Logística. Los graves problemas que embarran la ofensiva rusa sobre territorio ucraniano
Desde convoyes emboscados y equipamiento que no funciona hasta generales muertos en la línea de frente son síntomas de una guerra que no parece avanzar según los planes del Kremlin
WASHINGTON.– Convoyes emboscados y tanques que se descomponen. Generales muertos en la línea de frente. Comida vencida. Y el frío, y el riesgo de congelamiento.
Las fuerzas militares rusas fueron pensadas para un uso rápido y abrumador de su poder de fuego, pero sus debilidades son logísticas, dicen los expertos. Y un mes después del inicio de la invasión esa debilidad empieza a verse en las rutas de Ucrania.
“La tiranía de la distancia”
Muchos analistas dicen que Rusia dio por sentado que tomaría rápidamente la ciudad de Kiev y derrocaría al presidente Zelensky. Cualquiera haya sido la estrategia, eso no ocurrió y Rusia sigue empantanada por su incapacidad de hacer llegar suministros y pertrechos a sus tropas para una guerra prolongada en terreno enemigo.
Después de semanas sin muchos éxitos que mostrar –salvo en el sudeste de Ucrania– a pesar de los bombardeos implacables y miles de bajas militares y civiles, Moscú dijo el martes en el marco de las negociaciones de paz que “reduciría significativamente” la actividad militar en el norte del país, cerca de Kiev y Chernihiv.
Después de la feroz resistencia que presentaron los ucranianos, “todo indica que los rusos no planificaron la logística de un plan B eficaz para librar una guerra real y larga en el país más grande de Europa después de Rusia”, dice Michael Kofman, director de estudios rusos del CNA, un grupo de expertos con sede en Virginia.
El tamaño de Ucrania
Rusia siempre prefiere movilizar sus tropas y suministros por ferrocarril, y ahora lo está haciendo en el sudeste del país, después de apoderarse de Kherson y Melitopol y asegurarse un cruce sobre el río Dnieper.
Pero los rusos no controlan los nodos ferroviarios del norte, como Chernihiv, y como el terreno está húmedo y embarrado, los vehículos rusos están obligados a avanzar por las rutas.
“El transporte por camiones tarda mucho tiempo –dice Kofman– y la tiranía de la distancia es una verdadera complicación, porque están tratando de hacer avanzar una fuerza militar grande y pesada por caminos bastante angostos”.
Y no es un solo viaje: los camiones de suministro y otros vehículos de apoyo tienen que ir y venir constantemente.
Ni las armas ni los soldados de cualquier invasión terrestre duran mucho sin el apoyo de mecánicos, médicos, ingenieros, conductores, cocineros y demás personal auxiliar, porque en las guerras modernas las necesidades de los soldados son enormes. Para hacerse una idea, cada soldado ruso gasta un promedio de alrededor de 200 kilos de suministros al día, incluidos alimentos, combustible, municiones, apoyo médico y pertrechos de todo tipo.
La estrategia de la invasión
Rusia ha enviado a Ucrania a más de 150.000 soldados organizados en varias formaciones.
El Ejército ruso opera con menos soldados de apoyo que otros ejércitos. De cada 700 a 900 soldados rusos hay unos 150 que pueden considerarse personal auxiliar, y como esa formación es apenas un brazo de una fuerza más grande en la zona, también podría esperarse la ayuda de más unidades logísticas.
Pero esa proporción igual sigue muy lejos de la del Ejército de Estados Unidos, que despliega alrededor de 10 soldados de apoyo por cada soldado de combate, dice el teniente coronel retirado Alex Vershinin.
Si el plan de invasión de Rusia hubiera sido avanzar lentamente y a paso constante, dice Vershinin, habría tratado de controlar rápidamente el espacio aéreo y luego establecer minibases seguras cada 50 o 60 kilómetros, mientras seguía capturando territorio. Cada base tendría un galpón de reparaciones, un puesto médico y reservas de suministro, para que nunca queden demasiado lejos de las tropas que los necesitan.
Pero Rusia trató de imponerse de entrada con embates rápidos y de largo alcance, y por lo tanto su línea de suministro se extendió mucho y rápidamente. La avanzada inicial de Rusia de Crimea a Kherson, por ejemplo, fue de casi 200 kilómetros, y el avance de Bielorrusia a Kiev fue de 150 kilómetros. Se considera que la distancia máxima viable desde una cabecera de trenes es de entre 40 y 50 kilómetros.
Vershinin dice sospechar que el famoso convoy de 35 kilómetros no “quedó atascado” fuera de Kiev, sino que se detuvo intencionalmente y que los vehículos se reposicionaron para actuar como una base logística fuera del alcance de la artillería ucraniana en caso de que más tarde Rusia intente capturar la ciudad.
La decisión de simplificar la logística puede funcionar en acciones militares rápidas, pero no deja margen para el error en caso de que la lucha se prolongue. Y en este sentido, los rusos parecen tener varios problemas:
Protección inadecuada
Los camiones que se desplazan a lo largo de las líneas de suministro necesitan protección, especialmente si no hay muchas opciones de rutas alternativas.
Pero al principio, dice Kofman, las tropas rusas no aplicaron los conceptos básicos de la escolta de convoyes, con blindados y soldados que acompañan y defienden los vehículos logísticos vulnerables. En más de una ocasión los vehículos de suministros rusos quedaron solos y desprotegidos, incluso después de que el Ejército ucraniano les recomendó a los ciudadanos a través de las redes sociales que atacaran los camiones de combustible no blindados.
El 17 de marzo, el Ministerio de Defensa británico tuiteó que los contraataques ucranianos habían obligado a Rusia a “desviar un gran número de tropas para defender sus propias líneas de suministro”.
“Al avanzar y tener que extender sus líneas de suministro, los elementos de apoyo y de logística quedan vulnerables a una emboscada –dice Kofman–, y los ucranianos entendieron rápidamente que el talón de Aquiles de los rusos era la logística”.
Mala comunicación.
La cadena de mando de Rusia ha sido “en el mejor de los casos, confusa”, dice Andrew Galer, jefe de Plataformas y Armas Terrestres de la agencia de inteligencia de defensa de código abierto Janes. No es una estructura de mando, sino cuatro, que llegan desde cuatro regiones diferentes de Rusia. “Una sola cadena de mando unificada facilita mucho las cosas, y ellos no la tienen”.
Galer agrega que la evidencia más contundente de las falencias de la cadena de mando son los 15 altos comandantes rusos que han muerto, incluidos siete generales, según datos del Ministerio de Defensa de Ucrania. Por lo general, esos oficiales de alto rango no están tan cerca de las líneas del frente, pero tuvieron que avanzar más de lo habitual para imponer el orden y dirigir las operaciones en los niveles inferiores.
Escasez de provisiones
En las redes sociales hay numerosas historias de soldados rusos que no tienen para comer o que se quedaron sin combustible para los tanques, pero es difícil saber si se trata de casos aislados o de un problema generalizado.
En su tuit del 17 de marzo, la inteligencia británica dijo que por problemas logísticos “Rusia no está pudiendo reabastecer de manera efectiva a sus tropas de vanguardia, ni siquiera de elementos básicos como alimentos y combustible”. Un alto funcionario de defensa de Estados Unidos dijo que algunos soldados rusos sufrieron congelamiento de algunas partes del cuerpo por carencia de equipos para el frío.
Atención médica inadecuada
Un aspecto vital de la planificación militar es encontrar la mejor manera de atender y transportar a los soldados heridos, dice Cynthia Cook, experta en logística militar y directora del Grupo de Iniciativas Industriales de Defensa en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Según Cook, hay informes de que la asistencia médica que reciben las tropas rusas es muy pobre.
“Una de las muchas cosas terribles de esta guerra es que Rusia no se haya preparado para darles atención médica adecuada a sus soldados en el frente”, dice Cook.
El 23 de marzo, un funcionario de la OTAN estimó que desde el comienza de la invasión han muerto entre 7000 y 15.000 soldados rusos, y muchos más han resultado heridos.
Pocos misiles guiados
“La toma de una ciudad siempre es un hecho extremadamente sangriento y que demanda mucho tiempo”, dice Vershinin. La guerra urbana favorece a los defensores, que conocen el territorio y saben dónde esconderse y preparar emboscadas. También obliga al atacante a gastar una enorme cantidad de municiones.
Probablemente sean pocas las personas fuera del Kremlin que sepan con cuántos misiles, cohetes y proyectiles de artillería empezó Rusia y cuántos ha usado ya para bombardear ciudades ucranianas: todos los países mantienen su arsenal militar en secreto. Pero según Forbes, un funcionario del Pentágono habría dicho que Rusia parece estar quedándose sin municiones de precisión, como misiles guiados, y Reuters informó que esos misiles tienen un índice de error de hasta el 60%.
Rusia es una gran exportadora de sistemas de armas a Medio Oriente y Asia, dice Galer, así que ahora los analistas están atentos para ver si se producen retrasos en las entregas, lo que indicaría que los fabricantes de defensa rusos no dan abasto para satisfacer la demanda.
Vehículos averiados
A todo esto, desde que comenzó la invasión, Rusia ha perdido más de 2000 vehículos, incluidos más de 300 tanques, según los informes.ß