Hacen falta $66.488 para no ser pobre
El impacto de la crisis económica y la persistente inflación tienen como efecto un deterioro en la calidad de vida de las personas. En junio, una familia de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores) necesitó un ingreso de $66.488 para no ser considerada pobre, según la última estimación del Indec.
El dato surge de la medición de la canasta básica total, que abarca un conjunto de bienes y servicios elementales para las familias y cuyo valor aumentó 3,2% en el mes (51,8% en 12 meses). Así, esa misma familia necesitó en junio $2043 más que el mes anterior para evitar la pobreza.
Mayor fue el incremento de la canasta básica alimentaria, el conjunto de alimentos mínimos para la subsistencia que se utiliza como vara para medir el nivel de la indigencia. Según el Indec, el valor de esta canasta para ese mismo hogar de cuatro integrantes se encareció un 3,6% y ascendió a $28.414.
“La canasta básica alimentaria (CBA) se ha determinado tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto, entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades”, explica el Indec en su informe.
En 12 meses, el valor de esta canasta se incrementó un 57,6%, más de siete puntos porcentuales por encima de la inflación promedio que registró el Indec en el período (50,2%, de acuerdo con el IPC de junio). Esto se da, entre otros factores, por el sostenido incremento en el precio de los alimentos, que superan al alza promedio de los precios (anclado por el congelamiento de rubros como las tarifas de servicios públicos o el transporte).
Los efectos de la inflación también se reflejan en el encarecimiento de estas canastas. Según los registros del Indec, la CBA acumula 11 meses consecutivos con alzas superiores al 2,6%.