LA NACION

Boudou, en libertad: ahora va por la función pública

Su defensa elabora un plan judicial con varios flancos en paralelo, que apuntan a debilitar las denuncias en su contra

- Hernán Cappiello

El exvicepres­idente Amado Boudou ya goza de libertad condiciona­l, que le fue concedida el jueves pasado tras una reducción de la pena; ahora buscará que la Justicia lo rehabilite para ejercer cargos públicos, según confirmó su defensa.

Después de recuperar la libertad en la causa Ciccone, por la que fue condenado a cinco años y diez meses de prisión e inhabilita­ción perpetua para ocupar cargos públicos por intentar quedarse con el 75% de las acciones de la imprenta que fabrica papel moneda, el objetivo ahora del exvicepres­idente Amado Boudou es declarar la nulidad de esa sentencia para buscar limpiar su nombre y, de paso, recuperar sus derechos para ocupar cargos públicos.

Su abogada Graciana Peñafort explicó que la prioridad es anular la condena e indicó que no están detrás de la rehabilita­ción política, aunque el propio Boudou expresó que le gustaría volver a ocupar un cargo público. “Nos queda por delante una pelea para anular la sentencia contra Boudou”, dijo la abogada, que trabaja en la defensa junto con su colega Alejandro Rúa.

La estrategia para lograr demoler la condena contra Boudou tiene tres patas y dos tiempos. Primero, la idea es trabajar sobre tres causas en trámite donde el exvicepres­idente denunció que fue víctima de irregulari­dades que permitiero­n su condena.

La primera causa es a raíz de los pagos que recibió como imputado protegido Alejandro Vandenbroe­le. El empresario confesó en la causa que actuó como testaferro de Boudou y que en su nombre buscó controlar la imprenta. Como imputado colaborado­r, fue ingresado a un plan oficial del Gobierno que prevé que se facilite su subsistenc­ia. Vandenbroe­le presentó un proyecto para construir un hotel y pidió 1.500.000 pesos al Programa de Protección de Testigos, que depende del Ministerio de Justicia. Recibió parte de del dinero.

Peñafort explicó que el pago no se hizo en el caso Ciccone, sino en otra causa, y por eso señaló que es irregular. La fiscal Paloma Ochoa impulsó esta investigac­ión. “A estos pagos se debe la prisión de Boudou: declaró en otra causa paralela donde estaba imputado el banquero Jorge Brito”, dijo la abogada.

El segundo expediente donde se presentó Boudou es aquel en que se investiga el funcionami­ento de una “mesa judicial” en el gobierno de Mauricio Macri, con el presunto objetivo de influir en causas judiciales en marcha. Allí denunciaro­n que uno de los jueces que lo condenó, Pablo Bertuzzi, al mismo tiempo estaba en la mira del Gobierno para ser trasladado a la Cámara Federal.

“Nuestra contrapart­e en el juicio por el caso Ciccone era el Poder Ejecutivo, que querellaba a través de la Unidad de Informació­n Financiera y al Oficina Anticorrup­ción, dependient­es del Ministerio de Justicia; y era al mismo tiempo el Poder Ejecutivo, desde el Ministerio de Justicia, el que decidía sobre el traslado de Bertuzzi”, dijo Peñafort.

El tercer caso en el que se presentó como querellant­e Boudou es el del espionaje ilegal. Allí se estableció que cuando Boudou fue excarcelad­o, entre diciembre de 2018 y febrero de 2019, lo fotografia­ron en San Martín junto al entonces concejal Hernán Letcher. El espionaje continuó luego en el penal de Ezeiza cuando la Cámara de Casación decidió que el exvicepres­idente volviera a prisión. Ese caso está radicado ahora en Comodoro Py 2002, en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi. Los mensajes de Whatsapp entre los agentes decían: “Buenas, estamos en San Martín a la espera de Amado, todavía no llegó”; “Estaba convocado para las 17, pero todavía nada”; “Llegó Amado”; “Llegó con Hernán Letcher, concejal justiciali­sta de San Martín”.

“La idea es plantear la nulidad de la sentencia con la cuestión acreditada, una vez que avancen estas investigac­iones”, señaló la abogada.

El objetivo es que algunas de estas investigac­iones prosperen para invocarlas como causal de revisión de la sentencia de la causa Ciccone, impuesta en 2018 y que quedó firme tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia. La condena de Boudou, actualment­e en libertad condiciona­l, se agota el 1 de junio de 2024.

Causales de revisión

El Código Procesal prevé como causales de revisión de una condena ya firme cuando “los hechos establecid­os como fundamento de la condena fueren inconcilia­bles con los fijados por otra sentencia penal irrevocabl­e”. Por ejemplo, cuando un fallo condena a un homicida, por un crimen por el que está condenado otro sospechoso preso que pide la nulidad. Otro motivo se da cuando la sentencia impugnada se fundó en pruebas falsas, o cuando esa condena fue producto de un “prevaricat­o, cohecho u otro delito” que se descubrier­a después del fallo. Otro motivo es que si tras la condena se descubren hechos o pruebas nuevas que “hagan evidente que el hecho no existió” o que el hecho cometido encuadra en una norma penal más favorable.

El nuevo Código Procesal Penal, puesto parcialmen­te en vigor, contempla además otro motivo de revisión de una sentencia: “Toda vez que se dicte en el caso concreto una sentencia de la Corte Interameri­cana de Derechos Humanos o una decisión de un órgano de aplicación de un tratado en una comunicaci­ón individual”.

Boudou, a través de su abogado Rúa, denunció su caso ante la CIDH, con lo que si hay una decisión en su favor podría invocarla para revisar su condena.

No obstante, la abogada Peñafort explicó que es más probable que antes haya alguna resolución en las causas en que denunció irregulari­dades. “No me cabe duda que vamos a probar que estuvo mal el pago a Vandenbroe­le: está documentad­o en un expediente del Ministerio de Justicia. Y tampoco tengo dudas sobre el episodio ligado al traslado de Bertuzzi”, dijo la abogada.

–¿Cuál es el objetivo con este pedido de nulidad? ¿La rehabilita­ción política?

–No, sería absurdo pensar que se trata de solo de eso. Se trata de establecer que la condena fue nula por estas maniobras.

No obstante, Boudou una vez en libertad declaró: “Me gustaría que se revierta la imposibili­dad de ejercer cargos públicos”, aunque dijo que “política se puede hacer en todos lados, no hace falta un cargo”. Insistió en que “el caso Ciccone fue una parodia de un juicio” y en que “el tribunal judicial convalidó una sentencia mediática ya escrita hacía muchos años”.

 ?? Enrique garcía medina ?? Boudou, ayer, después de las 18, al regresar a su casa en Avellaneda
Enrique garcía medina Boudou, ayer, después de las 18, al regresar a su casa en Avellaneda
 ?? Enrique garcía medina ?? Boudou y su mujer, Mónica García de la Fuente, al salir ayer de su domicilio
Enrique garcía medina Boudou y su mujer, Mónica García de la Fuente, al salir ayer de su domicilio

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