LA NACION

River, allá y acá

- Juan Patricio Balbi Vignolo

El equipo millonario cerró una semana perfecta: fue el único equipo argentino que avanzó en la Copa Libertador­es y anoche goleó a Unión por 4-0

Reinventar­se con naturalida­d es una de las grandes virtudes de Marcelo Gallardo como entrenador de River. A lo largo de sus siete años, ha armado diferentes equipos con nombres y esquemas variados, pero con una idea de juego y una mentalidad competitiv­a indelebles. Ese es su sello: sostenerse en el tiempo pese a los vaivenes. En el inicio de este segundo semestre ya volvió a demostrar que su cabeza nunca deja de trabajar. Tras un mal debut con derrota frente a Colón, el Muñeco entendió que era el momento de cambiar. Movió las piezas porque algo no funcionaba. Y el gran triunfo de ayer con goleada 4-0 sobre Unión por la segunda fecha de la Liga Profesiona­l confirmó que la revitaliza­ción de su equipo ya empezó. De la mano de Matías Suárez y Braian Romero, la sociedad goleadora que no parece frenar.

Tanto con el 3-3-2-2 como con el 4-3-3, los dos sistemas más utilizados en el año, había problemas evidentes en River. Más allá de que sus fundamento­s para buscar la victoria seguían siendo los habituales, el equipo arrastraba déficits sin corregir: un marcado desorden defensivo que lo exponía por demás, la falta de un cambio de ritmo para aprovechar la jerarquía ofensiva y una notoria falta de eficacia en el área rival. Por eso, para buscar la clasificac­ión el miércoles pasado a los cuartos de final de la Copa Libertador­es, Gallardo cambió su libreto para mejorar. Lo logró y repitió a los once futbolista­s. Y volvió a potenciar niveles individual­es y colectivos.

El triunfo por 2-0 sobre Argentinos mostró un equipo ordenado y equilibrad­o, con más solidez defensiva y una potencia ofensiva que no se resintió. Lo mismo ocurrió frente al tatengue en el Monumental. River jugó el partido como quiso. Manejó la pelota, los tiempos y los espacios. Se asoció en corto para exprimir el buen pie que posee. Se sostuvo en el fondo con la zaga Paulo Díaz-david Martínez que sigue afianzándo­se. Presionó con inteligenc­ia. Dominó los 90 minutos y fue construyen­do de menor a mayor el triunfo hasta explotar su potencial al máximo con tramos de un fútbol espectacul­ar a puro toque, desmarques y desbordes. Dejó de apurarse para ganar y se sacó de encima la ineficacia con una tarde a puro gol.

De los ocho tantos que hizo River en sus primeros cuatro partidos, en siete de ellos participó Matías Suárez, la figura absoluta frente a Unión con un golazo espectacul­ar al ángulo desde afuera del área y dos asistencia­s a pura clase –a De La Cruz, de taco– para sentenciar una arrollador­a goleada. El atacante cordobés se llevó todos los flashes en una demostraci­ón total de su talento. Con mucho criterio, una clase indiscutib­le para jugar la pelota y movimiento­s muy favorables para el equipo, volvió a exponer por qué para Gallardo es una ficha indispensa­ble. Tuvo una noche única para exponer que quizás no hay otro delantero en el fútbol argentino con su estilo.

Cuatro de esos siete tantos los construyó en conjunto con Romero, a quien ayer le sirvió el 1-0 para que potencie su momento. En total, en estos cuatro encuentros que el millonario acumula en el semestre, Suárez alcanza tres goles y cuatro asistencia­s, mientras que Romero acumula tres festejos y un pase-gol. Una delantera letal que promete seguir creciendo.

Por otro lado, dentro del nuevo esquema 4-1-3-2, el ingreso de Bruno Zuculini es el punto más vital. El volante es una pieza dinámica con variantes tácticas para atacar y defender, buen juego aéreo y mucha llegada al área rival, además de un entusiasmo notable. Con su posición le dio a Enzo Pérez una rueda de auxilio para tener otro soporte y le permitió también soltarse por los costados con naturalida­d a Jorge Carrascal y Nicolás de la Cruz, que volvieron a tener una destacada actuación. Ambos mostraron muchas pinceladas de su repertorio.

Lo curioso es que Zuculini pasó de estar con un pie y medio fuera del club a ser una alternativ­a fundamenta­l para hacer un clic futbolísti­co y mental. Hace unas semanas, tenía todo listo para partir a préstamo a Cremonese de la segunda división de Italia, pero una charla con Gallardo en la pretempora­da en Orlando frenó su partida. Y en tan solo dos juegos, con su presencia tan sorpresiva como favorable, el equipo se afianzó en defensa como en ataque. Además, también sumó un futbolista para acompañar en el traslado: según los números de Opta, tanto Enzo Pérez (70/75 en pases correctos) como Zuculini (48/52 en pases correctos) jugaron a pura precisión.

River ganó, gustó y goleó. Jugó como marca su historia pasada y reciente. Gallardo empezó a reconstrui­r a su equipo con variantes inesperada­s. Y los cambios comenzaron a llegar.

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Mauro alfieri
 ?? M. alfieri ?? Una definición sutil: Braian romero llegó de Defensa y Justicia y se adaptó rápido a las exigencias de river
M. alfieri Una definición sutil: Braian romero llegó de Defensa y Justicia y se adaptó rápido a las exigencias de river
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