Los imprescindibles en el regreso a la oficina semipresencial
Mates, tazas, vasos térmicos, tápers... la vuelta implica un equipaje extra que ayuda a atravesar la jornada respetando los requerimientos de distancia social
Un mate para cebar amargo y otro para cebar dulce. Ese era todo el equipamiento necesario para atravesar la jornada laboral en la consultora donde trabaja Martín Caminos. A la hora del almuerzo, todos coincidían en el comedor. Así transcurría la vida en la prepandemia, cuando el momento del mate, del café o del almuerzo ofrecían la excusa para la charla, laboral o no.
“Hoy cada uno come en su escritorio.en general nos traemos la vianda desde casa o a veces pedimos delivery, pero los almuerzos compartidos ya no existen desde que volvimos a la oficina”, cuenta Martín, de 34 años. “Cada uno tiene su mate, su taza, sus tápers, e incluso evitamos ir a cargar agua para el termo si hay otra persona cerca del dispenser”, agrega.
El kit pospandemia, ese que nos acompaña en la vuelta a la pr esencialidad–ose mipr esencialidad –, es el inevitable equipaje que se suma alano tebook que va y viene (un día se usa en la oficina, el otro en casa), y que no solo se compone del ubicuo alcohol en gel, el barbijo y el barbijo de repuesto.
Son termos, mates, tazas, platos, cubiertos y tápers en todas sus formas y presentaciones; a veces también servilletas y quizás algún descartable (el imperativo de la sustentabilidad invita a evitarlos). Los elementos del kit de supervivencia van y vienen de la casa en algunos casos, en otros en los que las empresas disponen de espacios donde lavarlos y guardalos el tránsito es menor. Pero aun así ya forman parte de la lista de cosas que hay que asegurar antes de salir del hogar.
“Táper y vaso térmico es lo que va y viene de casa todos los días que toca ir a la oficina. En los lockers guardamos la taza, la botellita y el vaso para el agua que nos dio la empresa”, enumera María Isabel Castro, de 44 años, que trabaja en una multinacional de alimentos. El cambio más significativo, agrega, se dio en la modalidad de los almuerzos.
“En el comedor tenemos todo bien marcado, con 2 metros de distancia entre cada uno para sentarnos; las mesas son largas y nos sentamos alternados de un lado y otro de la mesa, 3 personas máximo por mesa –cuenta–. Cuando arrancamos en forma optativa a venir solo se podía traer el táper o la comida, para evitar entrar y salir. Ahora que se flexibilizó podes salir a comprar para comer”.
Usos y costumbres
En esta vuelta a la oficina, los usos y costumbres son otros. En todo caso, lo individual de los elementos que nos acompañan funcionan como recordatorio de que la distancia social es hoy el elemento organizador de las relaciones laborales.
“Antes, lo primero que hacia al llegar a la oficina era compartir un mate con algún compañero, pero desde la pandemia debemos turnarnos incluso para ir a la cocina a prepararlo, cada uno con su equipo de mate, y de ahí al escritorio”, cuenta Julieta, de Bahía Blanca, que lamenta que “se perdió esa charla en la cocina mientras uno hacía mate y otro se preparaba un café”.
Asumida la nueva normalidad, algunas empresas buscan dar respuestas que contengan y faciliten los cambios. “Las empresas que están volviendo a la presencialidad están generando iniciativas para atraer a los empleados, lo que se llama Propuesta de Valor de la Oficina. Las que están en esta dirección, están considerando mejorar la propuesta de servicio de comedor para que sea parte del atractivo de volver a la oficina”, advierte Alejandro Melamed, Director General de Humanize Consulting.
“Los elementos que acompañan son los dispositivos de protección para garantizar la salud, la variedad de propuestas, la disponibilidad en horarios ampliados –enumeramelamed–.tambiénel ofrecer espacios saludables para calentar comida, heladeras para guardar durante el día”.
“Antes alentábamos a comer juntos en el comedor, pero en la vuelta ofrecimos un kit de bienvenida que incluye vaso, taza, utensilios de cocina, platos –cuenta Ariel Peralta, Latam Senior HRBP Manager de la compañía DVA–. Se puede comer en el comedor, pero en turnos, y permitimos que quien quiera comer en su escritorio pueda hacerlo”.