Clima extremo. Cúpula de calor, inundaciones e incendios en un mes de desastres naturales
El verano en el hemisferio norte estuvo marcado por catástrofes de gran magnitud en EE.UU., Canadá, Europa y China; los expertos advierten sobre el efecto del calentamiento global
Desde la cúpula de calor en Canadá hasta las inundaciones en Alemania y China o los incendios en California, el primer mes del verano boreal estuvo marcado por catástrofes naturales alrededor del mundo de una magnitud y una frecuencia inéditas, que podrían ser consecuencia del cambio climático, según alertaron especialistas.
“Incendios sin precedente en el oeste de Estados Unidos, inundaciones devastadoras en Europa: los impactos más recientes y cada vez más acelerados del cambio climático constituyen un llamado a la acción en la conferencia climática
#COP26 en noviembre”, tuiteó esta semana la cuenta del Cambio Climático de las Naciones Unidas.
También la Organización Meteorológica Mundial (OMM) adelantó ayer su reporte de septiembre, “Atlas de la OMM sobre mortalidad y pérdidas económicas relacionadas con fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos
(1970-2019)”, en el que desarrolló los efectos del alza de la temperatura en todo el mundo.
“Las olas de calor sin precedente que azotaron América del Norte están claramente relacionadas con el calentamiento global”, apuntó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
El experto cita un rápido análisis según el cual el cambio climático, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentó la probabilidad de que se produjese la ola de calor en al menos 150 veces.
Asimismo, remarcó que “ningún país es inmune” a este fenómeno y que el cambio climático “ya está aquí, y debemos imperiosamente invertir más en adaptarnos a este fenómeno”.
Cambios de temperatura
A finales de junio, el oeste de Canadá se asó bajo una “cúpula de calor” provocada por fuertes presiones que no dejaban escapar el aire caliente. El país batió varios récords absolutos de temperaturas, con un pico el 30 de junio de
49°C en la ciudad de Lytton, Columbia Británica.
A la “cúpula de calor” que dejó más de 500 muertos, se sumaron los incendios forestales, provocados especialmente por los relámpagos. Casi el 70% de los incendios fueron causados por relámpagos que encontraron las perfectas condiciones de sequedad para iniciar fuegos forestales. En solo 15 horas, el primer día de julio, se detectaron
113.000 relámpagos en la Columbia Británica.
La principal causa de las “cúpulas de calor” son los fuertes cambios de temperatura del océano Pacífico tropical registrados durante el invierno anterior, lo que explicaría que en ciudades como Lytton, ubicada en una latitud norte similar a la de ciudades como Bruselas o Fráncfort, se estén dando valores tan altos de temperatura cuyo carácter es extraordinario.
Impacto en EE.UU.
Según los estándares del Servicio Meteorológico de Estados Unidos, para ser clasificada como “ola de calor”, la temperatura en una región determinada debe mantenerse por encima del promedio histórico durante más de dos días. Pero esa definición puede variar según la zona: en el nordeste norteamericano, por ejemplo, el criterio es de tres días seguidos con temperaturas por encima de los 33°C.
Y eso fue lo que sucedió en los estados de Washington y Oregon. Las dos grandes ciudades de la región, Seattle y Portland, registraron 46,6°C y 42,2°C, respectivamente, temperaturas nunca registradas en ciudades que se benefician del efecto del Pacífico.
El balance de fallecidos todavía no se conoce, pero se eleva a, por lo menos, varios centenares de muertos.
“Este es el comienzo de una situación de emergencia permanente”, señaló Jay Inslee, el gobernador del estado de Washington, un defensor firme de la lucha contra el cambio climático.
Pero el calor no fue exclusivo del noroeste norteamericano. En la costa este los termómetros llegaron a cerca de 40°C.
En el caso del estado de Nueva York fue acompañado por fuertes tormentas e inundaciones por causa de una de las mayores precipitaciones de agua por hora de los últimos 80 años.
Tragedia en Europa
El fenómeno impactó también en el centro del continente europeo.
Entre el 14 y el 15 de julio, al menos 209 personas murieron a consecuencia de las imponentes inundaciones en Alemania y Bélgica, que dejaron decenas de desaparecidos. Ríos y corrientes se salían de sus cauces a causa de las incesantes lluvias, lo que anegó decenas de zonas habitadas. Las crecidas también provocaron desperfectos en Luxemburgo, Países Bajos y Suiza.
Según la OMM, en dos días cayó el equivalente a dos meses de lluvias.
Este tipo de condiciones meteorológicas extremas se vuelven “más frecuentes y más probables” a causa del calentamiento global, según Kai Schachter, hidrólogo en la Universidad de Potsdam.
Se estima que el impacto de las inundaciones de julio será el más costoso de la historia en Alemania, según la Asociación Alemana de Seguros, que estimó los reclamos por sí solos en hasta 5000 millones de euros.
El costo total, con rutas, vías de tren y líneas telefónicas rotas, que ya se ve en miles de millones, superará con creces esas cifras.
La empresa de satélites Iceye, que monitorea las zonas de inundación para las aseguradoras con imágenes satelitales, estima que más de 37.000 edificios alemanes se vieron afectados en julio, en comparación con menos de 1700 en los países vecinos de Holanda.
Incluso antes de esta catástrofe más reciente, Swiss Re estimó el costo económico de las inundaciones en Alemania en las últimas décadas en más del doble que el de Francia o Gran Bretaña.
Bajo el agua en China
En el caso de Asia, la ola de calor desató fuertes tormentas.
En China, el centro del país se vio afectado por unas inundaciones que dejaron, desde el 16 de julio,
51 muertos y ocho desaparecidos, según el balance difundido por las autoridades locales.
El martes pasado, la gran ciudad de Zhengzhou (centro) sufrió un diluvio con precipitaciones récord que inundó parte del subte y arrastró cientos de vehículos.
“Los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua son cada vez más frecuentes e intensos como consecuencia del cambio climático. Las pérdidas humanas y económicas provocadas por las lluvias torrenciales y las devastadoras inundaciones de la semana pasada en Europa central y China se saldaron con trágicas consecuencias”, dijo Taalas.
“De los diez peores desastres, aquellos que han supuesto las más grandes pérdidas humanas durante ese período han sido las sequías
(650.000 muertos), las tormentas
(577.232 muertos), las inundaciones (58.700 muertos) y las temperaturas extremas (55.736 muertos)”, precisó la OMM en su informe especial.