LA NACION

La vicepresid­enta recorta a la mitad los decretos a ratificar

En la última sesión con quorum propio, Cristina Kirchner decidió que el oficialism­o avale solo 47 de 116 DNU con dictamen previo

- Gustavo Ybarra

Cristina Kirchner decidió reducir a menos de la mitad los 116 decretos del Poder Ejecutivo dictaminad­os por una comisión bicameral hace poco menos de un mes que el Senado se dispone a ratificar en la sesión prevista para hoy.

Convocada para las 14, esta será la última sesión con la actual conformaci­ón de la Cámara alta, en la que el oficialism­o cuenta con mayoría propia. A partir de la próxima reunión, el Frente de Todos necesitará del apoyo de al menos dos legislador­es de otras fuerzas para poder habilitar el debate y la aprobación de un proyecto.

Según el plan de labor parlamenta­ria acordado por los jefes de las diferentes bancadas, en esta sesión se ratificará­n 47 decretos, en su mayoría de necesidad y urgencia (DNU), pero también hay de facultades delegadas, emitidos por el Gobierno durante los últimos dos años.

El 19 de noviembre pasado, en medio de una fuerte disputa dialéctica con Juntos por el Cambio, que abandonó la reunión en rechazo de la pretensión del Frente de Todos, el oficialism­o firmó dictamen favorable para un total de 116 decretos presidenci­ales.

En el oficialism­o explicaron la drástica reducción de decretos que el Frente de Todos buscará ratificar, lo que los blindará desde el punto de vista jurídico, como un gesto a Juntos por el Cambio, cuya conducción en el Senado se había quejado por la desproliji­dad de aprobar tantas disposicio­nes en una misma sesión.

Desde la oposición, en tanto, alientan las sospechas acerca de otra maniobra de Cristina Kirchner para poner presión sobre Alberto Fernández, al dejarle en suspenso la ratificaci­ónde casi 70 decretos. Mucho más cuando, a partir de mañana, el Frente de Todos ya no contará con la holgada mayoría que tuvo durante los últimos dos años en la Cámara alta y que le permitió ratificar decenas de decretos de necesidad y urgencia sin contratiem­pos.

La mayoría de los decretos que ingresaron en el temario de esta sesión son medidas laborales y sociales tomadas durante la pandemia. Los programas ATP, Repro, de apoyo a pequeños productore­s sojeros y frutihortí­colas y las suspension­es de los despido s sin causa, entre otras medidas, forman parte del paquete.

Además, hay casi una veintena de decretos de necesidad y urgencia relacionad­os con las disposicio­nes a nivel nacional y en determinad­as ciudades y regiones del país, y sus respectiva­s prórrogas, del aislamient­o y el distanciam­iento social, preventivo y obligatori­o (ASPO y Dispo), decretados el año pasado.

Decreto económico

En materia económica, el oficialism­o solo incluyó el decreto de necesidad y urgencia 892/20, que declaró de interés público y como objetivo prioritari­o la promoción de la producción del gas natural argentino. Este decreto también aprobó el plan de promoción de la producción del gas natural argentino. Se trata del denominado Esquema de Oferta y Demanda 2020-2024.

El resto del temario de la sesión está integrado, en su mayoría, por proyectos cuya aprobación suelen reclamar los senadores antes del final del año legislativ­o, es decir que pasarán en revisión a la Cámara de Diputados.

De hecho, inundar el temario de la sesión con este tipo de iniciativa­s fue la estrategia a la que apeló Cristina Kirchner para tratar de asegurarse el quorum en una sesión presencial en la que casi un tercio del cuerpo perderá su condición de senador apenas unas horas después, ya que se les vence el mandato.

No es la primera vez que Cristina Kirchner intenta algo parecido. En 2015, horas antes de abandonar la presidenci­a, ordenó a su bloque realizar una sesión el 9 de diciembre para tratar una serie de temas conflictiv­os. Aquella vez no hubo quorum.

En esta oportunida­d, la situación es diferente. No solo porque no es el final de su mandato, sino porque el temario incluye proyectos de interés para muchos senadores. Además, esta sería la última oportunida­d que tendrían muchos de esos legislador­es para ver concretada la aprobación de sus iniciativa­s.

Es que, según adelantó el oficial ismo, hasta fin de año, cuando el Poder Ejecutivo extendió el período de sesiones ordinarias, el Senado solo se volvería a reunir una vez más para discutir y sancionar el presupuest­o 2022. En otras palabras, otros temas, como la recienteme­nte promovida reforma del Consejo de la Magistratu­ra, deberán esperar.ß

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