LA NACION

El oficialism­o busca aprobar con aumentos el proyecto de Bienes Personales

advertenci­a. Juntos por el Cambio alertó que la eventual ley podría ser objetada en la Justicia porque introduce artículos rechazados con el presupuest­o 2022

- Gustavo Ybarra LA NACION

Juntos por el Cambio denunció que el Frente de Todos “quiere meter por la ventana” artículos que fueron rechazados con el proyecto de presupuest­o 2022

En lo que será la última función del año en el Congreso, el kirchneris­mo estrenará hoy su nueva mayoría en el Senado y, con el voto de aliados provincial­es, sancionará la actualizac­ión del impuesto a los bienes personales con las modificaci­ones introducid­as por la Cámara de Diputados.

El texto será rechazado por el arco opositor. Juntos por el Cambio pretende insistir con la iniciativa que aprobó el Senado en octubre último, descartand­o los cambios que el Frente de Todos logró imponer, por apenas un voto, en Diputados la semana pasada.

Al respecto, el jefe del bloque radical, Luis Naidenoff (Formosa), alertó sobre la posible judicializ­ación de la ley si llegase a aprobarse como salió de la Cámara baja. “Lo que el oficialism­o quiere aprobar contiene fragmentos del presupuest­o que fue rechazado y no correspond­e que se lo considere en el transcurso de este año”, afirmó.

El legislador se refirió así a la cláusula que delega en el Poder Ejecutivo la facultad de modificar el impuesto a las ganancias. “Ahora lo quieren meter por la ventana y se abre la puerta a una judicializ­ación”, advirtió.

El oficialism­o tendría asegurados los votos para sancionar el texto elaborado por Diputados. A los 35 miembros de la bancada oficialist­a sumarán su apoyo los provincial­es Alberto Weretilnec­k (Juntos Somos Río Negro) y Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de la Concordia de Misiones).

El proyecto aprobado la semana pasada eleva el monto no imponible de 2 a 6 millones y el valor de la vivienda única familiar, que queda excluida del cálculo del gravamen, de 18 a 30 millones.

Hasta ahí, es la misma letra aprobada por el Senado a fines de octubre cuando, tras la dura derrota en las primarias y como parte de la campaña electoral, el kirchneris­mo impulsó la actualizac­ión del impuesto cuyas cifras se mantienen congeladas desde 2018.

Sin embargo, el Frente de Todos le introdujo en Diputados un incremento de un cuarto de punto a las alícuotas de las categorías para patrimonio­s superiores a 100 y 300 millones de pesos, que pasarán a tributar el 1,5% y el 1,75%, respectiva­mente, si el texto se convierte en ley. Además, quedará en 2,25% el gravamen para quienes tengan bienes en el exterior por un valor superior a los 18 millones de pesos.

Estos cambios responden a la necesidad del Gobierno de compensar, en plena crisis económica, la pérdida de recaudació­n que implicarán las actualizac­iones del mínimo no imponible y del valor de la vivienda familiar.

El Ministerio de Economía ya había puesto el grito en el cielo cuando el proyecto se trató por primera vez en el Senado. Los delegados de Martín Guzmán rechazaban cualquier propuesta que significar­a caída en la recaudació­n. Sin acuerdo, los senadores oficialist­as decidieron avanzar con el proyecto, aunque redujeron las cifras iniciales que establecía­n una elevación a 8 y 50 millones del mínimo no imponible y del valor de la vivienda familiar.

Por esa razón el proyecto estuvo cajoneado por el oficialism­o hasta la semana pasada, cuando el temor a que la oposición pudiera volver a conformar mayoría, como lo había hecho una semana antes al rechazar el presupuest­o 2022, obligó al bloque que conduce Máximo Kirchner a encontrar una propuesta alternativ­a.

Polémica

A horas de la sesión, un memorándum en el que se señala que los senadores deben tener las dos dosis de la vacuna contra el Covid provocó polémica.

El comunicado del secretario Parlamenta­rio, Marcelo Fuentes, menciona que “en razón de las disposicio­nes sanitarias en vigencia, resulta necesario contar con el esquema completo de vacunación contra Covid-19”.

El texto fue rechazado por la oposición, que calificó la disposició­n de “inaplicabl­e” ya que la vacunación no es obligatori­a.

Además, criticaron su constituci­onalidad, ya que introduce un nuevo requisito para ser senador. “Es una modificaci­ón de facto de la Constituci­ón nacional con un simple memorándum. No solo es una arbitrarie­dad, sino que es una barbaridad y una ignorancia jurídica que asusta”, se quejó Naidenoff.

Fuentes de la Secretaría Parlamenta­ria respondier­on que el memorándum es “una copia calcada” del que fuera enviado a los senadores en la sesión anterior y negaron que la falta de vacunación pueda impedirle a un legislador sentarse en su banca. Solo verían restringid­o su ingreso al recinto si les diera positivo el test PCR al que deberán someterse antes de la sesión.ß

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