“Cuando me llamaba a su oficina para retarme, iba temblando”

Tres colaboradoras recuerdan su paso por el programa

Eugenia Morea, Sandra Igelka y Fiorella Vitelli, quienes trabajaron en los ciclos de América y A24 conducidos por Antonio Laje y lo acusaron públicamente de maltrato, hablaron con la nacion tras el descargo del periodista.

Eugenia Morea trabajó durante un año como productora de Buenos días América. “Fue un año con maltrato, un año con acoso, no solo de él: de su productora [Ximena Xanthopoulos] también. Me decía que era una inútil, que no aportaba nada al programa. Cuando me llamaba a la oficina para retarme, iba temblando”, dijo Morea, que hoy trabaja en Crónica y en Radio Continental. “Si hablaba, no trabajaba más. Estuve un año sin laburo, un año de terapia, de no poder hablarlo. Salté ahora porque no puede seguir pasando. Vi lo de Fiorella (Vitelli) y me animé a hablar. Fue muy frustrante para mi carrera. Todavía tengo la espina. Él nos destruyó. Nosotras no queremos destruir a su familia, queremos que se diga la verdad. Estoy acostumbrada a que me exijan, pero el maltrato es otra cosa. Fue de mis peores experiencias en la tele”.

Sandra Igelka llevaba diez años trabajando en América cuando comenzó a trabajar con Laje. “En 2013 o 2014 desembarca como gerente de noticias. Fue en ese marco que me sacó de todo con episodios de maltrato en reuniones, me acorraló en el lugar. No tenía escritorio, ni silla, ni computadora, ni función, ni nada. Con él empezó mi infierno en América”, relata Igelka, quien fue desvinculada del canal en 2019.

La nutricionista Fiorella Vitelli fue una de las primeras en romper el silencio en las redes sociales, luego de que Ángel de Brito señalara que María Belén Ludueña se iba de Buenos días América por maltrato. “Cuando vi lo de Belén dije: ‘¿Cuánto tiempo más me voy a quedar callada y van a seguir otras personas viviendo lo mismo?’. Hay un mecanismo de la violencia que por algún motivo te termina dando culpa y miedo”, explicó a la nacion.

Sobre el clima de trabajo en el ciclo que refirió el conductor, hablando de la exigencia de trabajar en TV, analizó: “Una persona puede ser exigente pero la forma en que comunica su exigencia es lo que cambia, me parece. Creo que ahí radica un poco el maltrato. Si vos le estás pidiendo a alguien que rinda más porque creés que es capaz y querés tener un programa de excelencia, me parece espectacular. Pero si elevás el tono o tenés palabras agresivas, al tener un lugar más alto en la jerarquía, hay abuso de poder”.

Tanto Morea como Igelka y Vitelli aseguran que están en diálogo con las otras mujeres que contaron sus historias en redes sociales. “Hay muchas chicas que tienen miedo de hablar. Cada una tiene su tiempo. Ojalá hablen cuando estén preparadas. Estamos todas en comunicación, juntas, y vamos a ver qué hacemos”, relata Morea.