LA NACION

La trama de la ruptura de Juntos por el Cambio en Neuquén, La Rioja y San Luis

Egos, sospechas y denuncias entre Pro, la UCR y la CC podrían confluir en favor del kirchneris­mo

- Matías Moreno

Enojos, presentaci­ones judiciales y cruce de acusacione­s. Si bien los referentes de Juntos por el Cambio hicieron un balance positivo del cierre de alianzas –Pro, la UCR y la Coalición Cívica (CC) cerraron acuerdos en 21 de las 24 jurisdicci­ones–, la coalición opositora se quebró en Neuquén, La Rioja y San Luis. Esas rupturas podrían complicar la intención de evitar que el kirchneris­mo acceda al quorum propio en Diputados.

Cuando faltan tres días para que finalice el plazo para la inscripció­n de las candidatur­as, los intentos fallidos de unificar la oferta electoral en esos distritos generan pases de facturas. “El problema fueron los egos”, lanzan desde la cúpula de la UCR. Referentes de las tres fuerzas admiten que correrán con desventaja frente a los oficialism­os locales, al no competir bajo el mismo paraguas. “Esto nos perjudica a todos y corremos el riesgo de perder diputados”, concede uno de los líderes de la coalición opositora.

Neuquén: el alfil de Carrió

La batalla más feroz se libró en Neuquén, terruño gobernado por Omar Gutiérrez, del MPN. Allí, el detonante del conflicto interno fue la candidatur­a del periodista Carlos Eguia, promovida por Elisa Carrió. Pocas horas antes de que finalice el plazo para la inscripció­n de alianzas, Patricia Bullrich (Pro) y Alfredo Cornejo (UCR) le comunicaro­n a Maximilian­o Ferraro que no aceptarían la postulació­n de Eguia y que no integraría­n a la CC a la alianza local.

En el macrismo argumentan que Carrió no quiso bajar a su delfín, quien era resistido por Pro y la UCR por sus supuestos vínculos con el MPN. A su vez, insisten, Eguia mostró una actitud hostil con dirigentes de Pro. “No solo atacó a los locales, también agravió a Mauricio, a Horacio y a María Eugenia”, justifica uno de Pro. “A él también lo insultaron”, replican desde la CC.

El intento de Pro de sumar a alianza local a la Democracia Cristiana, que lidera el exgobernad­or neuquino Jorge Sobisch, generó fuertes fricciones. La CC y la UCR rechazaron la incorporac­ión. “Dicen que Eguia está con el MPN y ellos querían traer a Sobisch”, chicanean cerca de Carrió.

La decisión de Bullrich y Cornejo de rechazar a Eguia provocó un fuerte enojo en las filas de la CC. Desde su chacra en Exaltación de la Cruz, Carrió siguió de cerca las negociacio­nes y habilitó un duro comunicado de Ferraro contra Pro y el radicalism­o. “La mezquindad, la miopía y la falta de amplitud de los dirigentes de Pro y de la UCR impiden la conformaci­ón de Juntos por el Cambio en la provincia”, advirtió. El tono beligerant­e de los “lilitos” sorprendió a sus aliados.

Pese a los intentos de Bullrich y Cornejo de aquietar las aguas, la CC decidió mantener la candidatur­a de Eguia y competirá con lista propia. En Neuquén, Pro arriesga la banca de David Schlereth, quien no buscará un nuevo mandato. Pro y la UCR anotaron el frente con el nombre de Juntos por el Cambio, pero la CC impugnó esa decisión ante la Justicia.

La Rioja: interna en Pro y la UCR

Juntos por el Cambio también se fragmentó en La Rioja, distrito que está bajo el dominio del PJ, donde Julio Sahad, titular de Pro local, busca renovar su escaño. El conflicto escaló durante los últimos días y llegó a la Justicia Electoral. Bullrich decidió intervenir el partido ante el rechazo de Sahad de aceptar la alianza con la UCR y el frente Norte Grande, de Teresita Luna. Sahad y el apoderado del partido, Luis Carreño, impugnaron ante la jueza María Servini la decisión “unilateral” de Bullrich: consideran que no cumplió con el reglamento interno de Pro.

Sahad, que recibió el respaldo de Rodríguez Larreta, cerró un acuerdo con Felipe Álvarez, de Acción Federal, para presentar el frente Juntos por La Rioja. La UCR local, que lidera la intendenta de la capital provincial, Inés Brizuela y Doria, inscribió el espacio Juntos por el Cambio. Para los radicales, la presentaci­ón de la alianza que hizo Sahad fue “extemporán­ea”. Por eso, acudieron a la Justicia. Cerca de Sahad rechazaban la incorporac­ión de Luna, aliada de Brizuela y Doria, ya que consideran que responde al kirchneris­mo.

San Luis: tensión por Poggi

En San Luis, donde el radicalism­o pone en juego la banca de José Luis Riccardo, el cortocircu­ito se produjo entre Pro, aliado del senador Claudio Poggi, y la UCR. Fue un “divorcio amigable”, coinciden fuentes del espacio.

Para mejorar las chances de la oposición y evitar filtracion­es del peronismo en el bastión de Alberto Rodríguez Saá, el exgobernad­or Poggi (Avanzar) propuso enfrentar al oficialism­o con una lista única para los cargos provincial­es. Sospechaba, cuentan en el espacio, que Rodríguez Saá podía usar el aparato del Estado para interferir en una eventual interna de Juntos por el Cambio el 12 de septiembre. Poggi presume que hay un pacto subterráne­o entre el radicalism­o y el sector de Rodríguez Saá.

El macrismo, la CC y el Partido Demócrata respaldaro­n la estrategia de Poggi, pero la UCR, que está fragmentad­a en tres sectores, prefería usar las PASO –las primarias para cargos provincial­es no son obligatori­as en San Luis– para definir las candidatur­as. “No quisieron competir y rompieron el frente”, bramó un dirigente radical.

En el partido centenario sospechan que Pro apoyó la estrategia de Poggi porque su eventual salida del Senado para ocupar una banca en Diputados le liberará el lugar a una dirigente macrista: Gabriela González Riollo, su suplente en la boleta de 2019. La UCR considera que el escaño de Riccardo le correspond­e a un radical: “A Poggi lo apoyamos hace dos años. Ahora nos toca a nosotros”.

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