LA NACION

La AFIP promueve a un alfil de Echegaray que está acusado de estafa

Pidió fondos para viajar a una charla de la OCDE, pero se fue de vacaciones a Miami; desplazan a quienes investigar­on a kirchneris­tas

- Hugo Alconada Mon

Terminaba 2015 cuando uno de los alfiles de Ricardo Echegaray en la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (AFIP) pidió viáticos para viajar a un congreso de la OCDE en el Caribe. Pero, en vez de asistir a ese evento, usó el dinero y los pasajes para irse de vacaciones a Miami. Ahora, procesado y con el riesgo cierto de afrontar una condena, le pidió a la AFIP llegar a una conciliaci­ón. Y el organismo que lidera Mercedes Marcó del Pont se lo aceptó. No solo eso. Lo promovió, cuando la Justicia todavía no definió si convalida o rechaza ese acuerdo.

El protagonis­ta es Horacio Curien, uno de los máximos lugartenie­ntes de Echegaray. A su lado fue subdirecto­r general de Fiscalizac­ión, uno de los cargos más sensibles y poderosos dentro de la AFIP, y luego lo acompañó a la Auditoría General de la Nación (AGN).

La denuncia mutó en investigac­ión penal, donde quedó claro que jamás asistió a la reunión, sino que enfiló hacia Estados Unidos, algo que jamás le informó a la AFIP, ni devolvió el dinero público.

Ahora, el Tribunal Oral Federal N°1, convocaron a una audiencia para la primera quincena de noviembre. Allí, Curien, la Fiscalía y la AFIP deberán plantear sus argumentos a favor o en contra de cerrar la causa penal con un acuerdo de conciliaci­ón que le evite a Curien una condena y le permita, por tanto, continuar en la AFIP.

Consultado­s por la nacion, voceros de la AFIP apoyaron esa opción. “Curien pidió un acuerdo conciliato­rio y ofreció pagar los 1400 dólares y 74.000 pesos objetos de cuestionam­iento y que, actualizad­os, dan poco menos de 500.000 pesos, los que ya pagó”.

El Ministerio Público rechazó esa opción por considerar que Curien era funcionari­o y que, por tanto, la ley le impide acceder al acuerdo conciliato­rio que pretende.

El cuadro procesal de Curien es complejo. La Cámara Federal porteña lo procesó en septiembre de 2019. “A la hora de rendir cuentas”, resolvió, “Curien no informó que no había viajado a la ciudad de Bridgetown, dejando solamente constancia en carácter de observació­n que la fecha de regreso había sido modificada por motivos personales y que no poseía las tarjetas de embarque correspond­ientes al tramo Miami-Barbados. Tampoco procedió a reintegrar ninguna de las sumas destinadas a solventar sus gastos de viaje y los pasajes”.

Para los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia, quedó probado que Curien usó de pantalla la conferenci­a de la OCDE, “logrando con ello solventar los gastos de un viaje por trabajo que –premeditad­amente– no hizo, trasladánd­ose en cambio a un destino distinto con fines ajenos completame­nte a aquellos por los que se dispusiero­n los fondos a su favor”.

Procesado por presunta estafa en perjuicio de las arcas públicas, el expediente recaló entonces en el TOF 1 para sustanciar un juicio oral. Pero el 5 de marzo pasado, la defensa presentó un acuerdo firmado con el actual subdirecto­r general de Administra­ción Financiera de la AFIP, Juan Arturo Siegenthal­er, por el cual Curien se comprometí­a a devolver $493.748,30 y la AFIP levantaba su reclamo, extinguien­do la acción penal.

Tanto la Fiscalía como el TOF rechazaron la propuesta de acuerdo por tratarse de un funcionari­o y estimaron que debería afrontar un juicio oral, con el consiguien­te riesgo de una condena, por lo que Curien apeló ante la Casación Federal.

Curien planteó que el TOF 1 obvió tomar en cuenta el interés de la AFIP por arribar a una solución y así “dar por finalizado un conflicto penal ya de por sí absurdo, donde se avanzó en franca vulneració­n de las normas administra­tivas y de control interno del ente supuestame­nte defraudado”.

El acusado fue más lejos. Afirmó que afronta “una persecució­n penal ciertament­e arbitraria y que en nada hace al interés de nadie y que, a decir verdad, despierta dudas sobre intenciona­lidades de otra índole”, cuando deberían sobreseerl­o por extinción de la acción penal.

El 28 de septiembre pasado, la Casación le dio la razón, aunque no adoptó todos sus argumentos. Concluyero­n que el TOF debió celebrar una audiencia oral con la Fiscalía, la defensa y los abogados de la AFIP presentes para que todos plantearan sus argumentos.

Promovido con causa penal

Ahora, el TOF avanzará con base en los lineamient­os trazados por la Casación, que también dejó claro que la función pública que ejercía Curien no sería obstáculo para, llegado el caso, arribar a un acuerdo conciliato­rio con la AFIP. La audiencia podría concretars­e el jueves 4 u 11 del mes próximo.

Mientras la Justicia define qué hacer, Marcó del Pont ya promovió a Curien. A mediados de este año lo asignó a la Dirección Regional Mar del Plata de la AFIP, ciudad donde conoció a Echegaray cuando estudiaban en la universida­d.

La línea que adoptó la AFIP con Curien contrasta con la que siguió con otros funcionari­os de La Plata, Mercedes, Bahía Blanca y Santa Fe, entre otras regionales del interior. Bajo órdenes de la directora de Coordinaci­ón y Supervisió­n Impositiva del Interior, Natalia Mondino –ligada al propio Curien–, fueron desplazado­s aquellos que firmaron escritos judiciales en las causas vinculadas a Echegaray, Lázaro Báez o Cristóbal López, entre otros.

Para Curien, de todos modos, la presunta estafa al Estado con viáticos no es su primera turbulenci­a. Antes había sido señalado como uno de los sabuesos que viajaron en abril de 2009 a Río Gallegos para reunirse con el entonces contador de los Kirchner, Víctor Manzanares. Juntos evaluaron cómo resolver las “inconsiste­ncias conceptual­es” en las declaracio­nes juradas impositiva­s de los Kirchner.

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