Armani volvió a ponerse la capa: el arquero y la rutina de lo extraordinario
El invicto de River también va de la mano de los sorprendentes números del Nº1 en el arco millonario; las claves de la recuperación tras el Covid, y de perder la titularidad en la selección
“Yo tengo que estar cuando el equipo me necesita”. Franco Armani ya perdió la cuenta de la cantidad de veces que repitió la misma frase cuando tiene que afrontar una entrevista. Perfil bajo para el mundo exterior y voz de mando y de referencia en la intimidad del vestuario, el arquero de River sabe perfectamente cuál es su tarea: pese a que le suelen llegar poco, tiene que estar siempre alerta para responder en esos momentos cruciales. Y vaya si lo sabe hacer. El domingo por la noche fue la gran figura en el empate 1-1 con Estudiantes en La Plata y sus atajadas sostuvieron el invicto del único puntero que ya lleva 14 juegos sin caer en la Liga Profesional, con once victorias y tres empates. Una noche más de alto vuelo en la que confirmó su indiscutible jerarquía.
Desde su llegada a Núñez en enero de 2018, tras volverse ídolo en Atlético Nacional de Colombia, Armani se adueñó del arco millonario con seguridad, solvencia y salvadas brillantes. Más allá de que recibió siete goles en sus primeros siete partidos en el club, a partir de su explosión en la Supercopa Argentina contra Boca, en marzo de 2018 en Mendoza, su presencia se volvió esencial para el equipo de Marcelo Gallardo. Lo extraordinario pasó a ser rutinario para el nacido en Casilda. Y su actualidad lo vuelve a poner en los primeros planos de la escena después de que su figura de ‘Superman’ se decolorara un poco con algunos declives en su rendimiento en el tiempo.
“Siempre digo lo mismo y quizás se hace repetitivo en las entrevistas, pero uno tiene que estar cuando el equipo lo necesita. Yo tengo que tratar de estar en los momentos justos para darle tranquilidad y respiro al equipo. Todo es fruto del trabajo. Uno se esfuerza día a día para que después en el partido le salgan las cosas. Es un trabajo diario”, reconoció el futbolista, de 35 años, en diálogo con la televisión tras la igualdad con el Pincha.
Armani nunca tuvo tanta acción como el domingo en La Plata: fue la primera vez que completó siete atajadas en un mismo encuentro en el club de Núñez y la primera vez que le patearon ocho veces al arco. Sólo otros tres equipos en el ciclo Gallardo lograron hacerlo: San Lorenzo (8) y Barcelona (9) en 2015 y The Strongest (9) en 2016. Las estadísticas no hacen más que agigantar su actuación y su rol fundamental para rescatar un punto de una parada brava y áspera. “Franco tapó dos o tres pelotas importantes, tal como nos tiene acostumbrados. Cuando se lo necesita siempre está presente”, detalló Gallardo en la conferencia.
Un instante de refundación
El gran presente del casildense en la Liga también se encarga de alejar fantasmas planteados tras una serie de errores no habituales y algunos tramos de inseguridad que nunca había demostrado y que se dieron entre el segundo semestre de 2020 y el primero de 2021. Además, en mayo dio positivo de Covid-19 y estuvo en duda para jugar la Copa América por sus constantes hisopados positivos después de cursar y superar la enfermedad. En ese tramo, Emiliano Martínez se adueñó del arco de la selección argentina y el número uno de River pasó a ser el primer suplente para Lionel Scaloni.
Pero, lejos de caerse desde lo mental o lo emocional, Armani potenció su nivel y su firmeza en este segundo semestre del año: jugó 16 partidos de 18 en el torneo, alcanzó siete vallas invictas y es el arquero que menos goles recibió (11) entre todos los arqueros con más de 1000 minutos. Además, de acuerdo a los datos de Stats Perform, atajó el 75,6% de los remates que recibió (tercero en el torneo) y promedia 2,1 atajadas por partido, en una estadística que difícilmente pueda liderar ya que River es el equipo al que menos le patean al arco en la Liga Profesional con un promedio de 2,8 veces por juego. El dato potencia esa frase ya característica del discurso del arquero millonario: en las pocas ocasiones que tiene el rival, sus apariciones tienen que emerger para sostener al equipo.
Además, con el 3-0 contra Argentinos Juniors de la fecha pasada, el séptimo arquero con más presencias en la historia del club alcanzó las 70 vallas invictas en 154 partidos. Solo cuatro arqueros lograron esa cifra: Amadeo Carrizo, Ubaldo Fillol, Ángel Comizzo y Marcelo Barovero. Después de Comizzo (142), Armani es el segundo que menos partidos necesitó para conseguirlo. Otro número espectacular para su historial.
River sigue siendo líder de la Liga Profesional con 43 unidades en 19 juegos y es el equipo con más goles a favor (38) y menos en contra (13). Le lleva siete puntos de ventaja al escolta Talleres y nueve al tercero Lanús. A seis fechas del final del torneo, las matemáticas indican que necesita 12 puntos de los próximos 18 para ser inalcanzable y asegurarse el título por más que el equipo cordobés gane esos seis encuentros restantes. Pero el arquero millonario lo sabe más que nadie: “No nos podemos relajar. De acá hasta el final son todas finales. Tenemos que seguir con la misma mentalidad, firmeza y convicción”. Tres aspectos centrales del trabajo de un plantel que sabe que, si mira hacia atrás, siempre tiene a un pilar en el arco. Dentro y fuera de la cancha.ß