Rusia disuelve una icónica ONG en otra embestida contra las libertades civiles
La Corte Suprema anunció la clausura de Memorial International, que documenta la memoria de los crímenes de la era soviética e investiga violaciones de los derechos humanos en el país
MOSCÚ.– En una ofensiva que se intensificó a lo largo de 2021 contra líderes y organizaciones de derechos humanos, medios y organizaciones independientes, la Corte Suprema de Rusia ordenó ayer el cierre de la ONG Memorial, un emblema de la sociedad civil en defensa de las libertades.
“La decisión es cerrar Memorial International y sus filiales regionales”, anunció la ONG en su cuenta de Telegram. Justo antes, la jueza Alla Nazarova dijo que aceptaba “la demanda de la fiscalía” de disolver la organización.
La decisión contra Memorial, que tiene un gran prestigio fuera de Rusia, se enmarca en la represión contra quienes critican al Kremlin. La persecución política se aceleró este año con el cierre de sitios independientes y el desmantelamiento del movimiento del opositor encarcelado Alexei Navalny.
El sábado pasado, el organismo de control de comunicaciones de Rusia también bloqueó el sitio web de la ONG OVD-Info, dedicada a monitorear las protestas en el país, en virtud de un fallo dictado por un tribunal de la región de Moscú.
OVD-Info, que desde hace años documenta las manifestaciones contra el Kremlin y brinda apoyo legal a las víctimas de persecución política, informó en su cuenta de Telegram sobre la decisión del regulador de medios Roskomnadzor.
El asalto legal al Memorial, que documenta y mantiene viva la memoria del Gran Terror de Josef Stalin de 1937-38, entre otros episodios, es un intento de encubrir los capítulos más oscuros de la historia rusa que no concuerdan con la narrativa del Kremlin de un país resurgente sin nada de que avergonzarse, según denunciaron sus simpatizantes.
El gobierno de Vladimir Putin pretende en cambio celebrar la herencia del heroísmo de la URSS frente a los nazis en la Segunda Guerra Mundial, insistieron tras el hecho consumado.
Tras el cierre de Memorial, el embajador de Estados Unidos en Moscú, John Sullivan, denunció el “trágico intento de suprimir la libertad de expresión y de borrar la historia”. El Consejo de Europa también lamentó una “noticia devastadora para la sociedad civil”.
Después del veredicto, leído rápidamente, varias personas gritaron “¡vergüenza!, ¡vergüenza!” en la sala del tribunal. Los abogados de la organización intervinieron ante el tribunal y declararon que apelarían la decisión.
“Es una decisión nefasta, injusta”, reaccionó la abogada de la defensa, Maria Eismont. “Cerrar Memorial International devuelve a Rusia a su pasado y aumenta el peligro de (nuevas) represiones”, añadió en su declaración.
La policía obligó a los partidarios de la ONG y a los periodistas presentes en la sala a abandonar el edificio. Al menos seis personas fueron detenidas antes y después del veredicto de la Corte Suprema.
Memorial dijo en un comunicado que el fallo mostraba que el Estado ruso se opone a su interpretación de la historia soviética. “La decisión confirmó que la historia del terror político no sigue siendo un tema académico para Rusia de interés solo para especialistas, sino un problema agudo para la Rusia moderna. Nuestro país necesita una reflexión honesta y escrupulosa sobre su pasado soviético”, señaló.
Vía judicial
Memorial prometió también seguir trabajando en la vía judicial para continuar sus actividades. “Impugnaremos la decisión de la Corte Suprema de Rusia de todas las formas posibles. Y encontraremos vías legales de continuar nuestro trabajo”, subrayó.
La fiscalía había pedido a principios de noviembre la disolución de Memorial International acusándola de haber infringido “de manera sistemática” las obligaciones de su condición de “agente del extranjero”.
Esta etiqueta, que recuerda a la de “enemigo del pueblo” durante los turbios años de la Unión Soviética, debe figurar en todas las publicaciones de las organizaciones acusadas de actuar contra los intereses de Moscú recibiendo fondos extranjeros, so pena de duras multas y procesos administrativos.
“Un poder que tiene miedo de la memoria nunca alcanzará la madurez democrática”, destacó en Twitter el memorial del campo de exterminio nazi de Auschwitz, mientras que Amnistía Internacional denunció un “insulto” hacia la memoria de las víctimas de los campos soviéticos.
Los ciudadanos rusos que apoyan la causa de Memorial y de los derechos humanos acusaron el impacto del abrupto cierre de la ONG. “Me siento muy mal”, dijo Anna Vialkina, una diseñadora de 29 años, con lágrimas en los ojos. “Como soy descendiente de víctimas de la represión, he vivido todo esto con mucha intensidad”, añadió.
Memorial, creada en 1989 por disidentes soviéticos –entre ellos, el premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov–, comenzó una tarea meticulosa de documentación de los crímenes estalinistas y de los campos del Gulag, y prosiguió su labor en la defensa de los derechos humanos y de los prisioneros políticos.
La ONG también investigó los abusos rusos durante las guerras en Chechenia y, más recientemente, los paramilitares del llamado grupo Wagner, considerado el brazo armado de Rusia en el extranjero. En 2009, Natalia Estemirova, res- ponsable de la ONG en la región del Cáucaso, fue asesinada en un crimen no resuelto.
“Memorial es una organización especial con su propia ideología. Combinamos lo que se llama actividades relevantes de derechos humanos con estudios históricos y comprensión del camino histórico de Rusia en el siglo XX. Parece que tal unión no agrada a alguien en el liderazgo ruso”, dijo Oleg Orlov, miembro de la junta de Memorial, fuera de la Corte.
En defensa por las críticas de decisiones como el cierre de Memorial International y el encarcelamiento de Navalny, así como el desmantelamiento de su movimiento y la persecución de sus aliados, Moscú dice que simplemente está haciendo cumplir las leyes para frustrar el extremismo y proteger al país de lo que dice ser una influencia extranjera maligna.ß