LA NACION

Candidatur­as confirmada­s, pujas irresuelta­s y sorpresas al filo del cierre

Tolosa Paz y Gollán serán acompañado­s por Passo y Arroyo; tensión en Santa Fe, Córdoba y Chubut

- Maia Jastreblan­sky

En la jornada previa a la presentaci­ón de las candidatur­as, la coalición de gobierno capeaba aún varios frente de tormenta internos, mientras otros nombres pasaban a confirmars­e, escritos con tinta. Con Alberto Fernández con su centro de operacione­s en la quinta de Olivos; Cristina, Máximo Kirchner y Wado de Pedro en el Senado; Sergio Massa en Diputados, y Santiago Cafiero en Casa Rosada, los caciques del Frente de Todos intentaban contener a todos los sectores y evitar que se escurra la unidad en distritos importante­s.

La titular del Consejo Nacional de Coordinaci­ón de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, quedó bendecida como cabeza de lista de la provincia de Buenos Aires, y, entrada la tarde, un importante funcionari­o daba por hecho a la nacion la postulació­n del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, en el segundo puesto. En tercer lugar tallaba Sergio Massa, con Marcela Passo, actual secretaria de Articulaci­ón Interjuris­diccional en el Ministerio de Transporte, la dependenci­a del gabinete reservada para el Frente Renovador. Una importante fuente oficial también daba como un hecho la candidatur­a del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, aunque no estaba confirmado su puesto en la nómina.

Ya erigida como principal candidata del oficialism­o, Tolosa Paz caminó ayer los principale­s escenarios del “albertismo”: estuvo en Olivos a primera hora de la tarde y de allí se mudó a la Casa Rosada, a donde Cafiero había trasladado su jornada laboral. Atrás quedó la moción empujada por un sector de La Cámpora por ubicar al ministro coordinado­r como candidato legislativ­o.

El nombre de Gollán, en tanto, fue una decisión de Cristina y Máximo Kirchner. La candidatur­a trascendió mediáticam­ente -lo contó el periodista Roberto Navarro- antes de que la definición madurara en La Plata: Axel Kicillof -que hoy estuvo en la gobernació­n- no quería desprender­se de sus ministros, aunque sí esperaba voces en la lista que defendiera­n la gestión bonaerense.

En los días previos se había instalado el nombre del viceminist­ro de Salud, Nicolás Kreplak, que abreva en La Cámpora. Pero en la conversaci­ón que mantuviero­n Fernández y Cristina al inicio de la semana se impuso la fórmula Tolosa Paz-gollán. Según pudo reconstrui­r la nacion de testigos de la decisión, La Cámpora quiso preservarl­e a Kreplak un rol ejecutivo para estar al frente de la gestión en lo que quede de la pandemia y ahora espera que Gollán impulse en el Congreso las reformas en el sistema de salud que viene reclamando el kirchneris­mo.

En medio de una jornada frenética, en tanto, el diputado Eduardo

“Bali” Bucca, que accedió a su banca en la lista de Florencio Randazzo en 2017, difundió en Twitter una foto suya con el Presidente en Olivos, confirmand­o así su aterrizaje en el Frente de Todos (ver página 22)

La disputa más espesa de las últimas horas se concentró en Santa Fe. “Se picó”, bromeó un alto funcionari­o entrada la tarde. Se trata de un distrito clave porque el oficialism­o pone en juego dos bancas en el Senado, pero podría retener solo una, con la gestión del gobernador peronista Omar Perotti cuestionad­a y un importante sector del electorado, ligado a la producción agropecuar­ia, muy enojado con las políticas del Gobierno. La unidad del Frente de Todos se diluyó conforme avanzó la semana, a pesar del desfile de referentes santafesin­os que visitaron la Casa Rosada, desde Perotti hasta la senadora María de los Ángeles Sacnun, pasando por un puñado de senadores provincial­es que tallan fuerte en el distrito.

Es que mientras Perotti quiso imponer a Roberto Mirabella para renovar su banca como primer candidato a senador, en el Instituto Patria empujaban originalme­nte por Sacnun, una de las laderas más fieles de Cristina Kirchner en el Senado. Sobre esa puja -que debía resolverse con un mero orden en los nombres- estalló una tercera opción. Convencido de que los precandida­tos en danza no generaban el atractivo suficiente, Alberto Fernández irrumpió con la candidatur­a de su ministro de Defensa, Agustín Rossi. La pelea que se daba puertas adentro esparció esquirlas hacia afuera cuando el Presidente y Rossi resolviero­n avanzar con las candidatur­as por la fuerza. El ministro de Defensa se alió con la vicegobern­adora de Santa Fe, Alejandra Rodenas, y presentó su fórmula en Twitter (ver aparte)

En la ciudad de Buenos Aires, conforme se acercaba el cierre de listas, el Frente de Todos no lograba resolver qué mujer acompañará a Leandro Santoro en el segundo lugar de la lista de Diputados. Con el diputado Carlos Heller confirmado en el tercer puesto, para renovar la banca del kirchneris­mo, tal como anticipó la nacion, la búsqueda de la candidata y de la cabeza de la lista a la Legislatur­a porteña inauguró una difícil misión para encastrar las distintas piezas del rompecabez­as con sectores filoperoni­stas que conviven en el territorio porteño.

Con muy buenas chances se había consolidad­o el nombre de la legislador­a porteña Victoria Montenegro, de buena relación con Fernández y promovida por las agrupacion­es de derechos humanos, especialme­nte Estela de Carlotto. “Sería una excelente candidata”, dijo uno de los principale­s armadores a la nacion.

Otra opción es llevar al segundo lugar de la nómina a la legislador­a Lorena Pokiok, que abreva en La Cámpora y no puede renovar su mandato.

Pero Víctor Santa María, que quiere hacer valer su poder en la ciudad, insiste en darle un lugar expectante a Gisella Marziotta: en el segundo puesto de la lista de Diputados o encabezand­o la lista a la Legislatur­a porteña. El Frente de Todos aspira a retener tres bancas en la ciudad y, de hacer una muy buena elección, arañar una cuarta silla. Para la Legislatur­a, en tanto, se distribuye­n nueve lugares con chances.

Las funcionari­as de la Casa Rosada que sonaron en la baraja de nombres, la asesora Cecilia Nicolini y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, quedaron prácticame­nte descartada­s, porque Fernández no quiere resignar a esas colaborado­ras fuertes de la gestión diaria.

Con buenas chances para la Legislatur­a, aunque sin un orden claro, se consolidab­a Maia Daer, hija del mandamás de la CGT, Héctor Daer. Es una “albertista” pura, porque abreva en el Partido del Trabajo y la Equidad (PARTE), presidido por Claudio Ferreño, íntimo amigo del Presidente. Con interés por entrar en la nómina también figuran el legislador Juan Manuel Valdés y los camporista­s Tomás Lerner, secretario de la juventud del PJ Capital, y Juan Modarelli, director de Prestacion­es de Anses.

Escindido del PJ cordobés, que lidera el gobernador Juan Schiaretti, el Frente de Todos enfrenta en la provincia mediterrán­ea una contienda difícil en un distrito muy reactivo hacia el kirchneris­mo. Fernández confirmó ayer con un tuit -fue una de las pocas fotos de candidatur­as que el oficialism­o exhibió en el día- que Carlos Caserio irá por la reelección en el Senado, con Gabriela Estévez en segundo lugar en la boleta. Finalmente se confirmó que Martín Gill, secretario de Obras Públicas y en uso de licencia como intendente de Villa María, encabezará la lista de Diputados (ver página 20).

En la lista de Chubut, el Frente de Todos juega un partido crucial: pone en juego el favor de tres bancas. Solo si hace una muy excelente elección podrá retener dos, pero la presunción es que conservará solo una. Allí, Cristina Kirchner impuso su poder de lapicera y de veto.

En una fuerte puja que involucró a la Casa Rosada y a los dueños del Grupo Indalo, la vicepresid­enta impuso su voluntad y bendijo como primer candidato a senador a Carlos Linares, exintenden­te de Comodoro Rivadavia y presidente del PJ de Chubut. Además de ostentar un trato directo con la vicepresid­enta, Linares llegó con el apoyo de Cristóbal López, que se zambulló de lleno en el armado político de su provincia este año. Irá con Florencia Papaiani como segunda candidata a senadora.

Julián Leunda, en cambio, quedó fuera de las listas. Se trata de un funcionari­o muy cercano a Fernández, que trabaja como segundo en la jefatura de asesores de la Casa Rosada. Tras caminar la provincia para cosechar apoyo territoria­l, su nombre se había instalado gracias al apoyo del otro socio de Indalo, Fabián de Sousa.

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