Al agua. Pignatiello convive con la fascinación y la ambición competitiva
La atleta de mayor proyección del deporte argentino participará hoy en los 1500m libre, la prueba en la que se siente más cómoda; una preparación alterada por la pandemia de coronavirus, y el factor anímico como punto de partida
TOKIO.– La foto que confirma que Delfina Pignatiello está disfrutando en Tokio 2020 es la que la enseña posando como una elegante modelo antes de la ceremonia inaugural, con pantalón blanco, blazer azul y un arreglo celeste, el uniforme oficial de la apertura. “¡Momentos para siempre!”, escribió la sanisidrense, que no participó del aquel acto de casi cuatro horas en el Estadio Olímpico, con el objetivo de preservar energías. Pero sí se dio el gusto de formar parte de la postal general con el resto de la delegación, antes de que muchos partieran para el desfile y acompañaran los pasos de los abanderados Santiago Lange y Cecilia Carranza.
Después de ese primer pantallazo de fascinación asociado con los Juegos, a esta Pignatiello de cabello bicolor le llegó el momento del debut olímpico. Pero antes, hubo un asterisco: decidió descartar su participación en los 400 metros libre, con la idea de apuntarle decididamente a los 1500, la distancia en la que se siente más cómoda, una carrera en la que cree que consigue su mejor rendimiento. De esta forma, la atleta más prometedora del deporte argentino en los últimos años se tirará al agua desde las 9.01 del lunes de nuestro país, en el heat 5 (televisan TYC Sports y TV Pública).
Algunas particularidades de esa competencia preliminar: Pignatiello, que se clasificó para los Juegos con un tiempo de 15m51s68 –récord sudamericano y obtenidos en junio de 2019 en el torneo “Mare Nostrum” de Barcelona–, nadará en el andarivel 6 y competirá en el mismo heat con la gran favorita, Kathleen Ledecky, la norteamericana poseedora del récord mundial en esta distancia (15m20s48) y que llegó a esta cita clasificada con una marca de 15m29s51. En el mismo momento, con Delfina se zambullirá la chilena Kristel Kobrich (16m6s78), con quien compitió mano a mano en esta prueba para dirimir el oro en Lima 2019, en un desenlace apasionante que se inclinó para la argentina.
Después, a Pignatiello le llegará el momento de enfocarse en los 800 metros, la tercera prueba en la que se clasificó para estos Juegos Olímpicos. Pero por lo pronto, buscará avanzar en una justa que tendrá la entrega de medallas el martes 27, a las 23.54, en el Centro Acuático de Tokio. ¿Quiénes son las otras candidatas para los 1500? La italiana Simona Quadarella (15m40s89), además de la china Jianjiahe Wang
(15m45s59) y la húngara Ajna Kesely (15m54s48), estas dos últimas también integrantes del heat de Delfina.
Si se analiza el listado de todas las participantes para los 1500m metros, el escenario inicial de Pignatiello es interesante: figura en el
7° puesto entre las 33 nadadoras de la competición, si se las ordena por los tiempos con que se clasificaron para Tokio 2020. Pero estas marcas previas son relativas, fundamentaly mente por las alteraciones en los entrenamientos debido a la pandemia. Justamente la triple medallista dorada en Lima se sintió muy afectada en los momentos más estrictos de cuarentena en 2020, con las piletas cerradas y un gran número de atletas “varados” en su camino a Tokio.
Hace poco más de un mes, Delfina aseguró que se estuvo “matando a palos” en los entrenamientos y que se encontraba muy bien en lo mental. Aunque volvió a remarcar la diferencia de preparación respecto de sus rivales, aquellas que en 2020 no sufrieron un aislamiento tan estricto. En ese tránsito de cuatro largos meses fuera del agua debido a las restricciones, un día Pignatiello dijo basta y alzó la voz públicamente para que los atletas olímpicos pudieran retomar la actividad, ante la amenaza real de no asistir a esta gran cita: “Era un momento rejodido: una salía a hablar y lo mataban, lo crucificaban, como ocurrió con el remero (Ariel Suárez). Era re jugado salir a hablar. Finalmente encontramos el lugar, el medio y las palabras correctas para que nos escucharan y realmente hicieran algo”, mencionó en una entrevista que le concedió a Doble Mérito en Youtube.
Cuando se destrabó esa situación el gobierno del presidente Alberto Fernández flexibilizó la situación de cuarenta para los deportistas clasificados a Tokio, Pignatiello empezó a sentir que definitivamente estaba reencarrilada en esta aventura oriental. Queda por saber si será capaz de ingresar a las finales en 1500 –primero– y 800, con 21 años y mucha trayectoria por delante. En su primera excursión olímpica, la cuestión de la cabeza será clave. Es decir, cómo asumirá la presión que implican unos Juegos Olímpicos y todas las expectativas que se posan sobre ella, más allá de que debería tener un punto de maduración en los Juegos de París 2024.
“No me quiero subir al pony de nada ni me creo Dios, pero siempre me sentí distinta. Siempre busqué ser yo misma, poder ser distinta. No tengo que encajar en ningún molde, ni complacer a alguien ni le debo nada a nadie”, aseguró también en aquella entrevista con Doble Mérito, como para certificar que quiere ser una chica terrenal. Pero al mismo tiempo, en la capital japonesa buscará hacer aflorar ese espíritu tremendamente competitivo que asombró desde sus años de junior, cuando conmovió al público argentino en los Juegos de la Juventud Buenos Aires 2018.
Pignatiello decidió descartar la prueba de los 400m libre para apuntarle decididamente a los
1500; se clasificó para los Juegos con un récord sudamericano de
15m51s68/100