LA NACION

Parque lineal: la apuesta porteña que se convirtió en un laberinto para un barrio

La transforma­ción de Honorio Pueyrredón, uno de los proyectos que más impulsa la Ciudad, está frenada por la Justicia hace un mes; la zona ya comenzó a cambiar

- Mauricio Giambartol­omei

Los adoquines brotan debajo del asfalto levantado dentro de un corralito de vallas amarillas que se extiende por una cuadra, desde el Monumento del Cid Campeador, a un costado de los autos ordenándos­e en los desvíos que proponen los agentes de tránsito apostados desde enero, cuando comenzó a instalarse el obrador. Pero obreros no hay, solo un guardia de seguridad aburrido que chequea su teléfono celular cada cinco minutos. Los yuyos ya comienzan a crecer en la tierra donde antes había una calle, igual que entre la pila de baldosas que alguien descargó antes de tiempo.

Así luce el proyecto del parque lineal de la avenida Honorio Pueyrredón, en Caballito, que fue anunciado el año pasado como parte de una transforma­ción urbana para agregar más espacio público y verde a un barrio que mostró resistenci­a al avance de la propuesta. A tal punto que, por una medida judicial surgida del reclamo de un grupo de vecinos, se frenaron los trabajos. La obra es una de las grandes apuestas del gobierno porteño.

La idea de la Ciudad era cambiar en forma radical el funcionami­ento de la traza de doble mano entre el Cid Campeador y la calle Neuquén, con la eliminació­n de los carriles en sentido sur para reemplazar­los por un corredor que tendrá, según el plan, nuevo arbolado, áreas recreativa­s y de descanso. Los cambios serán para vehículos particular­es y transporte público, que solo podrán circular en sentido hacia el norte; los desvíos ya se están haciendo hacia las calles Rojas e Hidalgo.

El 9 de febrero, el Juzgado porteño en lo Contencios­o, Administra­tivo y Tributario Nº 15 aceptó un amparo presentado por un grupo de residentes e instruyó al Poder Ejecutivo y a la junta de la Comuna 6 a convocar una audiencia pública temática “respecto del cambio de uso en dominio público y la cuestión ambiental”, uno de los motivos del reclamo vecinal.

El fallo fue apelado por la Ciudad y la causa se dirime en la Cámara de Apelacione­s, a la espera de que destrabe el conflicto. Desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana porteño informaron que las instancias de participac­ión ciudadana, al igual que los estudios de impacto ambiental, ya se realizaron; y que continúan las instancias participat­ivas con los vecinos.

En el Ejecutivo defienden el proyecto como parte de una transforma­ción urbana que, a pesar de las críticas, será admirada por los vecinos. Hay quienes se quejan de que la propuesta no tuvo suficiente gestión política y territoria­l en el barrio, lo que terminó generando el rechazo y la medida cautelar que frenó la obra. Al mismo tiempo, sostienen que son solo unos pocos residentes o comerciant­es los que están en contra, pero en un recorrido que realizó la nacion la percepción fue otra.

“Desde que comenzó la obra, en febrero, el trabajo bajó un 30%. No vienen más clientes de otros barrios como pasaba antes, hasta de la zona norte llegaban. No sé qué pasará cuando terminen el parque lineal, dicen que habrá más movimiento peatonal y que eso nos beneficiar­á, pero no estoy seguro de que suceda”, se lamenta Miguel Spanier, relojero desde hace 40 años en la esquina de Honorio Pueyrredón y Ampere.

Menos clientes

El local de Spanier está a pocos metros de las vallas amarillas que retratan el reclamo vecinal. “Transforma­ción no es destrucció­n”, dice uno de los mensajes improvisad­os a mano alzada. “No al falso verde en Honorio” y “No destruyan Honorio” son también parte del decorado. La actividad comercial, sobre todo en la cuadra que permanece cortada, es la más afectada; los frentistas tienen la posibilida­d de acceder con los vehículos al igual que los geriátrico­s, con una calle de convivenci­a habilitada para el paso de ambulancia­s.

“Perdimos el 50% del trabajo y tememos que si se concreta la obra se reducirá al 80%. ¿Cómo hacemos con tres empleados? Después tendremos que hacer juicio al gobierno para afrontar las indemnizac­iones”, amenaza José Torres, de la Gomería Franklin. “Es una obra caprichosa, innecesari­a en una avenida con mucha construcci­ón en marcha. Nadie nos consultó nada antes de iniciar los trabajos, no hubo comunicaci­ón. Acá no se gana espacio verde; para eso podrían haber ensanchado el boulevard. Lo único que habrá es más cemento y hormigón”, considera.

El nombre de la firma Miavasa está estampado en el vallado y la barrera de contención. La empresa resultó adjudicata­ria de la obra por unos $400 millones después del proceso que demandó tres meses. La avenida Honorio Pueyrredón atraviesa los barrios de Caballito y Villa Crespo con una extensión de 18 cuadras entre Neuquén y la avenida Warnes. El tramo intervenid­o será entre el Cid Campeador (avenidas San Martín y Ángel Gallardo) y la Neuquén, y conectará las plazas 24 de Septiembre y Giordano Bruno con una única mano hacia el norte de la ciudad.

A medida que avance la obra y se corten las calles, los automóvile­s y colectivos que circulan hacia el sur serán derivados hacia Rojas e Hidalgo y la avenida Acoyte, trazas que, según algunos vecinos, ya estaban colapsadas antes de la obra. “Honorio (Pueyrredón) es una avenida rápida, una salida rápida para el tránsito y de esta forma se aniquila. Es una obra que no transforma nada, sino que destruye. Fue una acción autoritari­a y sin consulta a los vecinos. Nos encontramo­s, de un día a otro, con que estaban rompiendo la calle y cortando el tránsito”, resume Raúl Silva, mientras camina por la traza cortada junto a su perro.

En cambio, para Enrique Fernández, otro vecino del lugar, la obra es un cambio positivo para el barrio. “Estoy de acuerdo con la obra, me parece que después de que se termine la gente la podrá disfrutar, como pasó con otras modificaci­ones que ocurrieron en la ciudad. Primero aparecen las pancartas, las protestas, las quejas, pero después el espacio se disfruta”, opina.

El gobierno porteño espera, entonces, un fallo judicial que le permita continuar con el proyecto que convertirá el asfalto en nuevas áreas con distintas actividade­s al aire libre y atraccione­s. En total serán 16.623 m² de espacio público renovado con 9556 m² de zonas verdes y 7067 m² de espacio peatonal nuevo. En esa superficie, la Ciudad se comprometi­ó a plantar 200 nuevos árboles.

Mientras tanto, hay quienes esperan expectante­s lo que se resolverá. No todos los comerciant­es se sienten perjudicad­os. “Me está yendo mejor desde que comenzó la obra porque hay menos espacio para estacionar y acá se labura mejor, pero la masa de vehículos se está corriendo para zonas que ya estaban complicada­s”, cuenta José Muñoz, dueño de una cochera sobre Franklin, a media cuadra de la obra. “La calle circular del Parque Centenario se tendría que haber intervenid­o, porque ahí van todos los vecinos a correr o caminar. Sobre Honorio no creo que funcione”, agrega.

 ?? Ricardo pristupluk ?? La zona del Cid Campeador es un laberinto que deben sortear los automóvile­s para acceder a Honorio Pueyrredón
Ricardo pristupluk La zona del Cid Campeador es un laberinto que deben sortear los automóvile­s para acceder a Honorio Pueyrredón

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina