una bestia lujosa y ultraveloz
El Audi RS e-tron GT no solo es un sedán de exquisito diseño y sofisticada tecnología, sino que cuenta con una impulsión 100% eléctrica de altísimas prestaciones para activar la adrenalina
La electrificación de los vehículos es ya una realidad a nivel mundial. Una muestra clara es lo que se vio en el Salón de Munich (que finalizó hace pocos días) en el que los vehículos eléctricos fueron las estrellas de la muestra. Si bien la Argentina todavía está muy relegada en esta materia, es inevitable que tarde o temprano la era eléctrica también llegue a nuestro país.
En ese sentido, Audi es una de las firmas que está apostando fuerte a esta nueva forma de movilidad amigable con el medio ambiente. Hace menos de un año lanzó su SUV 100% eléctrico e-tron 55 quattro y esta semana realizó la avant-première de su berlina grande deportiva –también completamente eléctrica– RS e-tron GT, que de alguna manera se convierte en la nueva nave insignia de la marca de los cuatro anillos.
El lugar elegido para el primer contacto con este modelo que comenzará a comercializarse aquí el año próximo fue el Audi Performance Center del Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, donde se mostró en dos versiones: e-tron GT quattro y RS e-tron GT Quattro, tope de gama que pudimos manejar.
Este modelo comparte la plataforma y muchos componentes y tecnología con el Porsche Taycan (ambas marcas son parte del Grupo Volkswagen). Sin embargo, tiene una silueta muy estilo Audi que mezcla elegancia y deportividad (dada por la caída estilo coupé de la carrocería y las grandes ruedas con llantas de 20”) en cuotas parejas para lograr un diseño exquisito.
Con un equipamiento de confort y seguridad superlativos (incluye un conjunto de asistencias a la conducción increíble), el interior, además de amplísimo, es sobrio y tecnológico, con detalles que lo distinguen, como las butacas de estilo deportivo, los detalles en rojo y demás.
Este e-tron cuenta dos motores eléctricos (uno sobre cada eje) de
238 y 456 CV, respectivamente, que en conjunto entregan una potencia de 600 CV en modo normal, aunque cuando se aplica la función Boost alcanzan los 646 CV durante
2,5 segundos. Y el torque es apabullante: 830 Nm (84,6 kgm) disponibles desde cero. Los acompaña una transmisión automática inteligente de dos velocidades instalada sobre el eje trasero. La primera está pensada para una conducción dinámica, con una relación corta (15:1) para lograr un par elevado, mientras que la segunda es más larga (8:1) para conseguir velocidad, eficiencia y confort.
Los dos impulsores son alimentados por un pack de baterías de iones de litio de 85 kwh netos (93,4 kwh brutos) que pesan 630 kg y que están instalados a lo largo del piso y que le otorgan una autonomía promedio de 429 kilómetros según el estándar de medición WLPT. Cuando se necesita recargar, con supercargadores de corriente continua (DC) de 150 kwh se puede recuperar hasta del 5 al 80% de su capacidad en menos de
20 minutos (el 100% en 50 minutos) y de puede conseguir una autonomía de 100 km en apenas 5 minutos; mientras que con los cargadores de uso hogareño (de corriente alterna, AC) de hasta 22 kwh, la recarga completa demanda 4h30m. Para eso cuenta con dos tomas de alimentación delante de las puertas delanteras: la del lado del conductor se puede usar indistintamente con DC o AC, mientras la del lado del acompañante es exclusiva para AC.
Se lo dotó de una variante al atracción integral permanente tradicional de Audi denominado quattro eléctrico, que es cinco veces más rápida que en los sistemas mecánicos y que tiene un reparto del 0 al 100% entre ejes, lo que ofrece un mejor agarre en cualquier condición de conducción. Además, cuenta con dirección en las cuatro ruedas en la que el eje trasero es direccional hasta 2,8 grados. Esto se traduce en un mejor radio de giro a bajas velocidades 11,6 m (simplifica las maniobras de estacionamiento, por ejemplo) y ofrece más estabilidad a alta velocidad.
Ahora, ¿cómo se comporta esta bestia de 5 m de largo y más de 2400 kilos? En el breve contacto que tuvimos pudimos experimentar sensaciones contrapuestas. Por un lado, ofrece el confort de marcha y el comportamiento de un sedán de lujo (comodísimo, suave y super silencioso), pero cuando se lo exige transmite la misma adrenalina y el mismo ímpetu que cualquier superdeportivo de alta gama. Un ejemplo: cuando se acelera
fondo con el auto detenido, la inercia aplasta a los pasajeros contra los asientos y el auto parece volar sobre el asfalto. En 3,3 segundos alcanza los 100 km/h y en menos de 10 s ya toca los 200 km/h. Esto es posible porque los vehículos eléctricos tienen toda la potencia y el torque disponibles desde cero, lo que hace que la reacción sea explosiva.
Pero eso no es todo, sino que tanto en las rectas como en las curvas a cualquier velocidad este monstruo no pierde adherencia ni estabilidad en ningún momento (gracias al sistema de tracción, la ultra precisa dirección y las suspensiones adaptativas) y la conducción, más allá de ser vertiginosa, parece es realmente sencilla. A eso hay que sumar un conjunto de frenos con discos de acero con cobertura de carbono de tungsteno con calipers de 10 pistones adelante y 4 atrás que responden a la perfección, lo cual transmite una enorme seguridad. Como dato adicional: la velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
Aún no hay confirmación sobre el precio con el que se comercializará aquí, pero en Europa el valor es cercano a los 145.000 euros.