El “hombre gato” pudo haber matado en un delirio
Coincidieron en esa evaluación dos psicólogos que lo entrevistaron tras los homicidios
En la última audiencia del juicio contra el israelí Gilad Pereg, dos profesionales de la salud mental sostuvieron que el acusado pudo haber asesinado a su madre y a su tía “motivado por un delirio” que ahora se manifiesta en su condición de actuar como un “hombre gato”.
El psicólogo Carlos Guillermo Messina, propuesto por la defensa, declaró hoy ante el jurado popular por los homicidios de Pyrhia Saroussy, de 63 años, y de Lily Pereg, de 54, cuyos cadáveres fueron enterrados en el predio donde vivía Pereg en la localidad mendocina de Guaymallén.
Messina consideró “probable” que Pereg las haya asesinado “motivado por un delirio”. A partir de esa evaluación, la defensa del acusado planteóenelalegatodeiniciodeljuicio que el hombre que, ante la Justicia, solo responde con maullidos, debe ser declarado inimputable.
Relató que realizó una serie de entrevistas a Pereg entre febrero y marzo de 2019 y explicó que, si bien “es probable” que haya cometido los homicidios, “no se puede tener la certeza” de que entendió la criminalidad de sus actos.
“Es complejo determinar la comprensión de la criminalidad del acto en el momento del hecho en cuadros psicóticos debido a que pueden tener intervalos lúcidos y porque este tipo de patologías fluctúa mucho”, dijo Messina ante la jueza técnica María Laura Guajardo y el fiscal Fernando Guzzo.
Messina dijo que cuando lo entrevistó, Pereg ya estaba medicado con antipsicóticos. Y remarcó que el acusado “tiene una enfermedad mental” y que “comenzó a tener conductas que lo alejaron de la realidad”, por lo que “si se lo enfrentó en el delirio, pudo haber tenido conductas violentas con el propósito de sostener ese delirio, al punto tal de matar a alguien”.
Finalmente advirtió que el imputado “es una persona peligrosa”, que “el tema de los gatos es el núcleo de su delirio paranoico”, y que “el contexto de encierro [en un penal] no es un ámbito para un paciente psiquiátrico, pues no puede estar sin tratamiento”.
Luego declaró la psicóloga Jimena Rivas, del Hospital Psiquiátrico El Sauce, donde está alojado Pereg, con quien se entrevista de lunes a viernes, entre una y dos horas diarias. Indicó que el diagnóstico de Pereg es “un trastorno delirante crónico que consiste en un delirio generalizado” y dijo que el imputado “tiene una estructura psicótica que puede alterar por momentos el juicio de la realidad”.
Rivas resaltó que “si le tocan los núcleos delirantes, él puede responder de manera violenta”. Señaló que Pereg no tuvo un desarrollo infantil normal, no tenía interacción social y “solo confiaba en su abuela y su mamá [...] los únicos vínculos con los que se sentía protegido”.ß