LA NACION

Vojvoda hace historia en Fortaleza, que viajó de la C a la Libertador­es

El DT argentino llegó como un desconocid­o y sorprendió en Brasil por el aprovecham­iento de los recursos y el juego ofensivo; “tiene el ADN guerrero”, dijo el presidente del club; el aporte de un compatriot­a: Depietri

- Federico Cornali

SAN PABLO.– Apenas había comenzado mayo cuando Juan Pablo Vojvoda, junto con sus ayudantes Gastón Liendo y Nahuel Martínez, pisó por primera vez Fortaleza, capital del estado nordestino de Ceará, territorio famoso desde siempre por sus playas pero, hasta allí, no tanto por su fútbol. Era casi medianoche de un domingo cualquiera y en el aeropuerto Pinto Martins el técnico argentino fue recibido por Marcelo Paz, presidente de Fortaleza Esporte Clube, y un par de miembros de la comisión directiva del Leão do Pici, entre los que se encontraba Alex Santiago, Director del Departamen­to de Fútbol. No había hinchas y, por ende, no hubo selfies ni mucho ruido.

Lo que tampoco había, según entendían Vojvoda y Paz, era tiempo que perder. Por eso, el grupo completo se trasladó directamen­te desde el aeropuerto internacio­nal hacia el Centro de Excelencia Alcides Santos, en el barrio de Pici, conocido también por albergar el Campus de la Universida­d Federal de Ceará. Ya sin el abrigo que traía desde Argentina, porque en la capital cearense la temperatur­a rondaba los 30° –como casi todo el año–, Vojvoda conoció las instalacio­nes del predio donde, además, decidió hospedarse a pesar de que los dirigentes le ofrecieron un lujoso departamen­to con vista al mar. No por nada Vojvoda es uno de los (tantos) discípulos de Bielsa.

En las redes sociales del Tricolor se anunciaba el arribo del técnico argentino. “El comandante llegó”, decía el posteo mediante el cual la mayoría de los hinchas de Fortaleza conoció el rostro del entrenador con el que el club haría historia meses después. Debido a la dificultad de pronunciar el apellido del cordobés, los internauta­s decidieron bautizarlo rápidament­e como “Vodka”, mientras algunos preguntaba­n si era “argentino, chileno o portugués”. También se sorprendie­ron al saber que su nuevo líder estuvo a punto de graduarse en Medicina, carrera que suspendió por su irrefrenab­le pasión, el fútbol.

Los miedos y las dudas de los torcedores eran genuinos, el club no podía permitirse nuevos tropiezos. No era momento para experiment­os. A pesar de ser uno de los grandes del nordeste brasileño, Fortaleza había pasado ocho temporadas en la Serie C (tercera división del Campeonato Brasileño) recienteme­nte, entre 2010 y 2017 –en 2011 estuvo a punto de hundirse en la Serie D–, y retornó a la máximo categoría al coronarse campeón de la B en 2018.

Tras consolidar­se en 2020, los objetivos para 2021 eran luchar por el título del Campeonato Cearense –como siempre–, avanzar lo máximo posible en la Copa de Brasil e intentar permanecer en la Serie A del Brasileira­o, lo que probableme­nte les rendiría un cupo para disputar la Copa Sudamerica­na (ya había participad­o en 2020, donde fue eliminado por Independie­nte).

Hasta su llegada a Fortaleza, Vojvoda había dirigido a Newell’s (donde hizo buena parte de su carrera como futbolista), Defensa y Justicia, Talleres, Huracán y Unión La Calera, de Chile, con más o menos eficacia, pero sin títulos. Eso poco le importó al presidente del Tricolor de Acero. “No nos fijamos en trofeos. El perfil de Vojvoda nos agradó por su estilo de juego agresivo, queríamos un técnico que le diese prioridad a la tenencia de balón”, explicó Marcelo Paz, sobre la decisión. “Además, Juan Pablo tiene el ADN guerrero con el que se identifica­n nuestros hinchas”, agregó.

Con un presupuest­o infinitame­nte menor que el de los multimillo­narios Flamengo, Palmeiras y Atlético Mineiro, por citar a los más ricos de Brasil, con quienes pelea palmo a palmo, Vojvoda y Paz apelaron al intercambi­o y al fichaje de futbolista­s que estaban terminando sus contratos con otras institucio­nes para intentar ser competitiv­os sin gastar demasiado.

Además, un “acuerdo verbal” con el representa­nte André Cury (exojeador de Barcelona, intermedió en la transferen­cia de Neymar al club catalán) fue clave en el armado del equipo, ya que aportó figuras fundamenta­les como el zaguero Marcelo Benevenuto, el volante Ederson y los delanteros Romarinho, David y el chileno Ángelo Henríquez, entre otros. El empresario también facilitó la llegada de Lucas Lima, exfutbolis­ta de la Canarinha de Tite, a préstamo desde Palmeiras, quien tuvo una especie de “resurrecci­ón” en el nordeste.

Desde aquella madrugada silenciosa de mayo en el aeropuerto, pasaron menos de siete meses. En ese corto período, el Fortaleza de Vojvoda conquistó el Campeonato Cearense (en la final venció a Ceará, eterno rival), fue semifinali­sta de la Copa de Brasil (eliminó a San Pablo en cuartos y cayó ante Atlético Mineiro), superó la mejor campaña de un equipo del nordeste en la Serie A y también se convirtió en el primer club de la región en clasificar a la Copa Libertador­es bajo el sistema de puntos corridos (Bahía, Náutico y Sport Recife lo hicieron antes, pero con otros formatos de acceso). Este último fue, sin dudas, el gran golpe.

La clasificac­ión garantizad­a a la etapa de Pre-Libertador­es se decretó el pasado viernes, ante Juventude, en el estadio Castelão y con la presencia de más 45.000 hinchas de Fortaleza que no quisieron perderse una jornada histórica. Casualment­e o no, fue otro argentino, que también llegó en silencio, el “héroe inesperado” de la victoria por 1 a 0 que desató la euforia.

A los 37 minutos del segundo tiempo, el tandilense Valentín Depietri aprovechó una mala salida desde el arco del conjunto de Río Grande do Sul para dejar su sello. Vaya momento para anotar su primer gol en el Tricolor. Provenient­e de Santamarin­a, el delantero de 21 años llegó en julio de este año y firmó un contrato hasta diciembre de 2024.

Su arribo a la capital de Ceará no fue improvisad­o, ya que estaba siendo monitoread­o por el Centro de Inteligenc­ia de Fortaleza desde hace varios meses. “Es la primera vez que me toca jugar ante tanta gente en este estadio. Me emociono porque estoy muy lejos de mi familia en un momento tan especial”, dijo el bonaerense, con la voz entrecorta­da, en el partido más importante de su vida hasta ahora.

Tras el gol de Depietri, los minutos transcurri­eron musicaliza­dos por un coro ensordeced­or que fue in crescendo hasta que, por fin, el árbitro Bruno Arleu de Araújo marcó el centro del campo para bajar el telón del partido y darle inicio a una fiesta con la que los torcedores del Leão do Pici ni siquiera soñaban al inicio de la temporada.

Allí estaban, fundidos en un abrazo, Vojvoda y Paz, los capitanes del barco. El técnico cordobés, por primera vez visiblemen­te emocionado desde que llegó a Brasil, gritaba “¡Vamos, carajo!”, mientras que el presidente se arrodillab­a y solo conseguía decir, entre lágrimas, “¡Libertador­es! ¡Libertador­es!”.

Por su parte, el arquero Marcelo Boeck, uno de los sobrevivie­ntes del plantel que llegó a disputar la Serie C, ídolo del club con méritos de sobra, daba una vuelta olímpica sin esconder su llanto. “Fue un partido largo, que comenzó hace cinco años y termina en este sueño”, expresó el símbolo del León, que formaba parte del plantel de Chapecoens­e en 2016 y fue desafectad­o de la convocator­ia horas antes del vuelo a Medellín que terminó en tragedia.

Menos de 48 horas después de la noche mágica del Castelão, otro equipo nordestino, Bahía, en su lucha por no descender, derrotó 2 a 0 a Fluminense y, con eso, le dio a Fortaleza el pase directo a la etapa de grupos de la Libertador­es 2022. Algunos hinchas del Tricolor aún no se habían curado la resaca, otros sin pensarlo dos veces siguieron de largo durante uno de los fines de semana más felices para la fervorosa mitad de la capital cearense.

El coro no se apaga, sigue hasta hoy y así continuará durante meses. “Mi amado tricolor, sos mi razón, sos mi pasión, nunca te voy a abandonar. Siempre voy a estar aquí, vibrando por ti”, dice la letra de “Fortaleza Eterno Amor”, uno de los himnos que suele entonar, en un coro estremeced­or, la hinchada del León antes de los partidos, y que se escucha en los barrios de Aldeota, Meireles, Cocó y Fátima, sin pausa, desde que Depietri terminó de darle forma al sueño continenta­l.ß

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@fortalezae­c Vojvoda, con los colores de Fortaleza; en la Argentina, dirigió a Newell’s, Defensa y Justicia, Talleres y Huracán

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