Regatas no se entregó, apostó por sus convicciones y se dio el gusto en la Catedral
Logró su segunda victoria en el Top 12 de la URBA y salió de la última posición; venció 20-16 al CASI, que acentúa su desorientación
Fue un grito de ilusión, de bronca contenida. Un grito revitalizante. Regatas, el que arrastraba penas, el que mendigaba puntos por las canchas de rugby bonaerense y acumulaba siete derrotas en ocho partidos, por segundo sábado en el año se convirtió en ganador. Con mucho sufrimiento, pero merecidamente derrotó al CASI por 20-16 en la Catedral sanisidrense y dejó ser el colista del Top 12.
El conjunto de Bella Vista no se apiadó de este irregular CASI, que se asemeja a una canción desesperada y merodea en la zona baja de la tabla. Hizo lo que tenía que hacer y su producción fue una demostración de algunas virtudes que vienen caracterizando su andar en la temporada. Más allá de algunos descuidos en la zona de definición, mostró una saludable desesperación para atacar, llegar al try dos veces y defenderse con mucha firmeza en los momentos más calientes del partido, a pesar de la juventud de sus forwards.
Regatas nunca se desesperó por revertir el resultado y siempre apeló al temple de los más experimentados, como José De La Torre, para explotar las grandes virtudes de jóvenes como Beltrán Landívar, Felipe Camerlinckx y Juan Corso. “Somos un equipo nuevo y estamos tratando de construir algo bueno para el año que viene. A pesar de haber perdido las primeras siete fechas, nunca perdimos el foco, sabemos hacia dónde vamos. Estos chicos, con rodaje, van a ser importantes en el futuro”, expresó Pablo Camerlinckx, técnico de Regatas.
Las muy buenas actuaciones de los tres cuartos visitantes fueron determinantes. Los dos tries que apoyó fueron de los backs Felipe Terra y Juan Corso. Que se plantearon atacar desde todos lados con una precisión admirable en cada pase y con una determinación digna de un equipo que busca escalar posiciones y afianzar el proyecto. Cada vez que se lo propusieron rompieron el timing de la defensa local, provocando huecos bien aprovechados con velocidad.
Si bien el conjunto local tuvo chispazos de buen juego y coordinación, su actitud fue inconstante y apiló muchos errores de manejo que los terminó pagando con la derrota. Por momentos exhibió compromiso, pero en otros, una pizca de relajación. Sobre todo, después de haber pasado al frente con un try de Jerónimo Solveyra convertido por Martín Roger, a los 15 minutos de la parte final.
Regatas lo aguantó con los forwards. Ahí estuvo la clave para sostener una lucha que en los papeles parecía despareja, pero que en los hechos no tuvo fisuras. Mientras Alejo Barrera se encargaba de ganar algunos lines propios y ajenos, Felipe Camerlinckx peleó en cada reagrupamiento. Con una tercera línea que llegó siempre primero a las pelotas sueltas y con un Terra que estuvo bien despierto para pescar y predominar sobre el pack visitante. Como esa al comienzo del segundo tiempo, a diez metros del propio ingoal y con un ataque del CASI que llevaba mucho olor a try y terminó contribuyendo a la reacción regatista.
Frente a esta variedad de recursos, el CASI se sintió incómodo. No pudo desplegar su juego rápido por los lados ciegos y chocó una y otra vez con los gordos visitantes. Y a medida que fueron pasando los minutos y el juego de Regatas crecía, la desorientación se hizo absoluta. Allí Regatas sacó el mayor rédito y comenzó a sentenciar la historia con un try antológico de Juan Corso, convertido por José De la Torre.
El final fue vibrante y dramático. El CASI apeló más al amor propio que a las ideas, empujó y empujó. Sin embargo, la firmeza de los forwards visitantes en el scrum le impidieron anotar. Cuando el árbitro pitó el final, el grito esperanzador y triunfalista se esparció por toda la Catedral. Regatas dejó de ser el último. Para entender semejante alegría, hay que meterse bien en el alma del presente de esta joven formación e internarse a fondo en los latidos de sus hinchas. Por lo pronto, el tiempo y los resultados dirán si fue un éxito aislado o los trazos de un proyecto deportivo que apunta al 2022.