El Vaticano reveló por primera vez su patrimonio inmobiliario
Publicó que tiene 5250 inmuebles en Italia y otros países
ROMA.– Cuando faltan pocos días para un inédito maxijuicio que empezará pasado mañana y que tendrá en el banquillo a un cardenal –Angelo Becciu– y otras nueve personas por malversación de fondos y corrupción, el Vaticano lanzó ayer una operación transparencia, también sin precedente.
Por primera vez en la historia, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) publicó su balance de 2020 junto a un detallado informe, en el que reveló que maneja 4051 inmuebles en Italia y 1200 en el exterior. Al mismo tiempo la Secretaría para la Economía (SPE), es decir, el superministerio de Economía creado por el papa Francisco, publicó por segundo año su balance consolidado de 2020, que sorprendió porque, más allá de los pronósticos pesimistas que se habían hecho el año pasado debido a la crisis causada por la pandemia, al final las cuentas no dieron tan mal.
“El 2020 fue un año difícil, pero al final nos fue mejor de lo previsto”, explicó el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, al frente de la SPE desde hace un año y medio, que destacó que el déficit que finalmente hubo –de
66,3 millones de euros– fue mejor del que se había estimado en el mejor de los escenarios planteados, y que se usó menos dinero del Óbolo de San Pedro que en el pasado para sostener los gastos relacionados con la misión de la Iglesia.
“La buena noticia es que, gracias a los esfuerzos hechos, los resultados se acercan mucho a los de un año normal”, dijo Guerrero, que en una entrevista con Vatican News destacó que se redujeron los gastos ordinarios de la Curia Romana en 26 millones de euros –un ahorro no solo debido a la racionalización sino también a la falta de viajes, congresos y demás eventos debido al Covid-19 y a un ajuste de sueldos–, aunque se aumentaron los gastos para ayudar a las iglesias más necesitadas.
Al mismo tiempo, hubo una baja de ingresos de 11,6 millones por el cierre de varios meses debido al confinamiento de los Museos Vaticanos, las catacumbas y la oficina de viajes. Se trata de una pérdida que, de todos modos, se equilibró con una reducción de gastos de 4,9 millones en el manejo de esas mismas actividades, por lo que la pérdida neta fue de
6,7 millones de euros.
La causa por corrupción, estafa y malversación de fondos reservados de la Secretaría de Estado se desencadenó por la millonaria compra de un inmueble en Londres, realizada con dinero del Óbolo de San Pedro.
Ese edificio en el barrio de Chelsea, que solía pertenecer a Harrod’s y fue objeto de una verdadera estafa que involucró a oscuros brokers, ya ha sido puesto en venta y el Vaticano espera recuperar al menos 200 millones de euros.