LA NACION

River aceleró rumbo al clásico, pero sigue sin solucionar las distraccio­nes defensivas

- Juan Patricio Balbi Vignolo

Libre. Así juega Julián Álvarez. Se mueve por todo el frente de ataque con naturalida­d. Puede ubicarse por las bandas, por el centro o como referencia de área. Cambia de rol según lo que el equipo requiera porque tiene técnica y calidad, pero también porque entiende muy bien el juego. Por eso Marcelo Gallardo se da el lujo de utilizarlo en diferentes posiciones. El joven de 21 años consume mucho fútbol, se nutre para aprender, escucha siempre a sus compañeros y al cuerpo técnico para seguir creciendo, se codea con las estrellas argentinas en la selección argentina y cada partido de River es un mundo nuevo en el que sigue descubrien­do su potencial. Anoche, en Santiago del Estero, se lució con otro partidazo en el que marcó un gol y aportó una asistencia. Y gracias a su nivel, y al apoyo de Franco Armani como la otra figura en el área propia, River se llevó un merecido 3-1 frente a Central Córdoba para llegar en alza al superclási­co.

El mejor jugador del año no detiene su marcha. Álvarez sigue cosechando los frutos de lo que empezó a sembrar desde que llegó desde Calchín, Córdoba, en 2015 a las inferiores millonaria­s. Ayer volvió a ser la figura y ya suma 11 goles y 13 pases-gol en 38 partidos en lo que va de la temporada. Es el jugador más determinan­te del plantel: ningún otro suma más presencias en goles (24). Está en todos lados.

El primer gol fue una muestra perfecta de su fútbol, muy vinculado al ADN Gallardo: presión alta para recuperar la pelota lo antes posible y ataque rápido en velocidad para lastimar con el rival desordenad­o. A los 32 minutos de la primera parte, el equipo forzó la salida con pelota dominada de Alejandro Maciel, le bloqueó los receptores por los costados y lo obligó a trasladar hacia adelante sin pase. Y en ese transcurso Álvarez aprovechó para acelerar desde atrás, robar limpiament­e el balón, girar en velocidad y asistir a Carrascal con un preciso pase para el 1-0 del colombiano con una gran definición.

Luego, a los 17 minutos de la segunda mitad, cuando River atravesaba su peor momento y Central Córdoba lo tenía contra las cuerdas, volvió aparecer Álvarez para rescatar a River. En una buena jugada de Carrascal que se ensució con un pase que no llegó a destino, el delantero aprovechó el rebote y sacó un violento remate desde el borde de la medialuna del área para romperle la red del arco de César Rigamonti. Un golazo con el que alcanzó su tercer partido en 2021 en el que entrega al menos una asistencia y además convierte un tanto.

Con su ritmo y su jerarquía, River comenzó a enfilar lentamente un encuentro que le terminó siendo cuesta arriba hasta el final. En primer lugar porque hasta los 41 minutos de la segunda parte no pudo definirlo –Braian Romero marcó el tercer tanto tras un gran pase de Agustín Palavecino– y en segundo lugar porque Central Córdoba pasó de jugar un primer tiempo de espera a un segundo tiempo de búsqueda. Y allí apareció la figura salvadora de Armani.

En la primera parte, River superó unos primeros 10 minutos de dificultad­es y empezó a dominar con dinámica, inteligenc­ia y velocidad. Le faltó precisión, pero fue encontrand­o espacios para lastimar con el correr del cronómetro. Y así se llevó una merecida ventaja en el marcador. Pero en el segundo tiempo todo cambió. El equipo de Sergio Rondina se atrevió a atacar y lastimó con continuida­d para exponer algunas repetidas falencias millonaria­s en el retroceso y los posicionam­ientos defensivos. Dos caras de la moneda.

Cuando el partido estaba 1-0, Armani le ahogó el grito a Leonardo Sequeira con una espectacul­ar atajada en un mano a mano a los 9 minutos de la segunda mitad. Luego no pudo sostener su valla invicta a los 25 frente a Sequeira en un penal que el árbitro Ariel Penel sancionó incorrecta­mente por una mano de Fabrizio Angileri. Y en el cierre del partido, tan solo minutos antes del 3-1 final, le sacó un mano a mano a Claudio Riaño con otra gran tapada para ahogarle el empate al Ferroviari­o.

De arco a arco, con las figuras inapelable­s de Armani y Álvarez, River se llevó una trabajada y necesaria victoria en la antesala del cruce con Boca. La victoria de Talleres lo obligaba a ganar para sostenerse como único escolta a dos puntos del líder, pero el empate de Estudiante­s y la caída de Lanús le dieron un envión para seguir sumando y empezar a despegarse del pelotón de vanguardia. El equipo de Marcelo Gallardo lleva seis triunfos y dos empates en las últimas ocho fechas y no detiene su marcha. Cuando puede jugar, juega. Cuando tiene que luchar, lucha. Y cuando necesita de sus individual­idades, consigue las respuestas que le venían faltando.

 ?? Fotobaires ?? Carrascal y Julián Álvarez, encuentro de goleadores en el festejo del tanto del colombiano
Fotobaires Carrascal y Julián Álvarez, encuentro de goleadores en el festejo del tanto del colombiano

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina