Escándalo en Brasil. La pesadilla de Boca no terminó al retornar a la Argentina
El Gobierno entendió que se rompió la burbuja xeneize en Brasil y le exigió al plantel un aislamiento de 7 días; el club buscará postergar los duelos con Banfield y San Lorenzo
La noche bochornosa en Belo Horizonte derivó en una pesadilla continuada para el plantel de Boca Juniors. Los jugadores llegaron al país después de la polémica eliminación de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro y recibieron la noticia de que deberán aislarse durante siete días y no podrán afrontar en las fechas previstas los próximos desafíos del club.
Lo decidió el Ministerio de Salud tras juzgar que se había roto la burbuja sanitaria a raíz de los incidentes en los vestuarios del estadio Mineirao. El plantel pasó la noche en dos micros, frente a una comisaría, antes de volver. Falta resolver si le permitirán postergar los próximos dos partidos de la Liga o si deberá jugar con juveniles.
Un comunicado institucional que delata un perjuicio alevoso por la tecnología del VAR en la serie de octavos de final, con Atlético Mineiro, de la Copa Libertadores. Un raid mediático que empezó el vicepresidente Juan Román Riquelme apenas se consumó la polémica eliminación en Belo Horizonte y tuvo continuidad en la figura de la máxima autoridad del club, Jorge Ameal. Una noche de pesadilla y una mañana de maratónicos trámites en una comisaría para destrabar una causa por agresión y daños al patrimonio. La resolución del Ministerio de Salud para que la delegación cumpla siete días de aislamiento, por romper la burbuja sanitaria. La evaluación del cuerpo técnico y médico del club para determinar dónde los futbolistas obedecerán la medida que establece el Gobierno. La programación de los partidos con Banfield y San Lorenzo, por la Liga Profesional, en el horizonte... A una jornada de furia le siguieron horas agitadas: la calma asoma como algo extraviado en el presente de Boca.
A las 18.32 aterrizó en la terminal de uso exclusivo de vuelos privados del aeropuerto internacional de Ezeiza el vuelo AR 1965, procedente de Belo Horizonte. La aeronave transportaba a la delegación xeneize, que retornó al país con una demora de 14 horas, respecto al plan de vuelo original. En territorio argentino, y antes de someterse a testeos rápidos de antígenos, el grupo tomó conocimiento del cambio de status, respecto a la situación sanitaria. La Conmebol –con una carta enviada al presidente de la AFA, Claudio ‘Chiqui’ Tapia–, el consulado y la embajada argentina en Brasil afirmaron que el grupo no “pinchó” la burbuja, aunque otro fue el pensamiento del Gobierno.
“En virtud de los hechos conocidos se dispone que al ingreso al país deberán aislarse por siete días en el dispositivo previsto por el club, en virtud de las previsiones vigentes para delegaciones deportivas en eventos internacionales y, en su caso, hacer las prácticas correspondientes en modalidad burbuja, sin intervención ni interacción con terceros, como así también en dicha locación deben someterse a las evaluaciones del equipo médico para su seguimiento”, relata el comunicado del Ministerio de Salud, que lleva la firma del secretario Arnaldo Darío Medina.
Las imágenes de los incidentes en el estadio Mineirao que recorrieron el mundo resultaron el detalle para que el Gobierno considere que la delegación rompió la burbuja sanitaria en Brasil. Los informes del consulado argentino en Belo Horizonte, a cargo de Santiago Muñoz –se encargó, junto con el abogado del club, orlando Giménez, de las diligencias ante la policía brasileña–, acompañaron la medida.
Ayer, desde temprano, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, estuvo comunicada con el jefe de gabinete –Santiago Cafiero– y el ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens: evaluar una situación extraordinaria que no siguió con los protocolos, la operación que se diseñó para tomar la antipática medida.
Los futbolistas no daban crédito a su llegada del cambio de status y del cumplimiento obligatorio del aislamiento de siete días. En la madrugada del miércoles, los dos micros que utilizó Boca en Belo Horizonte se trasladaron del Mineirao a una comisaría, porque los jugadores Carlos Izquierdoz, Diego González, Cristian Pavón, Norberto Briasco, Sebastián Villa, Carlos Zambrano y Marcos Rojos, el ayudante de campo Leandro Somoza, el entrenador de arqueros Fernando Gayoso y los integrantes del consejo de fútbol Raúl Cascini y Jorge Bermúdez, fueron acusados de generar destrozos y agredir a autoridades y fuerzas de seguridad. La firma del juez que interviene en la causa autorizó, tras tomar declaraciones y del pago de 15.500 dólares de fianza, que la delegación se retire.
Habían pasado más de 11 horas desde el arribo a la dependencia policial, lo que generó que los jugadores durmieran incómodos y de a ratos, no se alimentaran ni hidrataran como exige la alta competencia y tuvieran que utilizar el baño del micro, ya que no querían descender para no romper la burbuja. El calvario de la cancha, sin embargo, no tenía fin.
De la pista al hotel céntrico
Desde el aeropuerto ministro Pistarini, los 24 jugadores y el cuerpo técnico viajó al hotel Intercontinental para comenzar con el aislamiento que exigió el Gobierno. Boca diseñará un corredor sanitario desde el hotel al predio de Casa Amarilla, donde se entrenará. Cada paso que dieron los xeneizes necesitó de una planificación y resultó una respuesta al escenario que lo envuelve. No fue una casualidad que el comunicado institucional en el que se fustigó el accionar del VAR en la llave con Mineiro y las manifestaciones violentas y amenazantes de Sergio Batista Coelho –el presidente de Mineiro que arrojó botellas de agua a los futbolistas de Boca en medio de los incidentes en la zona de camarines–, recién viera la luz cuando la delegación abordó el avión de regreso.
Tampoco, a pesar de los mensajes mediáticos, Boca presentó aun un pedido formal ante la Liga Profesional del Fútbol para la postergación de los encuentros con Banfield y San Lorenzo, de la 2ª y 3ª jornada del campeonato, a disputarse el sábado a las 20.15 y el martes, a las 21.
Desde la LPF no desconocen la atípica situación y recién tomarán hoy una resolución, ya que no existe una unanimidad en la sentencia. En el pasado, River, Sarmiento, Colón, Banfield…, con brotes de Covid-19, debieron acatar el reglamento del torneo local y de la Conmebol y afrontar sus compromisos en desventaja. ¿Cuál es entonces la diferencia con el actual escenario? Con los testeos con resultado negativo, Boca igualmente no puede presentar a sus mejores piezas por una disposición del Gobierno y no por un contagio masivo de sus futbolistas. Esa es la carta a la que se aferran los dirigentes para que la LPF acepte el pedido de postergar los próximos dos encuentros. La AFA apoyará la solicitud de Boca.
Con 24 futbolistas aislados, Boca dispondría de solo tres jugadores con partidos en primera: Edwin Cardona, que todavía no se presentó a los entrenamientos tras la Copa América, y los juveniles Valentín Barco y Ezequiel Fernández. Entre los que no formaron parte del viaje a Brasil, Agustín Almendra y Eduardo Salvio se recuperan de lesiones; Frank Fabra, aislado, recién estaría para jugar la próxima semana. De no recibir un guiño de la LPF, Sebastián Battaglia, el entrenador de la reserva, tendrá que dirigir los dos partidos...
Boca y un viaje que resultó una pesadilla, con una eliminación escandalosa de la Copa Libertadores y un escenario impensado en el fútbol local.