LA NACION

Con la Sputnik en espera, los rusos buscan la Pfizer

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MOSCÚ (Reuters).– Los “tours de vacunas” en el exterior son la última moda para una parte de la población de Rusia, donde las demoras para la aprobación internacio­nal de los fármacos de producción local, como la Sputnik V, llevan a rusos frustrados a buscar visitar otros países para inocularse con las dosis de laboratori­os extranjero­s.

Rusia no registró ninguna vacuna de fabricació­n extranjera para su uso. Aprobó cuatro vacunas de producción nacional, incluida la Sputnik V de dos dosis, que se aplica en decenas de países, incluida en la Argentina.

Pero ninguna de las vacunas de Rusia está aprobada por la Organizaci­ón Mundial de la Salud ni por la Unión Europea. La OMS, de hecho, suspendió su proceso de aprobación de la Sputnik V hasta que se visite nuevamente una fábrica que no pasó una inspección de buenas prácticas.

Esto tiene un doble efecto: por un lado, despierta dudas sobre la efectivida­d de las vacunas, y además impide por el momento a las personas inoculadas con ellas viajar a países de Europa y Estados Unidos.

La demanda en Rusia de viajes que permitan a las personas recibir vacunas extranjera­s aprobadas por la OMS aumentó desde ese anuncio, la semana pasada.

La mayoría de los viajes, que cuestan entre 600 y 850 euros, son a Serbia o Alemania como destino. Permiten a los clientes recibir una de cuatro vacunas diferentes, incluida la desarrolla­da con Pfizer, dijo ATOR en un comunicado.

Si los viajeros eligen una vacuna de dos dosis deben reservar dos viajes o una estancia extendida.

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