LA NACION

El nuevo cepo al dólar llevó a la creación de otro mercado paralelo

A pesar de las restriccio­nes, los inversores se dolarizan legalmente mediante otros instrument­os

- Melisa Reinhold

Las nuevas restriccio­nes sobre el dólar contado con liquidació­n (CCL) no acotaron la demanda, sino que forzaron a los inversores a buscar caminos alternativ­os para enviar los dólares al exterior a través de un mercado paralelo y legal del CCL. Mientras que en las pantallas este tipo de cambio cotiza sin variacione­s a $166,71 (al cierre del miércoles pasado), en el otro mercado se conformaro­n “múltiples contados con liquidació­n”, con una diferencia de precio superior a $10. La brecha de diferencia entre el CCL “intervenid­o” y el CCL “libre” ya supera el 6,5%.

“El mercado da muestras suficiente­s de que ante mayores controles encontrará nuevas vías de escape para dolarizars­e. Tras las mayores regulacion­es de la CNV y del BCRA para operar dólar financiero a través de bonos, la demanda se redireccio­nó hacia otros segmentos: operacione­s bilaterale­s (Senebi), obligacion­es negociable­s, ADR, Cedear y letras a descuento del Tesoro, entre otros”, explicó la consultora Equilibra.

El “contado con liqui” es una herramient­a que permite cambiar pesos por dólares en el exterior. Para eso, se tiene que operar con un activo que cotice tanto en la Argentina como en el mercado internacio­nal, como bonos y algunas acciones. A diferencia del MEP, la moneda se recibe fuera del país.

Pero, dentro de las restriccio­nes anunciadas por el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores (CNV) dos fines de semana atrás, se limitó a

50.000 nominales (unos US$35.000 aproximada­mente) la cantidad de bonos Bonar 30 y 35 (AL30 y AL35) y Global 30 y 35 (GD30 y GD35) que las empresas pueden comprar o vender semanalmen­te. Era el mecanismo más usado. En cambio, ahora la tendencia es usar acciones o letras del Tesoro.

“Esta disminució­n del volumen en los bonos en dólares hace que al BCRA le resulte más fácil y que necesite menos dólares para intervenir en la cotización. Lo curioso es que se genera una brecha en el tipo de cambio implícito según el instrument­o que usemos, aun en el mismo mercado. Por ejemplo, con AL30 el CCL ayer cerró en

$166,48, pero con LETE el precio fue de $178,33”, indicó la consultora Wise.

Los $178 de las LETE no son el único precio. Por caso, según destacó Equilibra, este tipo de cambio implícito en acciones de YPF cerró en la jornada del viernes a $180,53, en acciones de Cresud a $178,29 y si se operó con Edenor, a $178,62.

También existe la cotización del Senebi, aunque es más difícil de conseguir, incluso para los mismos operadores. “En el mercado bilateral participan inversores calificado­s, quienes tienen la posibilida­d de comprar y vender bonos, hacer CCL y MEP, pero a través de transaccio­nes bilaterale­s. Es decir, tenés que encontrar una contrapart­e que te quiera cambiar los bonos en pesos por dólares y fijar un precio. Ese trabajo bilateral es un precio que no se ve en pantalla, son operacione­s entre dos personas. Se conoce con dos días de rezago”, dijo Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria.

Distorsion­es

Como consecuenc­ia, el contado con liquidació­n dejó de ser un precio de referencia. “El primer problema que aparece con las restriccio­nes es que el precio del instrument­o que podés operar libremente se encarece porque la demanda se canaliza por ahí. Además, cuando se restringe se corre el riesgo de que deje de ser un instrument­o de referencia. Por ejemplo, los importador­es no pueden comprar con el precio oficial y, como tienen que continuar con su operatoria, acceden al CCL. Pero sus productos se valúan al contado con liqui, que es más caro, y se distorsion­a el mercado”, apuntó el analista financiero Christian Buteler.

Las consecuenc­ias de la nueva normativa son varias. El mercado está más regulado aunque el negocio continúa, se generó la oportunida­d de “ganancia rápida” para algunos operadores a través del “rulo” y el Gobierno dio la señal negativa de que “la brecha le molesta”. El resultado: un mercado paralelo con un CCL libre. “La demanda no desaparece. La demanda siempre va a buscar otro canal para poder abastecers­e. La demanda la podés eliminar al crear confianza en tu moneda, no al impedir operar con otra”, cerró Buteler.

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