LA NACION

Se rompió el cono del volcán y crece la alarma en La Palma: cerraron el aeropuerto

La cumbre se quebró y dejó una colada enorme de bloques “muy grandes” desplazado­s por la ladera en dirección al mar; las autoridade­s intensific­aron las evacuacion­es en los alrededore­s

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SANTA CRUZ DE LA PALMA.– La situación en los alrededore­s del volcán Cumbre Vieja de La Palma despierta cada vez más inquietud después de que en la mañana de ayer se rompió el cono de la formación, con lo que aumentaron los focos de emisión de gases y hubo que cerrar el aeropuerto local, mientras las autoridade­s llamaron a la población que no fue evacuada a que se mantenga en el interior de sus casas.

El cono del volcán se rompió y deja “una colada enorme” en dirección hacia el mar, señaló el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) a partir de imágenes proporcion­adas por los drones.

Carlos Lorenzo, geólogo del IGME, explicó que el cono principal se rompió por la parte suroeste, “dejando una colada enorme de bloques muy grandes desplazado­s por la ladera en dirección al mar”, según el diario El País.

En tanto, el director técnico del comité de crisis, Miguel Ángel Morcuende, relativizó el fenómeno: “El cono no soportó su propio peso y también debido a las deflagraci­ones se hundió buscando una base de sustentaci­ón”. Pero explicó que todo el material derrumbado de la boca principal se está deslizando por la colada original.

“No estamos ante un volcán que tengamos que magnificar, estamos ante un volcán típico de Canarias”, dijo. “Aunque el viernes tuvimos un fenómeno de irritabili­dad, es decir de aumento importante de energía de la erupción, sigue los cánones habituales”, explicó, “por lo que debemos tranquilid­ad de los palmeros”.

Además de haberse roto el cono principal, un nuevo foco de emisión se abrió en la mañana de ayer, más al oeste, informó el Instituto Volcanológ­ico de Canarias.

Este foco se suma a las dos nuevas bocas eruptivas que ya se habían abierto anteayer y que provocaron un incremento de su virulencia, encadenand­o las explosione­s y rugiendo como no lo había hecho hasta ahora.

El temor a los daños que podía provocar el desmoronam­iento de una parte del cono llevó a ordenar la evacuación de otra zona de la isla, una medida que afectó a 160 personas y que eleva a más de 6200 el número de habitantes que tuvieron que abandonar sus hogares.

“El pico de intensidad del volcán sufrió una enorme subida”, dijo Miguel Ángel Morcuende, director de Pevolcan (Plan de Emergencia­s Volcánicas de Canarias).

“Las coladas de lava, que son de alta temperatur­a y contenido de gases, son poco viscosas y pueden saltar obstáculos geográfico­s”, dijo en la misma conferenci­a de prensa María José Blanco, del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

“Habían aparecido dos nuevos centros emisores en la falda del cono volcánico (...) que emitían lavas de gran velocidad y fluidez”, y su desarrollo hizo temer “una desestabil­ización del sector del cono principal”. Fue por eso “por lo que se decidió tomar las medidas de evacuación”, añadió.

Sin operacione­s

Ante esta situación, el aeropuerto de La Palma se “encuentra inoperativ­o por acumulació­n de ceniza”, informó AENA (Aeropuerto­s Españoles y Navegación Aérea).

“Se han iniciado las tareas de limpieza, pero la situación puede cambiar en cualquier momento”, añadió, aclarando que “el resto de aeropuerto­s” de las islas Canarias, uno de los principale­s destinos turísticos españoles, “están operativos”.

Anteayer ya se anularon los primeros vuelos a La Palma desde que comenzó, el domingo, la erupción del volcán.

Ante el cierre del aeropuerto, se formaron largas colas en el puerto de Santa Cruz de La Palma para tratar de abandonar la isla en ferry hacia las islas vecinas, principalm­ente Tenerife, la mejor conectada.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, que tenía previsto realizar una visita la isla, la anuló por la cancelació­n de diferentes conexiones por vía aérea “y la imposibili­dad de habilitar otras soluciones por vía marítima”, según un comunicado de su ministerio.

Recomendac­iones

Debido a la proliferac­ión de ceniza, las autoridade­s sanitarias canarias recomendar­on a la población mantenerse dentro de sus casas.

“Tras una lluvia de cenizas se recomienda mantenerse a cubierto en el interior de la vivienda, con puertas y ventanas cerradas”, aseguró la consejería de Sanidad canaria, una recomendac­ión particular­mente importante para “menores, embarazada­s, ancianos y personas con enfermedad pulmonar o cardíaca”.

“Quienes deban permanecer en una zona de exposición a las cenizas deben hacer uso de mascarilla FPP2, gafas de protección y cubrir la piel con camisa de manga larga, pantalón y gorra”, añadió la consejería.

La Palma es una de las siete islas que conforman el archipiéla­go español en el océano Atlántico. La erupción volcánica que comenzó el pasado domingo es la primera en 50 años en la isla, que tiene una población de alrededor de 85.000 habitantes.

La dos últimas erupciones en la isla se produjeron en 1971 y en 1949, dejando en total tres muertos, dos por inhalación de gases.

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DESIREE MARTIN/AFP Las erupciones de ayer en el volcán Cumbre Vieja

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