Economía buscó explicar el presupuesto ante analistas y bancos, pero dejó dudas
El equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, intentó despejar ante expertos algunas de las reservas que existen sobre el programa económico para 2022
El equipo económico arrancó el miércoles pasado una ronda de reuniones informativas con consultoras y bancos para explicar el proyecto de ley del presupuesto para 2022. Los participantes, sin embargo, se llevaron más dudas que certezas.
¿Cómo reducirán el gasto en subsidios económicos de 2,2% a 1,5% del PBI? ¿Cómo será la segmentación de tarifas energéticas? ¿Cómo será el acuerdo con el FMI? ¿Cómo se financiará el déficit de 3,3% del PBI? ¿Cómo lograrán que la inflación sea del 33%, con la emisión monetaria al tope y con actualización de tarifas? ¿Cómo hará para financiar el gasto previsional, si la inflación tendrá una caída de 48% a 33%? Estas son algunas de las dudas que surgieron, luego de ver las inconsistencias del programa estimado.
Los encargados de contestar las preguntas fueron Fernando Morra, secretario de Política Económica; Rafael Brigo, secretario de Finanzas, y Ramiro Tosi, subsecretario de Financiamiento. El ministro de Economía, Martín Guzmán, no estuvo presente.
En primer lugar, uno de las preocupaciones que mira el mercado es el nivel de reservas, sobre todo, tras la polémica con los DEG del FMI el fin de semana pasado. Según Equilibra –una de las que participó de las reuniones–, el ratio de letras intransferibles sobre reservas internacionales es del 139%, con dólares en el BCRA por US$45.682 millones.
En el equipo económico –según pudo reconstruir la nacion– la idea es arreglar con el FMI un nuevo acuerdo en diciembre e intentar de esta manera ahorrarse el pago de
US$1990 millones que habría que hacer el 22 de diciembre. El objetivo parece “optimista”, según señalan los economistas, ya que no se tiene certeza de que Guzmán tenga el apoyo político dentro del oficialismo para cerrar y también generan dudas la situación de Kristalina Georgieva, la directora del Fondo, que es investigada por favorecer a China cuando estaba en el Banco Mundial.
Lo único concreto es que el proyecto del presupuesto no contabiliza pagos al FMI ni al Club de París el año próximo. Además se espera que el país reciba US$12.500 millones de organismos multilaterales, de los cuales una parte sería para inversión financiera. Esta estimación fue considerada “no realista” por el exministro de Finanzas Luis Caputo. “Ellos dicen que las negociaciones con el FMI son muy constructivas y que el acuerdo está. Pero cuando preguntas del otro lado no hay muchas respuestas. De hecho, Georgieva está en la cuerda floja y en cualquier momento puede salir del Fondo”, indicó uno de los analistas económicos presentes.
El presupuesto espera un mundo también “beneficioso” para el país: no habrá más pandemia, las economías comenzarán a abrirse, los precios de los commodities se mantendrán altos y habrá lluvias, lo cual hará bajar el costo de generación eléctrica (porque habrá más energía hidráulica, que es más económica) y una buena cosecha del campo.
Con relación al tipo de cambio, el equipo económico espera volver al crawling peg (devaluaciones graduales) al ritmo de 28% anual. Por el lado de las paritarias, creen que lograrán controlarlas para que cierren en 38%, cinco puntos por arriba de la inflación del 33% esperada.
“¿Cómo harán para reducir los subsidios económicos?”, fue la gran pregunta. El equipo contestó que ahorrarán US$600 millones por el fin del programa de estímulo de la producción de gas que lanzó el exministro de Energía Juan José Aranguren (la llamada “resolución 46”), que las lluvias harán caer el costo de la electricidad y que habrá segmentación de tarifas. Sin embargo, ninguno de los tres funcionarios pudo explicar cuál es el diseño propuesto.
“Tampoco pudieron explicar cómo cierran este año el déficit. Da la impresión de que no manejan las partidas presupuestarias, que no están trabajando en las medidas del gasto que están teniendo. No manejan la política energética ni saben cuánto aumentará el transporte público el año próximo. Parece que manejan un metro cuadrado de un país que tiene un montón de variables que no funcionan”, fue en análisis de uno de los presentes.
Otra de las medidas que se les escuchó a los funcionarios es que seguirán buscando la manera de que los bancos compren bonos del Tesoro y que sustituyan las Leliq del BCRA. Así, quieren lograr el financiamiento necesario del mercado para bajar la dependencia de la emisión.