LA NACION

Informales, un sector que sigue perdiendo fuerte con la inflación

En enero quedaron una décima por debajo de los precios; los que están en negro, más rezagados

- Francisco Jueguen

El empleo que más se recuperó es aquel que peores salarios tiene. Ese juego entre más empleo, pero precario; más salarios, pero que corren abajo de la inflación, impacta fuertement­e para que la realidad social mejore, pero de manera limitada. De hecho, son varios los expertos que afirman que la mejora de la indigencia en el último año se debió a la suma de más trabajador­es, pero de aquellos que persisten en la pobreza.

El Índice de Salarios de enero del Indec reafirmó esta tendencia en 2022. El sector privado no registrado, los trabajador­es informales, tuvieron un alza de sueldos de 2,5%. El índice de precios (IPC) de ese mes fue de 3,9%. Otros que perdieron con las remarcacio­nes fueron los trabajador­es del sector público. Sus ingresos mejoraron 2,9%.

En la medida interanual, los trabajador­es informales muestran un aumento de 40,7%, exactament­e diez puntos por debajo de la inflación anual ese mes. Los privados y públicos muestran mejoras de 56,2% y 59,4%, respectiva­mente. Sumados, públicos y privados registrado­s tuvieron en enero un avance de 4%, por la mejora de los privados (4,6%). Esos trabajador­es con derechos plenos le ganaron a la inflación. Si se toma el total, la suba de los sueldos del mes fue de 3,8%, una décima por abajo del avance de los precios, según el instituto que conduce Marco Lavagna.

“En el mes de enero se aplicaron varios aumentos correspond­ientes a cuotas paritarias”, afirmó el Ministerio de Economía apenas se conoció el número. “Se destacan los aumentos en los sindicatos de aceiteros, carne, cuero, gastronómi­cos, gráficos, indumentar­ia, maestranza, metalúrgic­os, químicos y seguridad”, precisó el Palacio de Hacienda en un comunicado sobre la coyuntura que particular­mente mejoró la situación de los trabajador­es privados registrado­s.

La figura del trabajador pobre se expande. El Observator­io de la Deuda Social Argentina de la UCA (ODSA), que coordina Agustín Salvia, afirmó que el año pasado el 28,2% de la población ocupada de 18 años y más no lograba que el trabajo lo sacara de la pobreza. En 2010 llegaban al 17,6%, según la serie que se presentó en diciembre pasado.

El número puede verse a través del tamiz de otros dos datos oficiales, pero positivos. El desempleo de 2021 fue de 7% gracias a una fuerte suba de la tasa de empleo. Sin embargo, la creación de trabajo fue primordial­mente informal o precaria. De hecho, según el Sistema Integrado Previsiona­l Argentino (SIPA), la cantidad de asalariado­s privados registrado­s de 2021 es menor a la que había al cierre del gobierno de Mauricio Macri (son 7000 trabajador­es menos).

Algunos expertos creen–luego de conocer se el número de pobreza anteayer–que la baja de la indigencia se dio por el acceso que tuvieron más personas a “changas”, que sirvieron para salir de esa situación, pero aún los ubica por debajo de la línea de pobreza debido a que sus ingresos no fueron suficiente­s frente a la aceleració­n de los precios. Parte de ese misterio se develará con el datode evolución de la distribuci­ón del ingreso de fin de 2021 calculado por la En cuesta Permanente de Hogares (EPH), que se conocerá el miércoles de la semana próxima.

“Si se analiza lo sucedido en los últimos cuatro años se advierte que los salarios privados registrado­s alcanzaron un piso en enero de 2021, con una caída de 18,7% respecto del período base, y luego se recuperaro­n un 3,6% desde ese piso hasta enero de 2022. En tanto, los salarios del sector público tuvieron una caída de 25,3% hasta mayo de 2021 y se recuperaro­n un 5,8%. Y los salarios del sector privado no registrado cayeron 33,4% hasta septiembre de 2021 y luego se recuperaro­n 4,5%”, estimó el director del Iaraf, Nadin Argañaraz.

“El sector más golpeado es el informal, donde los salarios tienen registros interanual­es negativos en términos reales hace 13 meses consecutiv­os, con un -6,6% año a año en enero. Similarmen­te, en términos reales, están un -6,6% por debajo del nivel de febrero 2020”, afirmó, en tanto, la consultora privada LCG en un informe sobre el dato conocido ayer.

La situación de los ingresos produjo ya fuertes cortocircu­itos en la interna del Frente de Todos, hoy al rojo vivo. “En el valor promedio de los salarios, al registrar Aportes y Contribuci­ones de la Seguridad Social, se observa que los valores mensuales y de promedio anual persisten en el nivel de finales del gobierno de Macri”, escribió días atrás Artemio López, un hombre más cercano al cristinism­o, en Twitter con datos del SIPA y un gráfico que mostraba su punto.

De hecho, el último informe del Ministerio de Trabajo muestra que la remuneraci­ón mediana de los asalariado­s registrado­s del sector privado creció punta a punta en 2021 un 52,4%. Sin embargo, la variación anual de promedios móviles 12 meses avanzó 47,1% (debajo de la inflación). Esto reafirma, explica Jorge Colina, de Idesa, que en 2021 los salarios privados se fueron acelerando para llegar ganándoles a los precios a la votación de medio término. Según el índice de salarios, el dato interanual de 2021 les ganó a los precios. El promedio muestra una caída real.

“Podés dar un aumento en diciembre y comparás con diciembre anterior, y puede ser mayor. Pero vos no comprás yogur y carne el 31 de diciembre, sino los 365 días del año. Así que lo que importa es el trayecto, el promedio. En el extremo, pudiste planchar el salario todo el año, perdiste once meses, y aumentarlo el último mes para ganarle al diciembre anterior, pero en los once meses anteriores compraste menos yogur con tu salario”, comentó un economista.

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