Con Rosatti, la Corte abre una nueva etapa en la relación con el Gobierno
El nuevo presidente del tribunal tiene el desafío de recuperar el diálogo; ayer Aníbal Fernández criticó el modo de designación
La elección de Horacio Rosatti como nuevo presidente de la Corte abre una nueva etapa en la relación entre el máximo tribunal y el Gobierno, que durante la gestión de Alberto Fernández atravesó diversas etapas. Desde un tímido diálogo y un enfrentamiento abierto hasta la actual instancia del más gélido silencio.
Rosatti, peronista santafesino que viene de la política, está dispuesto a que su gestión sea la del relanzamiento del diálogo interpoderes, que no significa negociar el sobreseimiento de un ministro, sino la relación institucional, que hoy es nula. En el cuarto piso de Tribunales hablan de “una Corte con las puertas abiertas para dialogar”.
No está allanado el camino, porque Fernández no perdona la renuncia de Rosatti al Ministerio de Justicia cuando ambos compartían el gabinete de Néstor Kirchner. El exministro se fue dando un portazo, diciendo que no le gustaban los números de una licitación para la construcción de cárceles. Ayer el malestar del Gobierno quedó evidenciado en la voz de Aníbal Fernández:
“Hay demasiadas cosas en juegos como para no darse cuenta que con estos gestos lo que hace la Corte es autoesmerilarse de una manera innecesaria”. Del lado del magistrado dicen que no es rencoroso, pero que no olvida. Aún no llegó a la Corte ninguna felicitación del Presidente por la designación del titular del alto tribunal.
Con Cristina Kirchner la relación es anterior. Ambos fueron convencionales constituyentes en 1994, junto con Elisa Carrió, que fue quien acercó el nombre de Rosatti a Mauricio Macri para proponerlo como juez de la Corte. El actual juez era vicepresidente de la banca justicialista e integrante de la comisión redactora, con lo que mantenían reuniones y debates.
Luego, explican cerca de Rosatti, la sugerencia de Cristina Kirchner lo llevó a ser procurador del Tesoro del gobierno de Néstor Kirchner y, más tarde, ministro de Justicia. Con Kirchner recompuso la relación, no así con Fernández. Cristina le entregó el premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por su tratado de Derecho Municipal. Tras su salida del gobierno, Rosatti nunca más tuvo relación con el kirchnerismo.
En el Instituto Patria la llegada de Rosatti a la presidencia de la Corte no mereció comentarios. Ni para destrozarlo ni para rescatarlo. Abogados cercanos al kirchnerismo, como el exjuez Eugenio Zaffaroni y la secretaria de asuntos jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, recibieron su llegada con críticas.
En la Corte creen que este gobierno no es el mismo tras la derrota electoral de hace dos domingos y que el cambio en la dinámica institucional, con Juan Manzur como jefe de Gabinete, puede abrir nuevos puentes de diálogo.
En la época de máxima tensión con la Corte, Cristina Kirchner la castigó por Twitter con dureza. Ahora se llamó a silencio. El alto tribunal tiene en estudio recursos pendientes que pueden impactar en las causas contra la vicepresidenta. Los más actuales son las relacionados con el juicio oral que enfrenta Cristina Kirchner por el direccionamiento de la obra pública en favor de Lázaro Báez. Un fallo de la Corte podría tener consecuencias que van desde fulminar el juicio en marcha hasta ampliar las medidas de prueba pedidas por las defensas.
La Corte enfrenta esta nueva etapa con el Gobierno inmersa en una fractura interna. Los jueces Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, que votaron las nuevas autoridades, se juramentaron actuar como un bloque destinado a la gestión, aunque ello no implica que coincidan en sus votos a la hora de dictar fallos. Es probable, incluso, que algunas disidencias sean estridentes. Si en la redacción de las sentencias se discuten intereses, en el debate por la presidencia se disputan egos y no hay asimetría entre los egos y los intereses, por lo que no es dudoso que este trío conforme mayorías a la hora de votar.
La pulseada por la elección del presidente duró hasta último minuto. El deseo de Ricardo Lorenzetti era postergar una semana más la votación, en el entendimiento de que, perdido por perdido, podría convencer a Rosenkrantz de ir por la reelección, con su voto, el de Elena Highton de Nolasco y con el presidente votándose a sí mismo. No prosperó esa postergación, que pidió Highton, a pesar de los lobbies externos para conseguirla.
Lorenzetti lanzó una carta atómica el viernes a la noche en la que rompió la regla no escrita de que las diferencias se dirimen puertas adentro del Palacio de Justicia. Denunció que la elección de Rosatti fue irregular y poco ética, Incluso deslizó que al votarse a sí mismo, por más que reuniera otras dos voluntades, podría no constituir una mayoría. Tantas internas y la pandemia, que obligan a que los acuerdos de jueces se hagan por Zoom, con Highton en su casa, hacen que no esté en agenda, al menos por ahora, una ceremonia pública de cambio de autoridades para el 1° de octubre, ni siquiera para la tradicional foto institucional.
Impacto en Comodoro Py
Rosenkrantz se despedirá de la presidencia el miércoles, en el cierre del IX Congreso Internacional de Abogacía Pública, que organiza la Procuración General de la Ciudad, que atiende los litigios judiciales del distrito que comanda Horacio Rodríguez Larreta.
Esta nueva gestión de Rosatti en la Corte mantendrá la idea de las decisiones colegiadas y ya se prevén cambios que levantan polvareda en Comodoro Py.
Jueces que siempre tuvieron diálogo frecuente con Lorenzetti, ven ahora con preocupación los rumores sobre un posible cambio en el área de administración del Poder Judicial, a cargo de Héctor Marchi. Está allí desde la presidencia de Lorenzetti, y sigue desde hace más de 12 años, aun tras el recambio por Rosenkrantz.
La pelea es por la gestión del fondo anticíclico de la Corte, que ya suma mucho más de $30.000 millones. Lo advirtió el líder del gremio de los judiciales Julio Piumato, al señalar que la celebración de la Coalición Cívica ante el recambio de autoridades oculta esa intención. “La Colisión Cínica (sic) sigue con la idea de hacerse del fondo anticíclico de la Corte para perforar su independencia y avasallar la división de poderes!”, tuiteó el líder gremial. En la lista de iniciativas y asuntos bajo observación para favorecer un mejor funcionamiento de la Corte están, entre otros temas, el Centro de Información Judicial, una oficina de estadísticas el análisis del modo en que se entregan recursos a los tribunales orales con megacausas en agenda.
Algunos de esos jueces preocupados ahora llamaron a Rosatti para extenderle su felicitación por su llegada como presidente dela Corte. “Muerto el rey, viva el rey”, deslizó un juez federal.