Preocupación de Fernández y Macron por la crisis alimentaria
Ambos presidentes se reunieron en París y analizaron el impacto de la guerra en Ucrania; hubo un pedido de justicia por la muerte de una joven francesa en la Argentina
PARÍS.– El presidente Alberto Fernández se reunió ayer con su par de Francia, Emmanuel Macron, con la guerra de Ucrania como foco central de la charla. Macron definió al mandatario argentino como “un actor importante del escenario internacional, en un momento tan tormentoso”, y Fernández le respondió que traía la “preocupación del continente” y quería saber si algo “podía hacer para poner fin al ataque ruso”.
Macron sorprendió con un pedido de justicia para la muerte de Luana Bichet, la joven francesa que murió tras ser atropellada en Palermo.
El presidente francés recibió a Fernández en la entrada del Palacio del Elíseo, en el mediodía de París. Allí compartieron un breve mensaje antes de la reunión bilateral.
Primero tuvieron casi una hora de reunión, en la que conversaron a solas en el jardín, donde Fernández le planteó una serie de ideas en torno de Ucrania y Macron se comprometió a analizarlas.
Después se realizó la segunda parte del encuentro, con la participación de los funcionarios de ambos países. Del lado argentino estuvieron el canciller Santiago Cafiero, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Planeamiento Estratégico, Gustavo Beliz, y la embajadora ante la Unesco, Marcela Losardo.
Del lado francés estuvieron Claudia Scherer-effosse, embajadora de Francia en la Argentina; Amiral Rollanda, jefe de Estado Mayor de Francia; Alice Rufo, asesora diplomática de la Presidencia; Walid Fouque, consejero para Asia, América y Oceanía; y Michèle Ramis, directora de América y el Caribe de la Cancillería francesa.
La reunión bilateral comenzó con afirmaciones de Macron sobe las iniciativas por Ucrania y habló, especialmente, de la crisis alimentaria. Planteó que en su país ven un aumento de precios que se viene, con una crisis catastrófica en 12 o 18 meses por falta de alimentos. Dijo, por eso, que se están tomando decisiones urgentes, como sacar los cereales disponibles de Ucrania ahora, y después avanzar en reducir las barreras y tensiones comerciales, y bajar costos de los transportistas. También habló del posible efecto desestabilizador que podría tener esa crisis en países africanos.
El acuerdo con el Fondo
Según informaron fuentes oficiales del gobierno argentino, Macron felicitó a Fernández “por la valiente decisión de acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, lo cual facilita el acuerdo con el Club de París. También planteó temas de inversiones francesas, una agenda universitaria y cuestiones de clima y diversidad.
Fernández, por su parte, le planteó que la Argentina tiene excedentes en trigo y que se está potenciando la producción de oleaginosas. También se refirió al desarrollo del litio, el potencial de Vaca Muerta y el descubrimiento de un yacimiento similar en Chubut y en Santa Cruz.
Macron, quien consiguió hace pocas semanas la reelección tras ganarle a la derechista Marine Le Pen, ahora enfrenta en junio el desafío de retener la mayoría en la Asamblea Legislativa, tras el desafío de la conformación de una nueva alianza de izquierda, liderada por Jean-luc Mélenchon.
A lo largo de su gira por las tres capitales europeas –Madrid, Berlín y París–, los medios de comunicación le recordaron a Alberto Fernández su deseo de que la Argentina fuera “la puerta de entrada” de Rusia en América Latina. Ayer debió explicarlo en la entrevista que le hizo el diario Le Monde, de Francia. “Cuando yo me reencontré con Vladimir Putin, Rusia venía de tender la mano a América Latina con sus vacunas Sputnik. Moscú todavía no había lanzado la intervención en Ucrania, y nosotros habíamos hablado de relaciones puramente comerciales”, contestó el Presidente.
También lo consultaron por China, la aliada de Rusia. “Se exagera mucho la influencia de China en América Latina. Hizo inversiones en finanzas e infraestructura, nada más”, se diferenció.
Tras cada entrevista con un líder europeo, los cuestionamientos de Fernández hacia la invasión rusa se volvieron más expresos. En Berlín llamó a la invasión “el avance sangriento que Rusia generó”. Desde el primer comunicado de la Cancillería, que evitaba nombrar a Rusia, el Gobierno profundizó su condena. Europa lo empujó a terminar de abandonar las ambigüedades.
Las diferencias, de todas formas, persisten. Fernández cuestionó las sanciones a Rusia, que impulsan Estados Unidos y países de la Unión Europea, con el argumento de que causa problemas globales, pidió “negociar” y criticó el envío de armas, sin explicar cómo Ucrania puede enfrentar la invasión de una potencia sin armamento.●
La visita a su par francés marcó el fin de la gira europea de Alberto Fernández