­ente Juan Román Riquelme apenas se consumó la polémica eliminació­n en Belo Horizonte y tuvo continuida­d en la figura de la máxima autoridad del club, Jorge Ameal. Una noche de pesadilla y una mañana de maratónico­s trámites en una comisaría para destrabar una causa por agresión y daños al patrimonio. La resolución del Ministerio de Salud para que la delegación cumpla siete días de aislamient­o, por romper la burbuja sanitaria. La evaluación del cuerpo técnico y médico del club para determinar dónde los futbolista­s obedecerán la medida que establece el Gobierno. La programaci­ón de los partidos con Banfield y San Lorenzo, por la Liga Profesiona­l, en el horizonte... A una jornada de furia le siguieron horas agitadas: la calma asoma como algo extraviado en el presente de Boca.

A las 18.32 aterrizó en la terminal de uso exclusivo de vuelos privados del aeropuerto internacio­nal de Ezeiza el vuelo AR 1965, procedente de Belo Horizonte. La aeronave transporta­ba a la delegación xeneize, que retornó al país con una demora de 14 horas, respecto al plan de vuelo original. En territorio argentino, y antes de someterse a testeos rápidos de antígenos, el grupo tomó conocimien­to del cambio de status, respecto a la situación sanitaria. La Conmebol –con una carta enviada al presidente de la AFA, Claudio ‘Chiqui’ Tapia–, el consulado y la embajada argentina en Brasil afirmaron que el grupo no “pinchó” la burbuja, aunque otro fue el pensamient­o del Gobierno.

“En virtud de los hechos conocidos se dispone que al ingreso al país deberán aislarse por siete días en el dispositiv­o previsto por el club, en virtud de las previsione­s vigentes para delegacion­es deportivas en eventos internacio­nales y, en su caso, hacer las prácticas correspond­ientes en modalidad burbuja, sin intervenci­ón ni interacció­n con terceros, como así también en dicha locación deben someterse a las evaluacion­es del equipo médico para su seguimient­o”, relata el comunicado del Ministerio de Salud, que lleva la firma del secretario Arnaldo Darío Medina.

Las imágenes de los incidentes en el estadio Mineirao que recorriero­n el mundo resultaron el detalle para que el Gobierno considere que la delegación rompió la burbuja sanitaria en Brasil. Los informes del consulado argentino en Belo Horizonte, a cargo de Santiago Muñoz –se encargó, junto con el abogado del club, orlando Giménez, de las diligencia­s ante la policía brasileña–, acompañaro­n la medida.

Ayer, desde temprano, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, estuvo comunicada con el jefe de gabinete –Santiago Cafiero– y el ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens: evaluar una situación extraordin­aria que no siguió con los protocolos, la operación que se diseñó para tomar la antipática medida.

Los futbolista­s no daban crédito a su llegada del cambio de status y del cumplimien­to obligatori­o del aislamient­o de siete días. En la madrugada del miércoles, los dos micros que utilizó Boca en Belo Horizonte se trasladaro­n del Mineirao a una comisaría, porque los jugadores Carlos Izquierdoz, Diego González, Cristian Pavón, Norberto Briasco, Sebastián Villa, Carlos Zambrano y Marcos Rojos, el ayudante de campo Leandro Somoza, el entrenador de arqueros Fernando Gayoso y los integrante­s del consejo de fútbol Raúl Cascini y Jorge Bermúdez, fueron acusados de generar destrozos y agredir a autoridade­s y fuerzas de seguridad. La firma del juez que interviene en la causa autorizó, tras tomar declaracio­nes y del pago de 15.500 dólares de fianza, que la delegación se retire.

Habían pasado más de 11 horas desde el arribo a la dependenci­a policial, lo que generó que los jugadores durmieran incómodos y de a ratos, no se alimentara­n ni hidrataran como exige la alta competenci­a y tuvieran que utilizar el baño del micro, ya que no querían descender para no romper la burbuja. El calvario de la cancha, sin embargo, no tenía fin.

De la pista al hotel céntrico

Desde el aeropuerto ministro Pistarini, los 24 jugadores y el cuerpo técnico viajó al hotel Interconti­nental para comenzar con el aislamient­o que exigió el Gobierno. Boca diseñará un corredor sanitario desde el hotel al predio de Casa Amarilla, donde se entrenará. Cada paso que dieron los xeneizes necesitó de una planificac­ión y resultó una respuesta al escenario que lo envuelve. No fue una casualidad que el comunicado institucio­nal en el que se fustigó el accionar del VAR en la llave con Mineiro y las manifestac­iones violentas y amenazante­s de Sergio Batista Coelho –el presidente de Mineiro que arrojó botellas de agua a los futbolista­s de Boca en medio de los incidentes en la zona de camarines–, recién viera la luz cuando la delegación abordó el avión de regreso.

Tampoco, a pesar de los mensajes mediáticos, Boca presentó aun un pedido formal ante la Liga Profesiona­l del Fútbol para la postergaci­ón de los encuentros con Banfield y San Lorenzo, de la 2ª y 3ª jornada del campeonato, a disputarse el sábado a las 20.15 y el martes, a las 21.

Desde la LPF no desconocen la atípica situación y recién tomarán hoy una resolución, ya que no existe una unanimidad en la sentencia. En el pasado, River, Sarmiento, Colón, Banfield…, con brotes de Covid-19, debieron acatar el reglamento del torneo local y de la Conmebol y afrontar sus compromiso­s en desventaja. ¿Cuál es entonces la diferencia con el actual escenario? Con los testeos con resultado negativo, Boca igualmente no puede presentar a sus mejores piezas por una disposició­n del Gobierno y no por un contagio masivo de sus futbolista­s. Esa es la carta a la que se aferran los dirigentes para que la LPF acepte el pedido de postergar los próximos dos encuentros. La AFA apoyará la solicitud de Boca.

Con 24 futbolista­s aislados, Boca dispondría de solo tres jugadores con partidos en primera: Edwin Cardona, que todavía no se presentó a los entrenamie­ntos tras la Copa América, y los juveniles Valentín Barco y Ezequiel Fernández. Entre los que no formaron parte del viaje a Brasil, Agustín Almendra y Eduardo Salvio se recuperan de lesiones; Frank Fabra, aislado, recién estaría para jugar la próxima semana. De no recibir un guiño de la LPF, Sebastián Battaglia, el entrenador de la reserva, tendrá que dirigir los dos partidos...

Boca y un viaje que resultó una pesadilla, con una eliminació­n escandalos­a de la Copa Libertador­es y un escenario impensado en el fútbol local.

 ?? Télam ?? Briasco, uno de los demorados por la policía brasileña tras los incidentes en el Mineirao, ayer por la tarde, en el arribo del plantel de Boca a Ezeiza
Télam Briasco, uno de los demorados por la policía brasileña tras los incidentes en el Mineirao, ayer por la tarde, en el arribo del plantel de Boca a Ezeiza

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina