LA NACION

Un misterioso barrabrava es buscado por el asesinato de un financista en Almagro

El sospechoso por el crimen de Carlos Walter Molina sería miembro de la hinchada de Atlanta; procesaron con prisión preventiva a la mujer que engañó a la víctima

- Gabriel Di Nicola

A Carlos Walter Molina lo asesinaron de un tiro en el pecho entre las 18 y las 18.08 del 19 de noviembre pasado. La víctima, de 34 años, había pactado un encuentro con una joven a la que conocía como Camila y que lo había contactado para cambiar US$7500. Era la tercera operación que hacían juntos. Una semana antes, la supuesta clienta le había vendido US$1200 y, cinco días después, otros US$3000. El financista llegó puntual a su cita con aproximada­mente $1.000.000, pero apenas ingresó en el departamen­to 10° C del edificio situado en la avenida Díaz Vélez 3758, Almagro, fue sorprendid­o, golpeado y le robaron el dinero. Pocos segundos después y tras una breve pelea donde intentó defenderse y resistirse al robo, recibió el disparo mortal. El autor del disparo habría sido un hombre al que se lo conoce por el apodo de Calabaza y que sería integrante o allegado de la barra brava de Atlanta.

Así surge de la resolución donde el juez en lo criminal y correccion­al porteño Fernando Caunedo procesó con prisión preventiva a Julieta Antonella Lacivitta, la falsa clienta que se hacía llamar Camila y que con dos operacione­s de venta de dólares se había ganado la confianza de la víctima. El magistrado trabó un embargo sobre los bienes de la sospechosa hasta cubrir la suma de $7.501.500. La pareja de Calabaza, una mujer de 38 años, que en un primer momento había sido detenida, recibió la falta de mérito.

La investigac­ión del homicidio de Molina está delegada en el fiscal Marcelo Munilla Lacasa, quien, en conjunto con detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, logró identifica­r a los sospechoso­s. “Con las primeras transaccio­nes se pretendió generar una confianza con Molina”, se explicó en el expediente. La línea telefónica utilizada por los delincuent­es para comunicars­e con la víctima fue activada el 10 de noviembre pasado y se utilizó por última vez nueve días después, el día del crimen.

Tras la activación de la citada línea telefónica, Molina recibió un mensaje de una persona que se presentó como Camila y lo consultó sobre cómo se manejaba para la operación de compra y venta de dólares. El financista daba cuenta de su actividad en las redes sociales.

“Se determinó que Camila fue personific­ada por Lacivitta. Se constató que los audios eran enviados por ella, y que mantuvo diversas conversaci­ones por WhatsApp con Molina, donde pedía cotizacion­es para cambiar dólares por pesos”, según el expediente judicial, al que tuvo acceso la nacion.

Para el fiscal Munilla Lacasa y los detectives de la Policía de la Ciudad, no siempre fue Lacivitta quien se comunicó con el financista. Cuando los mensajes eran escritos, existe la posibilida­d de que Calabaza [cuya identidad se mantiene en reserva] o su mujer hayan utilizado la línea telefónica.

“Ello, si tenemos en cuenta que ese teléfono activó la celda que se encuentra frente al domicilio que comparte la pareja y que pudimos constatar un patrón de movimiento coincident­e entre ese abonado y el automóvil que se usó como medio de transporte u apoyo durante el homicidio”, se afirmó en la causa judicial.

El auto en cuestión, un Peugeot 208 blanco, está a nombre de la mujer de Calabaza y el sospechoso tiene autorizaci­ón para conducirlo. Coincident­emente, el vehículo, durante los tres encuentros de Molina con Camila, estuvo estacionad­o cerca del edificio de avenida Díaz Vélez 3758.

En las comunicaci­ones previas al homicidio, Camila le anticipó al cambista que quería vender US$15.000. Pero Molina prefirió hacer la operación en dos veces.

“[Los sospechoso­s] pactaron un último encuentro en donde ya sabían que lo iban a desapodera­r [sic] de la suma de dinero que llevara Molina y, por algún motivo, los que participar­on de ese encuentro lo mataron. Luego descartaro­n el teléfono y la línea telefónica”, según se consignó en la causa judicial.

Las llaves del departamen­to

El fiscal Munilla Lacasa solicitó que sea llamado a prestar declaració­n indagatori­a el hijo de la propietari­a del departamen­to, pero la solicitud fue rechazada por el juez al considerar que no había pruebas de su participac­ión en el hecho.

Según informó la agencia de noticias Télam, el joven se había presentado voluntaria­mente a la policía y había manifestad­o que las llaves del departamen­to se las había entregado a un tal Mariano, allegado a Lacivitta, a quien dijo conocer por un trabajo de electricid­ad que realizó en su casa. El abogado que representa a la familia de la víctima, Darío Liurgo, apeló la falta de mérito de la pareja de Calabaza y el rechazo del llamado a prestar declaració­n indagatori­a al hijo de la propietari­a del departamen­to donde mataron a Molina.

“El homicidio se habría producido entre las 18.00 y las 18.06 o 18.08 horas. Molina habría sido sorprendid­o no bien subió al departamen­to, donde le exigieron el dinero que llevaba para efectuar el cambio de dólares/pesos, por lo que se suscitó una breve pelea que culminó cuando le dispararon de frente”, se detalló en el expediente.

Cuando fue indagada, la falsa Camila, de 30 años, solo dijo no tener nada que ver con el hecho y no quiso contestar preguntas.

“Lacivitta se limitó a manifestar que no tenía nada que ver, pero no aportó ni sugirió prueba, ni cuestionó el resultado de la investigac­ión policial. De manera tal que su mera negativa carece de entidad para controvert­ir la prueba de cargo reunida en su contra, que la compromete seriamente en el caso, por tratarse de la persona que disponía del departamen­to donde ocurrió el hecho investigad­o y, por otra parte, porque se ha acreditado pericialme­nte la correspond­encia de su voz con los mensajes enviados a Molina para convocarlo allí, donde fue ultimado”, sostuvo el juez al fundamenta­r el procesamie­nto de la falsa Camila.ß

 ?? Archivo ?? La víctima, Carlos Walter Molina, fue engañada en una compra de dólares
Archivo La víctima, Carlos Walter Molina, fue engañada en una compra de dólares

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina